13.07.2015 Views

Fundación Luis Chiozza

Fundación Luis Chiozza

Fundación Luis Chiozza

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

necesario tener en cuenta que la resistencia no siempre funciona ocasionando un perjuicio.Resistir, como consistir, desistir e insistir, son formas diferentes de existir que no sonbuenas ni malas en sí mismas ¿Cuándo y hasta dónde es necesario cambiar? Es difícilsaberlo. Hemos aprendido, en principio, a defender lo que somos. Y esto no puede ser vistoa priori como si fuera un defecto. Nadie concurre a la cirugía estética para que cambiecompletamente su fisonomía, sólo pretende en principio, retocar un poco su nariz.El malentendido, contemplado desde los postulados del psicoanálisis, parece ser elequivalente metahistórico de lo que metapsicológicamente llamamos “resistencia” o“represión”. Las dos maneras clásicas de la resistencia, vistas desde la metapsicologíafreudiana, son la contrainvestidura y el retiro de la investidura preconsciente. Esto,traducido desde la jerga de una profesión al lenguaje de la vida cotidiana, consiste, en elprimer caso, en usar una idea para tapar a otra, y en el segundo, equivale a un “retiro decolaboración”, a una especie de mala voluntad para admitir un idea diferente, ya que, unavez constituidos los hábitos del “club” que conforma nuestra conciencia, nada puede entraren ella si no es por mediación de un “socio presentante” que a ella pertenece y que opereposibilitando el trámite. El malentendido se sustenta entonces en el error o en la mentira yesta última depende, mucho más que el primero, de lo que se suele llamar una “malavoluntad”. Vale la pena señalar, sin embargo, que no siempre es así, porque hay mentirasque, como la que llamamos “piadosa”, más allá de que funcionen bien o de que funcionenmal, pueden llegar a nacer como producto de una buena voluntad. Lo cierto es que lamentira suele atribuirse a un acto de la voluntad, mientras que el error, en cambio, seatribuye predominantemente a un límite inevitable, y cosecha, además, el mérito de ser laúnica vía del aprendizaje, ya que los procesos exitosos tienden a repetirse sin modificaciónalguna. Nos falta todavía agregar una cuestión esencial. Oímos decir muchas veces que unadificultad ha quedado por fin comprendida, pero que no se sabe qué hacer. Finalicemosnuestro viaje por los territorios del malentendido diciendo que la falacia que hemos echadopor la puerta se nos ha vuelto a introducir por la ventana, porque cuando de veras seentiende, ya se sabe qué hacer.113

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!