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¿De dón<strong>de</strong> nacen estas aspiraciones? ¿No ha habido<br />
siempre pobres en el mundo? ¿No ha habido tiempos<br />
<strong>de</strong> mayor miseria que los presentes? ¿Por qué solo, en<br />
este siglo, llamado <strong>de</strong>l progreso, se han creído los pobres<br />
con <strong>de</strong>recho a sentarse en el banquete <strong>de</strong> la fortuna<br />
al mismo nivel <strong>de</strong> los más afortunados?<br />
Este fenómeno solo tiene, en nuestro sentir, una explicación<br />
satisfactoria. Es que la fe católica se ha ido apagando<br />
gradualmente en el pueblo, y en la misma medida ha<br />
ido disminuyendo la resignación que ella infun<strong>de</strong> en los<br />
sufrimientos y privaciones <strong>de</strong> la vida. En otros tiempos,<br />
la fe en las clases inferiores era tan viva como generosa.<br />
Convencidas <strong>de</strong> que es Dios quien reparte los dones <strong>de</strong><br />
la fortuna en conformidad a <strong>de</strong>signios provi<strong>de</strong>nciales,<br />
soportaban con paciencia el lote que les había tocado en<br />
suerte. Este convencimiento impedía que se levantasen<br />
en sus pechos aspiraciones a cambiar <strong>de</strong> situación por<br />
otros medios que los <strong>de</strong> la sobriedad, la economía y el<br />
trabajo (...)”. (La Revista Católica, N°1334, Santiago, 12<br />
<strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1893)<br />
■ Deca<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l espíritu <strong>de</strong> nacionalidad<br />
“En la atmósfera moral <strong>de</strong> <strong>Chile</strong> flota a la fecha un vago<br />
presentimiento <strong>de</strong> males futuros, <strong>de</strong> intranquilidad<br />
por el porvenir, <strong>de</strong> presagios siniestros; algo como la<br />
conciencia <strong>de</strong> un mal interno in<strong>de</strong>finido que royera<br />
sordamente los centros mismos <strong>de</strong> la vida nacional. Esta<br />
alarma general <strong>de</strong> los ánimos ha traspasado ya los límites<br />
<strong>de</strong> la inquietante duda y el pueblo chileno empieza<br />
a per<strong>de</strong>r la antigua fe en sus <strong>de</strong>stinos. El lazo que<br />
une los mil motivos particulares <strong>de</strong> <strong>de</strong>scontento es,<br />
pues, el sentimiento <strong>de</strong> nacionalidad, el instinto magníficamente<br />
<strong>de</strong>sarrollado <strong>de</strong> patria.<br />
Los perjuicios materiales <strong>de</strong> cada uno, ni sus injustas<br />
postergaciones, ni la suma <strong>de</strong> todos ellos bastan para<br />
explicar la dolorosa alarma <strong>de</strong> los corazones chilenos:<br />
no es el presente ni el futuro económico <strong>de</strong>l país lo que<br />
en primer término los inquieta, es su porvenir orgánico,<br />
su existencia <strong>de</strong> nación, <strong>de</strong> entidad política, <strong>de</strong> patria lo<br />
que sienten amagado por su base; notan que <strong>Chile</strong> empieza<br />
a <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>r la pendiente <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sorganización<br />
en cuya cima ven con espanto su disolución final. (...)<br />
En <strong>Chile</strong>, como hemos notado, el exotismo ha invadido<br />
las esferas oficiales y adquirido una prepon<strong>de</strong>rancia<br />
por todo extremo peligrosa. La prensa <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>roso<br />
comerciante extranjero y el periodista inmigrante con<br />
su tenaz campaña <strong>de</strong> burlas, <strong>de</strong> censuras, <strong>de</strong> reproches<br />
y hasta <strong>de</strong> injurias a todo lo genuinamente chileno, renovada<br />
día a día, sin per<strong>de</strong>r oportunidad, sin <strong>de</strong>scanso,<br />
durante años y años, produciendo primero el rechazo,<br />
luego el silencio y más tar<strong>de</strong> la duda <strong>de</strong> los mismos chilenos,<br />
ha traído por fin el <strong>de</strong>saliento a su alma cuando<br />
ha visto traducirse en hechos innumerables <strong>de</strong> flagrante<br />
injusticia lo que empezó como simple doctrina <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>sprestigio”. (Nicolás Palacios, Deca<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l espíritu<br />
<strong>de</strong> nacionalidad, 1908 en: Cristián Gazmuri, El <strong>Chile</strong> <strong>de</strong>l<br />
Centenario, ensayistas <strong>de</strong> la crisis (editor), Santiago,<br />
2001)<br />
2. Escoge uno <strong>de</strong> estos tema, referidos al período<br />
1880-1920, y haz para él una indagación bibliográfica.<br />
•Visión general <strong>de</strong>l período, sus principales problemas<br />
y soluciones<br />
•La vida en las salitreras<br />
•La industria salitrera: producción, comercio y<br />
distribución<br />
•La figura <strong>de</strong> Balmaceda<br />
•Ventajas y <strong>de</strong>sventajas <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n parlamentario<br />
•La actividad cultural en el cambio <strong>de</strong> siglo<br />
•La educación <strong>de</strong> las mujeres y su rol en la sociedad<br />
•Los movimientos sociales<br />
•La Iglesia católica durante este período<br />
•La crisis <strong>de</strong>l Centenario<br />
3. Elabora un listado <strong>de</strong> tus hallazgos y plantéate<br />
<strong>de</strong> manera crítica ante él.<br />
4. Medita sobre el tipo <strong>de</strong> fuentes que podrían<br />
ser útiles para ilustrar el tema escogido (literatura,<br />
prensa, fotos, etc.).<br />
5. Redacta tu ensayo con una extensión no menor<br />
<strong>de</strong> ocho carillas.<br />
<strong>Historia</strong> y Ciencias Sociales<br />
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