Su historia y su obra

hacia los motocultores, hecho lógico pues este material se adapta mejor a la reducida
dimensión media de las explotaciones y al tipo de cultivos predominantes en buena parte
de la Región Valenciana. En este sentido el escaso precio de esta maquinaria tiene como
consecuencia los escasos volúmenes distribuidos en este tipo de préstamos y créditos.
En cuanto a las operaciones crediticias que tienen el carácter de libres su magnitud
es la más baja de las tres debido a la abundancia de mecanismos interventores que han
actuado sobre la financiación de las Cajas hasta hace poco. En 1966 comienza la línea de
los concedidos con garantía hipotecaria alcanzando el máximo en 1969 con más de ciento
ocho millones de pesetas y el mínimo en 1975 con cerca de nueve millones de pesetas. En
cualquier caso el total acumulado es muy inferior a los concedidos con garantía personal
que comenzando en 1970 registran aumentos anuales ininterrumpidos hasta alcanzar en
1976 la cifra de novecientos trece millones.
Los préstamos y créditos de mediación son los que realizan las Cajas de Ahorro con
fondos provenientes de la Banca oficial. En nuestro caso concreto este tipo de operaciones
queda restringido a las que transfiere el Banco de Crédito Agrícola para su distribución,
mediante el oportuno convenio, por las Cajas que así lo convinieron.
La Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Valencia es una entidad colaboradora
que, en los doce últimos años, distribuyó préstamos y créditos de mediación por valor de
más de 3.735 millones de pesetas, siendo en 1973, con 690 millones, cuando se alcanza el
máximo del período (ver cuadro 10.6.). Entrando en detalle se comprueba que la mayor
parte de este tipo de préstamos se destinó a la inversión en fincas y a la compra de
maquinaria y, en último lugar, aparecen los créditos que tienen como finalidad remediar
los males causados por la enfermedad de la tristeza. Respecto a los dos primeros es de
destacar, y salvando la excepción de dos años para los préstamos en inversión en fincas,
que experimentan en los cuatro últimos años la etapa de mayor consistencia y
homogeneidad de todo el período ya que, en ellos, se distribuyen más de la mitad de los
préstamos por estos conceptos.
En otro orden de cosas es conocida la debilidad de la ganadería valenciana. Esta
limitación se debe, entre otras causas, a factores objetivos tales como el clima y la
vegetación que no son muy adecuados en la Región Valenciana. La estructura del sector
ganadero es pues deficiente ya que tenemos un escaso peso de las razas fundamentales y
una mayor dotación en animales menores, como gallinas, conejos, etcétera. La acción de
la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Valencia ha ido encaminada a la resolución de
estas deficiencias a través de convenios de colaboración con el Banco de Crédito Agrícola.
Así, en 1967 ya se distribuyeron préstamos por un valor de más de cuarenta y cinco
millones de pesetas, totalizando al finalizar 1976 ciento cincuenta y cinco millones que
fueron destinados a la acción concertada sobre el ganado. No obstante, la política de la
Caja en este sentido le llevó hasta el montaje e instalación de una planta piloto
ganadero-agraria enclavada en el término de Jaraco y llamada La Roqueta.
Los factores climáticos han estropeado cosechas frecuentemente, de manera que,
gracias a la ayuda de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Valencia, las heladas de
1973 y 1974 no llevaron a la ruina a numerosos agricultores, además de que en muchos
casos se les concedió moratorias por causa de las heladas. En el mismo sentido la Caja ha
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