Periodoncia.e.Implantologia.Dental.de.Hall
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ETIOLOGÍA DE LA PERIIMPLANTITIS<br />
MARK H. ZABLOTSKY Y JOHN Y. KWAN<br />
Los implantes <strong>de</strong>ntales han ido ganando aceptación <strong>de</strong>bido a que los estudios sugieren índices <strong>de</strong> supervivencia y<br />
éxito a largo plazo cuando son utilizados en pacientes total o parcialmente edéntulos. Sin embargo, en un pequeño<br />
porcentaje <strong>de</strong> casos se ha reportado enfermedad y fracaso <strong>de</strong> los implantes; cuando esto es resultado <strong>de</strong>l<br />
sobrecalentamiento quirúrgico <strong>de</strong>l hueso, se ha logrado su disminución gracias a la aparición <strong>de</strong> sistemas <strong>de</strong> piezas <strong>de</strong><br />
baja velocidad y alto torque con irrigación. Una vez que la osteointegración se ha completado, se cree que las principales<br />
etiologías <strong>de</strong> la falla <strong>de</strong> un implante son las biomecánicas (p. ej., sobrecargas, falta <strong>de</strong> ajuste pasivo <strong>de</strong> la prótesis), o<br />
infección (inducida por placa).<br />
Las complicaciones se pue<strong>de</strong>n eliminar o disminuir si se realiza un plan <strong>de</strong> tratamiento a<strong>de</strong>cuado. Los mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> estudio<br />
con encerados <strong>de</strong> diagnóstico son indispensables para evaluar las relaciones <strong>de</strong> los rebor<strong>de</strong>s, esquemas oclusales y<br />
objetivos <strong>de</strong> restauración. Mediante una evaluación clínica y las radiografías a<strong>de</strong>cuadas, el equipo <strong>de</strong> profesionales<br />
(protesista, cirujano, y técnico <strong>de</strong> laboratorio) pue<strong>de</strong>n planear a<strong>de</strong>cuadamente la localización, número y trayectoria <strong>de</strong> los<br />
implantes para asegurar que la prótesis tenga una salud estética y funcional. Por lo general, se pue<strong>de</strong>n proponer implantes<br />
adicionales para satisfacer las exigencias <strong>de</strong>l paciente y <strong>de</strong>l personal (p. ej., prótesis fijas contra removibles). La<br />
restauración final <strong>de</strong>berá ser estética, con una a<strong>de</strong>cuada ingeniería (suficientes implantes <strong>de</strong> amplia longitud en una<br />
cantidad y calidad a<strong>de</strong>cuadas <strong>de</strong> hueso <strong>de</strong> soporte) y que sea accesible para que el paciente pueda realizar un correcto<br />
control <strong>de</strong> placa. En el caso <strong>de</strong> implantes enfermos o que han fracasado, por lo regular no se ha cumplido con uno o más<br />
<strong>de</strong> los criterios mencionados anteriormente.<br />
A Cuando el clínico hace referencia a que un implante <strong>de</strong>ntal está enfermo, es fallido o ha fracasado, en realidad se<br />
refiere al estado <strong>de</strong> los tejidos <strong>de</strong> soporte alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> la prótesis (a menos que ésta se haya fracturado). Un implante<br />
enfermo muestra pérdida ósea progresiva y bolsas periimplantares, pero no hay movilidad clínica. Un implante fallido<br />
muestra características similares a los que están enfermos, pero no respon<strong>de</strong> al tratamiento y cada vez empeora más.<br />
Es importante resaltar que un implante fallido también pue<strong>de</strong> estar inmóvil; cabe señalar que el término enfermo<br />
sugiere una situación algo más favorable que el <strong>de</strong> fallido.<br />
Este último se refiere a aquel que está fracturado, es resistente a cualquier método <strong>de</strong> tratamiento, muestra<br />
