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TALLER<br />
242 <strong>Historia</strong> y Ciencias Sociales<br />
Elaborando un ensayo histórico<br />
El trabajo historiográfico consiste en recopilar información<br />
a partir <strong>de</strong> diversas fuentes y bibliografía.<br />
Pero a la hora <strong>de</strong> dar a conocer los resultados<br />
<strong>de</strong> una investigación también es necesario interpretar<br />
los hechos y <strong>de</strong> esa manera plantear las<br />
conclusiones a las cuales se ha llegado. Una <strong>de</strong> las<br />
formas <strong>de</strong> hacerlo, es a través <strong>de</strong> un ensayo.<br />
¿Qué es un ensayo?<br />
El ensayo es un escrito breve que cumple la finalidad<br />
<strong>de</strong> difundir un punto <strong>de</strong> vista personal sobre<br />
algún tema investigado. En general, posee<br />
tres características:<br />
•es informativo y pue<strong>de</strong> tratar sobre los temas<br />
más variados<br />
•ofrece una interpretación personal o tesis que<br />
se <strong>de</strong>sea presentar y <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r, aunque el escrito<br />
no preten<strong>de</strong> tener carácter <strong>de</strong>mostrativo final<br />
•se redacta en un estilo accesible a todo tipo <strong>de</strong><br />
público, procurando no ser muy <strong>de</strong>nso y remecer<br />
a los lectores.<br />
Hazlo tú<br />
En la época <strong>de</strong>l cambio <strong>de</strong> siglo y <strong>de</strong> la conmemoración<br />
<strong>de</strong>l Centenario <strong>de</strong> nuestra in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia<br />
nacional, numerosos intelectuales, religiosos y<br />
políticos manifestaron su preocupación por la<br />
cuestión social. En sus escritos y discursos enunciaron<br />
diferentes causas que explicarían tal situación,<br />
generándose un acalorado <strong>de</strong>bate.<br />
1. Lee estos documentos e i<strong>de</strong>ntifica en ellos las<br />
características que los convierten en ensayo.<br />
■ La crisis moral <strong>de</strong> la República<br />
“Voy a hablaros sobre algunos aspectos <strong>de</strong> la crisis moral<br />
que atravesamos; pues yo creo que ella existe y en<br />
mayor grado y con caracteres más perniciosos para el<br />
progreso <strong>de</strong> <strong>Chile</strong> que la dura y prolongada crisis económica<br />
que todos palpan.<br />
Me parece que no somos felices; se nota un malestar<br />
que no es <strong>de</strong> cierta clase <strong>de</strong> personas ni <strong>de</strong> ciertas regiones<br />
<strong>de</strong>l país, sino <strong>de</strong> todo el país y <strong>de</strong> la generalidad<br />
<strong>de</strong> los que lo habitan. La holgura antigua se ha trocado<br />
en estrechez, la energía para la lucha <strong>de</strong> la vida en<br />
laxitud, la confianza en temor, las expectativas en <strong>de</strong>cepciones.<br />
El presente no es satisfactorio y el porvenir<br />
aparece entre sombras que producen la intranquilidad.<br />
(...)<br />
En mi concepto, no son pocos los factores que han conducido<br />
al país al estado en que se encuentra; pero sobre<br />
todos me parece que predomina uno hacia el que<br />
quiero llamar la atención y que es probablemente el<br />
que menos se ve y el que más labora, el que menos escapa<br />
a la voluntad y el más difícil <strong>de</strong> suprimir. Me refiero,<br />
¿por qué no <strong>de</strong>cirlo bien alto?, a nuestra falta <strong>de</strong><br />
moralidad pública; sí, la falta <strong>de</strong> moralidad pública que<br />
otros podrían llamar la inmoralidad pública.<br />
Hablo <strong>de</strong> la moralidad que consiste en el cumplimiento<br />
<strong>de</strong> su <strong>de</strong>ber y <strong>de</strong> sus obligaciones por los po<strong>de</strong>res públicos<br />
y los magistrados, en el leal y completo <strong>de</strong>sempeño<br />
<strong>de</strong> la función que les atribuye la Carta Fundamental<br />
y las leyes, en el ejercicio <strong>de</strong> los cargos y empleos,<br />
teniendo en vista el bien general y no intereses<br />
y fines <strong>de</strong> otro género (...)”. (Extracto <strong>de</strong> Enrique Mac-Iver,<br />
Discurso sobre la crisis moral <strong>de</strong> la República, Santiago, 1 <strong>de</strong><br />
agosto <strong>de</strong> 1900)<br />
■ La pérdida <strong>de</strong> la fe<br />
“Nadie ignora que una <strong>de</strong> las gran<strong>de</strong>s noveda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l<br />
presente siglo es el aparecimiento en son <strong>de</strong> guerra <strong>de</strong><br />
las clases inferiores en el mundo social. Mientras que las<br />
clases superiores, enervadas por la molicie, apenas se<br />
preocupan <strong>de</strong> los intereses sociales, las inferiores, ardientes<br />
y robustas, atormentadas por vagos <strong>de</strong>seos, y llenas,<br />
como en la juventud, <strong>de</strong> locas esperanzas, se proponen<br />
reformar la sociedad removiendo sus cimientos.<br />
Quieren hacer práctica una igualdad imposible por medio<br />
<strong>de</strong> la nivelación <strong>de</strong> las fortunas; quieren que no haya<br />
ricos para que no haya pobres, sin pensar que toda la<br />
fortuna <strong>de</strong> la tierra, repartida entre todos, no bastaría<br />
para las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> uno solo.