Su historia y su obra

Otros derivados agrícolas como la oliva y el tabaco, sufrieron inclemencias
atmosféricas ocasionales, y si se trata del tabaco, en cultivo de regadío, el azote de las
plagas. La aceituna ofreció cosechas estimables tanto por su cantidad como por su
calidad. El problema en los años fértiles fueron los precios, la competencia y, una vez
más, las trabas discriminatorias del Mercado Común. En cualquier caso, ambos
productos absorbían una población agrícola poco considerable, casi siempre en
minifundio y en consecuencia ninguno de los dos significó un renglón importante para la
economía regional. Si lo referimos es porque la Caja en su destinación crediticia los tuvo
en cuenta para promocionar su progreso, diversificar la producción y alentar en
cualquier momento las posibilidades creadoras de riqueza.
Un flanco más importante lo representa la ganadería y las explotaciones
agropecuarias. La Caja se hizo eco del problema repetidas veces, entre otras razones
porque aspiraba a que la provincia no sólo se autoabasteciese, sino que produjera
excedentes con destino al mercado foráneo. Pululan en su territorio las clases de ganado
vacuno, ovino,caprino, avícola y de cerda. De todas ellas la avícola es la más explotada.
Justamente por eso, hubo años de exceso de producción avícola y tal exceso originó en
esos años descenso, con quebranto en el abastecimiento del sector. Se señaló en este
declive el año 1969 que contempló estremecido la baja de veinte pesetas por kilo en vivo.
Las ventas supusieron pérdida para 1o granjeros y las dificultades de mercado
repercutieron en las fábricas suministradoras de piensos que tuvieron que soportar la
insolvencia de sus deudores. Como contrapartida el ganado de cerda realizó transac
ciones aceptables, aun cuando su explotación reviste escasa importancia en la provincia.
Los años deficitarios agrícolamente incidieron en la riqueza agropecuaria por la
subida del precio de los piensos. En el ramo vacuno Valencia no era autosuficiente.
El problema crucial y mantenido era la escasez de ganadería indígena. La compra de
vacuno para engorde y consumo se vio obstaculizada por los precios, cuando en 1971 el
acuerdo de cooperación española con el Estado marroquí preveía el asesoramiento
técnico y ayuda financiera para la transformación de la zona regable surcada por el río
Lukus. La agricultura valenciana y la ganadería acusaron el golpe. Además contempla
ban el paso de los agrios marroquíes por el territorio nacional con destino a la
Comunidad Económica Europea.
Afortunadamente por aquellas fechas estaba previsto el aprovechamiento de
75.000 hectáreas de nuevo regadío de la cuenca Júcar-Segura, cuyo canal estaba
prácticamente terminado.
Este hecho dio origen a que la División de Estudios de Desarrollo Agro-Industrial,
que en el seno del Instituto de Agroquímica y Tecnología patrocinaba la Caja de
Valencia, realizara un estudio que llevaba por título:Orientaciones para el aprovecha
miento de los futuros regadíos de la Zona Media de Valencia .1. Análisis de la situación
actual en la subzona-piloto. El trabajo ponía de relievé la forma en que deberían
orientarse las modificaciones estructurales a fin de aprovechar al máximo la riqueza
potencial que la canalización auguraba (14).
El proyecto ofrecía conexión con la maduración a nivel nacional del plan de
trasvase Tajo-Segura. Para Valencia suponía la ampliación de zonas regables, aunque
directamente estuviera concebido para potenciar 300.000 Ha. regables en el Sureste, que
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