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Marcela Lagarde y de los RíosCapítulo 2. Ciudadanía de las mujeresmodernidad y aquellos que la reivindican son, en cuanto al género, conservadoresy reaccionarios. Aunque se confronten en otras esferas, compartenuna posición y una visión supremacistas de género frente a las mujeres yen el mundo.Las mujeres deseamos, necesitamos y exigimos de los hombres cambios profundos.Cada vez más mujeres rechazamos las maneras de ser de los hombres,sus actitudes, sus formas de relacionarse y de actuar. Al impulsar nuestroavance y la transformación del mundo, requerimos que los hombres sean consecuentescon los postulados y los principios que proclaman y que quienes nolos proclaman cambien también.Los hombres deben enfrentar la crítica y la exigencia a sus personas y a sumarca en el mundo, como crítica política de género, escucharla y atenderla.No es una crítica hostil, no pretende dañarlos, sino lograr que también la condiciónmasculina y la vida de los hombres estén basadas en el paradigma de lamodernidad democrática de género. Los derechos humanos que derivan dela cultura feminista requieren una nueva configuración política democráticaconcordante con esos principios.Los múltiples cambios que queremos en la sociedad exigen de los hombrestransformaciones profundas. Una es esencial: que los hombres hagan propuestasy den muestras visibles y prácticas de su renuncia al dominio patriarcal.Que digan a qué herencia y a qué derechos y poderes injustos renuncian, quele pongan nombre y den señales de intención política al desmontar cada privilegio,cada poder autoritario, abusivo, arbitrario, prepotente o dañino, tantoen su vida personal como en su participación social y política.Desmontar el dominio de los hombres en la sociedad y en ellos mismos significahacer cambios institucionales, relacionales y culturales cuyo contenidoes desjerarquizar, ampliar espacios de participación equitativa para mujeres yhombres, y contribuir al reparto equitativo de deberes, obligaciones, derechosy recursos.El desmontaje de ese dominio patriarcal pasa por dejar de tratar a las mujerescomo su propiedad y como menores, como objetos, esclavas, servidoras,admiradoras, menores de edad, incondicionales bases de apoyo a su personao al orden social. La subjetividad masculina requiere cambios importantespara que los hombres dejen de experimentar como hechos negativos no ser111

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