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Fundación Luis Chiozza

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ella, porque desde cualquier ángulo que miremos veremos siempre una mitad. Así, aunquela contemplemos desde lejos, percibimos una naranja, porque, dado que, en nuestromundo, las medias naranjas no abundan, cuando vemos media naranja suponemos,acertadamente la mayoría de las veces, que estamos en presencia de una naranja completa.Esto, que parece una cosa de Perogrullo, es muy importante desde el punto de vistaconceptual, porque cuando comprendemos la manera en que vemos una naranja,oscurecemos un poco la clara distinción, entre signo y símbolo, que acabamos de exponer.Media naranja, entonces, puede funcionar como un signo que indica, en verdad o en error,la presencia de una naranja completa, pero media naranja también puede funcionar comoun símbolo que evoca y representa la mitad cuya ausencia se admite. Podría quizás decirseque las dos cosas suceden simultáneamente, y que en cada caso elegimos en cuál de esasdos cosas vamos a creer, pero tal vez sea necesario exponerlo mejor e insistir un poco másen la importancia que el concepto tiene.Un cowboy, en una escena clásica del western americano, ve el sombrero de otro queemerge detrás de una roca, y descarga su revólver sobre ese sombrero, para descubrir mástarde que el sombrero estaba sobre la punta de una rama y el dueño del sombrero ya noestaba allí. La trampa se apoya en que debajo de un sombrero asomando tras una roca queoculta el conjunto, hay habitualmente un cowboy. En este caso, el símbolo (sombrero) quedebería haber representado una ausencia (la ausencia del cowboy que no se ve y que hadejado a la rama en su lugar) se usa erróneamente como signo indicador de una particularpresencia (y se descarga el revolver). Por la misma razón un ilusionista, en el teatro,apoyándose en esto para realizar su truco, nos hace ver una esfera completa donde sólo haymedia. La trampa y el truco recurren, para lograr su cometido, a la generación desituaciones insólitas, ya que nuestra percepción, para funcionar adecuadamente, debeguiarse por una cierta “estadística”, a menudo inconciente, acerca de lo que generalmentepredomina. Dado que el signo nunca es el objeto completo y dado que la funciónindicadora tiene sentido porque sólo se percibe el signo indicador (como el anillo violetaque produce en la orina el licor de Pheling cuando existe glucosuria), es forzoso concluirque para indicar una presencia hay que representar (simbolizar) una ausencia, y creer luegoen la presencia de la parte que se representa pero que no se puede percibir.Si una persona encuentra, en el borde de una ruta, un cartel indicador comunicando que aquinientos metros se encuentra una estación de bencina, percibirá la estación comopresente si viaja en su automóvil a cien kilómetros por hora, pero la percibirá como ausentesi se acerca caminando mientras empuja su automóvil. Cuando la mayoría de nosotros veun hombre con una pierna ortopédica, percibe la ausencia de una pierna normal, pero elfabricante de ese tipo de prótesis tenderá a percibir la presencia de una pierna artificial a lacual puede atribuir una buena o una mala calidad. Para percibir cualquier objeto es, por lotanto, imprescindible interpretar “datos” sensoriales, a partir de diferentes circunstancias,intereses y memorias, lo cual equivale a decir que, en primera instancia, percibir estambién simbolizar. De un portafolio, que conozco bien, y que tengo frente a mí, cuando lomiro veo en realidad sólo una parte, pero sé que la otra está detrás. Si hubiera sucedido quealguien hubiese cortado, sin que yo lo supiera, una porción importante de esa parte deatrás, yo creería estar viendo todavía el portafolio completo. Imaginemos una situaciónlevemente distinta: todos los días, cuando el jefe llega a su oficina, cuelga su abrigo en elperchero. Si su secretaria ve el abrigo asume, aun sin haberlo visto todavía, que el jefe estápresente, aunque el abrigo puede haber quedado olvidado desde el día anterior. No solemosllamar percepción a este tipo de asunción “automática”, pero sin embargo sufuncionamiento es el mismo. Ejemplos como éstos muestran sin lugar a dudas que percibir103

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