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3. La fuerza <strong>de</strong>l azar<br />
En España se organizaron Juntas <strong>de</strong> gobierno como una forma<br />
<strong>de</strong> asumir la soberanía que se estaba perdiendo por la invasión<br />
napoleónica y restaurar un po<strong>de</strong>r legítimo <strong>de</strong>l pueblo español,<br />
i<strong>de</strong>a que también inspiró a las juntas <strong>de</strong><br />
gobierno surgida en las colonias <strong>de</strong> América. (“Junta Provincial<br />
<strong>de</strong> Cádiz, 1810”, grabado <strong>de</strong> la revista Ilustración Española y<br />
Americana, febrero 1810. Biblioteca Nacional <strong>de</strong> Madrid)<br />
Muchas interpretaciones históricas coinci<strong>de</strong>n en afirmar que la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia<br />
<strong>de</strong> América fue un acontecimiento repentino, posibilitado por un hecho<br />
acci<strong>de</strong>ntal: la invasión napoleónica a España (1808) y el cautiverio <strong>de</strong> la monarquía,<br />
que se vio impedida <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces a ejercer su gobierno en América.<br />
Ante esta realidad, a los americanos no les habría quedado otra alternativa<br />
que reaccionar, tomando las medidas necesarias para darse el gobierno<br />
y la conducción que sin proponérselo, habían perdido.<br />
¿Fue la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> América una consecuencia <strong>de</strong>l azar? De no haber<br />
ocurrido la prisión <strong>de</strong> Fernando VII, ¿cuánto más habría <strong>de</strong>morado en producirse<br />
la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l continente? ¿Por qué no se produjo diez, cincuenta<br />
o cien años antes? ¿Por qué algunas regiones lograron la autonomía<br />
con mayor facilidad? ¿Por qué otras se resistieron tanto a los cambios? ¿Por<br />
qué algunas no lo logran sino hasta fines <strong>de</strong>l siglo XIX? Los historiadores han<br />
dado diversas respuestas a estas interrogantes. Los que consi<strong>de</strong>ran las condiciones<br />
estructurales, o <strong>de</strong> los procesos <strong>de</strong> larga duración, argumentan que la<br />
aristocracia no se <strong>de</strong>sarrolló y consolidó <strong>de</strong> manera homogénea en toda<br />
América; que su po<strong>de</strong>r no fue igual en todas las regiones, y que el grado <strong>de</strong><br />
la confianza en su propia capacidad <strong>de</strong> conducción, por tanto, también <strong>de</strong>be<br />
haber sido diferente. Des<strong>de</strong> esta perspectiva se pue<strong>de</strong> suponer, a<strong>de</strong>más,<br />
que el interés por controlar sus colonias <strong>de</strong>be haber tenido matices para España.<br />
Evi<strong>de</strong>ntemente, <strong>de</strong>ben haber existido territorios que le interesaban<br />
más que otros, y su capacidad <strong>de</strong> control no la pudo ejercer por igual en todos<br />
los lugares.<br />
Los historiadores que analizan la In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la coyuntura, ven en<br />
la prisión <strong>de</strong> Fernando VII (1808) el hecho clave que dio inicio al proceso que<br />
quince años más tar<strong>de</strong> había permitido la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> casi toda la<br />
América hispana (excepto Cuba y Puerto Rico). En cada caso, para que esta<br />
realidad se hiciera posible, la aristocracia criolla, <strong>de</strong>bió tener la voluntad, tomar<br />
las <strong>de</strong>cisiones, y contraer los acuerdos necesarios que hicieran posible el<br />
proceso. Indudablemente la tarea no fue fácil y sus protagonistas <strong>de</strong>bieron<br />
enfrentar muchas diferencias, y ser capaces <strong>de</strong> superar los conflictos con que<br />
se encontraron en el camino.<br />
<strong>Historia</strong> y Ciencias Sociales<br />
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