Su historia y su obra

7.4.— LOS VALORES DE CARTERA
La Caja se vio en muchísimas ocasiones con dinero sobrante. La afluencia de
ahorradores le creaba el problema de acumulación de fondos. En los primeros veinticinco
años, salvo los intentos de inversión agrícola, no practicó la Caja inversiones en la
industria ni en empresas financieras. La mejor salida que encontraron los fondos
sobrantes fue la Cartera de Valores. No se excluían de su aceptación los Valores del
Estado, especialmente los de la Deuda Amortizable. Habían desaparecido los prejuicios
de antaño en la toma de Valores ofrecidos por el Estado y sujetos a las fluctuaciones
políticas que los hacían vulnerables a cada paso. No obstante, los preferidos eran los de
Sociedades Mercantiles y los de Corporaciones Municipales y Provinciales.
Las Memorias los presentan agrupados y así los reflejamos en el siguiente cuadro.
Su análisis presenta la mayor gráfica de crecimiento. En el conjunto destacan el año 1916,
con 6,12; el 1919, con 9,21 y el 1928 con un aumento de 12,13 millones. En términos
relativos el crecimiento durante el período fue de 1.503,20% con una media del 5 1,06%
por año.
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