13.07.2015 Views

Fundación Luis Chiozza

Fundación Luis Chiozza

Fundación Luis Chiozza

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

contrapelo”, porque lo dificulta el recuerdo del dolor que precisamente evitamoslanzándonos en la dirección que llevamos desde que, sin conocer su monto, elegimos pagarel precio de la enfermedad que hoy nos aqueja. Conviene, en este punto, aclarar unprejuicio. Se suele pensar que nuestra mente funciona, habitualmente, dirigida hacia elentorno que constituye el mundo, y que si se contempla a si misma, lo hace mediante unretorcimiento forzado que Freud comparaba con una inversión en la dirección delmovimiento normal del tubo digestivo, como se da en el vómito. Especialmente laspersonas ejecutivas, con una muy buena disposición para la acción, suelen pensarlo así. Sinembargo, cuando nos ocupamos de comprender cuál es la función de la concienciallegamos a una conclusión distinta. Recordemos que cuando Freud define lo que debemosentender por “psíquico”, señala que lo “verdaderamente” psíquico (también dice lopsíquico “genuino”) se caracteriza por estar dotado de sentido y es, primordialmente,inconciente, ya que la conciencia es una cualidad “accesoria” que se agrega a muy pocosprocesos psíquicos. Agreguemos a esto que, cuando tratamos de comprender qué esentonces la conciencia, llegamos a la conclusión de que constituye una noticia acerca dealgunos significados que el psiquismo inconciente “pone en movimiento”, noticia queincluye la percepción del mundo y la autopercepción de algunos de sus propios procesos,entre los cuales se cuenta lo que llamamos “yo”. Dicho en otras palabras: sabemos que elpsiquismo inconciente constituye el sentido de lo que vivimos poniendo en marcha losprocesos que se dirigen hacia un fin. La conciencia, en cambio, en tanto noticia del sentidoque se ha puesto en marcha, es fundamentalmente un bucle recursivo que, a la manera deun control cibernético, examinando al mismo tiempo que el mundo, la acción de su “yo” enel mundo y sus propios procesos, otorga la noticia de “en qué grado y en qué modo” lameta emprendida se ha logrado. Cae por su propio peso que el psiquismo inconciente,como reservorio de cuanta significación existe, comprende una totalidad inconmensurable,y que la conciencia será, por necesidad ineludible, parcial. Recordemos lo que Goethe poneen boca de su Prometeo: el hombre industrioso ha de tener por lema la parcialidad.Reparemos también en que, como alguna vez expresamos, mientras que acerca delinconciente la conciencia podría decir que es loco, acerca de la conciencia el inconcientepodría decir que es tonta. Si aceptamos que existen diversas conciencias que soninconcientes para nuestra conciencia habitual, veríamos en el funcionamiento de un centro“vegetativo”, como el llamado “seno carotídeo” (que regula la frecuencia cardiaca y lapresión sanguínea en un bucle recursivo de control cibernético), un ejemplo elemental deuna “conciencia inconciente” que remeda el funcionamiento de nuestra complejísimaconciencia habitual. En resumen: no parece que la llamada “introspección” deba sernecesariamente una inversión penosa de una supuestamente normal orientación de laconciencia hacia el mundo. Es cierto, sin embargo, que tenemos miles de palabras parahablar de los objetos, y muy pocas para hablar de los afectos. Al punto que la mayoría delas personas encuentra dificultades para nombrar espontáneamente más de unas veinteemociones.Hay cosas que no valen lo que vale la penaEl duelo del cual una vez hemos huido suele dejarnos, como dijimos, un recuerdo penosoque funcionará indicándonos que nuestros procesos mentales deben alejarse de allí. Nodebe extrañarnos que, en la medida en que transcurre el tiempo, cada vez se nos haga másdifícil “volver” al punto a partir del cual nos hemos enfermado. Sucede que lo no dueladocrece con la adicción de otros dolores que, ocultos detrás de una misma consigna, seemparientan entre sí, y que nuestras fuerzas, cada vez más solicitadas en el proceso deocultar lo que nos puede ocasionar dolor, apenas nos alcanzan para enfrentar los cotidianos121

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!