movilidad clínica o alguna zona radiolúcida en la circunferencia <strong>de</strong>l implante. Estos implantes <strong>de</strong>berán ser removidos<br />
inmediatamente <strong>de</strong>bido a que pue<strong>de</strong> ocurrir <strong>de</strong>strucción progresiva <strong>de</strong> los tejidos óseos circundantes.<br />
B La etiología <strong>de</strong> la enfermedad periimplantar con frecuencia es multifactorial. En muchas ocasiones el clínico <strong>de</strong>be<br />
hacer trabajo <strong>de</strong> investigación para <strong>de</strong>terminar la etiología. Meffert (1996) acuñó los términos vía tradicional y<br />
retrograda para diferenciar la etiología bacteriana <strong>de</strong> la biomecánica.<br />
C A pesar <strong>de</strong> que se ha reportado la inserción hemi<strong>de</strong>smosomal <strong>de</strong> los tejidos blandos al titanio, este fenómeno<br />
histológico no tiene relevancia clínica para el pilar <strong>de</strong> los implantes <strong>de</strong> titanio. Se cree que el sellado periimplantar se<br />
origina a partir <strong>de</strong> una adaptación estrecha <strong>de</strong> los tejidos <strong>de</strong> la mucosa alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l pilar mediante una disposición<br />
intricada <strong>de</strong> las fibras gingivales circulares y un epitelio <strong>de</strong> unión estrecho. Debido a que esta “inserción” es ligera en el<br />
mejor <strong>de</strong> los casos, la gingivitis periimplantar inducida por placa (vía tradicional) podría no existir realmente, y la<br />
inflamación inducida por placa <strong>de</strong> los tejidos periimplantares pue<strong>de</strong> exten<strong>de</strong>rse directamente hacia los tejidos óseos <strong>de</strong><br />
soporte.<br />
En presencia <strong>de</strong> fuerzas oclusales u ortodóncicas, el ligamento periodontal alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> los dientes actúa como un<br />
amortiguador. En ausencia <strong>de</strong> placa bacteriana, el trauma oclusal no provoca pérdida <strong>de</strong> la inserción <strong>de</strong>l diente; sin<br />
embargo, en el caso <strong>de</strong> los implantes la falta <strong>de</strong> ligamento periodontal podría permitir que las fuerzas oclusales se<br />
transmitan directamente a la interface hueso-implante. Si son bastante significativas, podrían presentarse<br />
microfracturas en esta interface o pérdida <strong>de</strong> la osteointegración. Esto pue<strong>de</strong> provocar el ingreso <strong>de</strong> los tejidos blandos<br />
y quizás infección bacteriana secundaria en el espacio periimplantar.<br />
En puentes fijos que no ajustan <strong>de</strong> forma pasiva y están a<strong>de</strong>más ferulizados a dientes naturales, el movimiento<br />
ortodóncico <strong>de</strong>l pilar implantosoportado pue<strong>de</strong> ocurrir <strong>de</strong>bido a la presencia <strong>de</strong> ligamento periodontal <strong>de</strong>l diente. En<br />
este caso, ocurre un daño ligero, si es que lo hay, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> los pilares <strong>de</strong>bido a este movimiento ortodóncico. Si<br />
este mismo fenómeno ocurre en el pilar <strong>de</strong>l implante <strong>de</strong>ntal (ya sea retenido con tornillo o cementado), se pue<strong>de</strong>n<br />
presentar algunas complicaciones. Las posibles complicaciones incluyen aflojamiento o fractura <strong>de</strong>l pilar o <strong>de</strong>l cuerpo<br />
<strong>de</strong>l implante, así como pérdida <strong>de</strong> la osteointegración (vía retrograda); por lo que es importante que el esqueleto ajuste<br />
<strong>de</strong> forma precisa y pasiva. El estrés asociado con interferencias laterales o fuerzas excesivas fuera <strong>de</strong> eje <strong>de</strong>berá