constituye nuestra convivencia como individuos, como personas integrantes del génerohumano, pero tal como lo ha señalado Ortega en El hombre y la gente, es importantedistinguir entre la convivencia y la sociedad. Mientras la palabra “convivencia” señala larelación o el trato entre dos o más vidas individuales o, también, un mundo de relacionesinterindividuales, la sociedad consiste en un conjunto de normas, un corpus normativo quese constituye como un residuo perdurable de las convivencias pasadas. En tanto la sociedadse forma como producto de una cultura civil, de una cultura de la ciudad, adquiere comoproceso el nombre de civilización. La sociedad existe de este modo como un medio que sehabita, como un mundo en el cual vivimos inmersos y dentro del cual convivimos. Con ellanos encontramos al nacer, y forma parte inevitable de nuestra circunstancia, operandocomo “usos”, como costumbres que se nos imponen con mayor o menor fuerza más allá deque comprendamos su sentido. Entre los usos figura, con su enorme importancia, la lenguamaterna, que condicionará nuestra manera de pensar y nuestra comunicación durante todanuestra vida. Las costumbres no sólo se nos imponen mediante la permanente influenciaque la sociedad ejerce sobre nuestras vidas de manera inconciente, sino que, cuando nosapartamos de ellas, la sociedad nos castiga con un énfasis que, desde la aparenteindiferencia, puede llegar hasta el extremo de la aniquilación. La sociedad no sóloconstituye la trama normativa sobre la cual se teje el tapiz de nuestra vida, sino que loshilos de esa trama se entretejen con los que forman nuestros vínculos más entrañables ycon los que constituyen el carácter de nuestra propia figura.Hay entonces un organismo social que evoluciona con su propia trayectoria a través de lossiglos y “dentro” del cual, inevitablemente, debemos convivir. Otra cosa es la convivenciaque, como forma de relación, nace del encuentro actual entre los seres humanos, oinclusive con otros seres vivientes, en la medida en que son capaces de corresponder(recíprocamente) a nuestro trato. La convivencia de las personas que, desde nuestro nivelhumano de conciencia consideramos individuos, forma también un organismo en la medidaen que se constituye como un conjunto de interrelaciones que se organiza de acuerdo consus propias “leyes”. La convivencia y la sociedad, dos organizaciones complejasdiferentes, con características propias, pueden ser representadas como dos círculosexcéntricos que se superponen en una parte de su superficie. Puede decirse que elorganismo convivencial evoluciona, o también que “fluctúa” entre un estado similar al queFreud estudió en Psicología de las masas y análisis del yo, y otros estados con unaestructura más compleja, estratificada en numerosos niveles de jerarquía. Puede decirsetambién que el corpus social, que se constituye como una parte ideal del organismoconvivencial, existe psíquicamente, como existen las obras completas de Shakespeare, queson “psíquicas” aunque no estén vivas. No cabe duda de que en el “armado” de una red deconvivencia que funciona como un organismo, o en el establecimiento de unaestructuración social a partir de las costumbres, cada individuo sujeto (es decir, sujetado)funciona, desde su mundo interno, con dos parámetros fundamentales: pulsiones instintivase ideales. Por un lado, voluntades y deseos; por el otro, obligaciones y deberes. Entreambos parámetros transcurre el poder, en su doble significado de tener permiso y de tenercapacidad. El poder como permiso depende, ante todo, de la organización social; el podercomo capacidad nace, se ejerce y se desarrolla en la convivencia.Los otros y la genteMi vida se conforma porque al vivir convivo. Pensar que primero vivo, para convivirdespués, o pensar siquiera que tengo que convivir para vivir, como si existiera la56
posibilidad de declararse en rebeldía, es negar que la vida vive inmersa en el ecosistema dela vida. Si la convivencia evoluciona desde formas simples a otras más complejas, cabepensar que lo hace al mismo tiempo que evolucionan y se conforman los individuos que laejercen. Lo cierto es que en mi vida me encuentro con los otros y con la gente. Se trata deun encuentro inevitable, porque, aunque me convirtiera en ermitaño, me los llevaríaconmigo, inseparablemente unidos a mi condición de humano.Un día mi conciencia humana, dentro de cuyas capacidades vivo la parte conciente demi vida, adquirió la posibilidad de diferenciar entre mi madre y yo. Ella nació comopersona en el mismo proceso en que yo nací. Tal vez quedaría más claro si, de manera untanto esquemática, dijera que ella nació en el instante en que nació, en mi conciencia, eldibujo de una frontera y junto con esa frontera limitante nació “el nene” que más tardeaprendería a llamar “yo”. Junto conmigo nació entonces, en mi vida, ella. Y en ese procesode mi vida un día aprendí que yo existía para ella como ella para mí y que ambos,semejantes, éramos para cada “uno” de nos-otros un “otro” similar, lo que se llama unalter ego. Puede decirse que este aprendizaje es estimulado por la presencia del padre, yque el nacimiento de un hermano, cuarto integrante del núcleo familiar, lo consolida yratifica. Mi mundo, entonces, no sólo se fue llenado de objetos como el sonajero, el plato yla cuchara, sino también con otros, con la vida de otros que, a diferencia de aquellosobjetos, accionaron (o reaccionaron), recíprocamente, sobre mí hasta el punto en que,como ya dije, he terminado por considerarlos semejantes, aunque no idénticos a mí. Eldescubrimiento de un alter ego, de un “otro como yo”, se fue multiplicando entonces en unconjunto de otros con los cuales ahora tengo que alternar, y cuando alterno con los otros,en la medida en que los conozco y me relaciono con ellos en una convivencia que esrecíproca, mi mundo se va llenado de otros “como tú”, que son amigos o enemigos con loscuales convivo en distintas condiciones y distancias. No cabe duda de que ese mundo deamigos y enemigos adquiere en mi vida una significancia extrema, no sólo porque ambosparticipan en el sentido de mi vida, en la forma en que siento mi vivir, sino porque ambos,amigos y enemigos, inevitablemente, contribuyen a formar mi vida en una determinadadirección, otorgándole identidad y pertenencia.Agreguemos ahora que, junto a los otros que personalizo, hay otros que no personalizo, loscuales, como señala Ortega, llegaron a constituir “la gente”, porque los reuní con esenombre precisamente para referirme a todos, pero a ninguno de ellos en particular. Cuandodigo se dice o se piensa, aludo con la palabra “se” a un conjunto de algunos, ninguno enparticular, que en realidad, siendo casi todos, no es alguien, sino que es, como persona,nadie. La sociedad (de la cual hemos dicho que constituye un residuo de las convivenciaspasadas que persiste como una normativa que rige nuestra vida actual) se presenta en mivida representada por la gente. Cuando alguien (en solemne atribución mi padre, pero enverdad cualquier otro ser humano del entorno), se transforma en el brazo ejecutor de unaprescripción social, si lo hace sanamente (exento de cualquier goce perverso) sentirá que suacción no proviene de sus propias ganas, ya que casi siempre ignora cuál es el sentido de lacostumbre que defiende, de la costumbre que, como una opinión vigente (establecida en elestablishment), adquirió como un contagio. Sentirá, muy por el contrario, que su acciónproviene de lo que le dicta su deber. A esto se refieren los ingleses cuando, mientrasaplican una multa, piensan o dicen: nothing personal.La trama de la vidaFreud decía que el Yo debe servir a tres amos: a la realidad, al Ello y al Superyo. El Ello57
- Page 3:
ÍNDICEPáginaPROLOGO..............
- Page 6 and 7: 8- El canto de las sirenas debe esc
- Page 8 and 9: UNOEl camino de los sueñosDiscépo
- Page 10 and 11: por alguien, y que ese alguien no e
- Page 12 and 13: FORMAR PAREJADosEl número dos inau
- Page 14 and 15: mancomunamos. Ahora vemos que cuand
- Page 16 and 17: alimentan las diferentes formas de
- Page 18 and 19: completamente, ya que sus efectos p
- Page 20 and 21: satisfacer. Cuando alguien emprende
- Page 22 and 23: concluir entonces que una pareja de
- Page 24 and 25: dependencia inconciente, un circulo
- Page 26 and 27: ENTRE PADRES E HIJOSLa concepción
- Page 28 and 29: muchos los que giran en el límite
- Page 30 and 31: modos en que transcurrirá más tar
- Page 32 and 33: manifiesta el íntimo desgarramient
- Page 34 and 35: exigen que se asuma plenamente la r
- Page 36 and 37: La separación de los hijosUna part
- Page 38 and 39: ofrecerle. Es claro que, durante lo
- Page 40 and 41: constituida por el padre, la madre
- Page 42 and 43: perdura toda la vida sin ocasionar
- Page 44 and 45: extremos, un tipo de “orfandad”
- Page 46 and 47: EL TRABAJO Y LA VIDA EN SOCIEDADEl
- Page 48 and 49: muchas páginas acerca del trabajo
- Page 50 and 51: mayor o menor capacidad para lidiar
- Page 52 and 53: identidad de un individuo y contrib
- Page 54 and 55: con su diversidad, constituye el re
- Page 58 and 59: coincide, en aproximación grosera,
- Page 60 and 61: caminamos o comemos, por el solo he
- Page 62 and 63: la verdadera educación no consiste
- Page 64 and 65: al servicio de la supervivencia. Es
- Page 66 and 67: materializan las ideas en la realid
- Page 68 and 69: noción construida. Pasado y futuro
- Page 70 and 71: manifiesta como una enfermedad en e
- Page 72 and 73: proyectos se distribuye entre ellos
- Page 74 and 75: permiso) se expresan con verbos, pe
- Page 76 and 77: Mientras pago la cuenta y oigo al m
- Page 78 and 79: histeria, se comprendía mejor como
- Page 80 and 81: existencia psíquica. La historia d
- Page 82 and 83: meta hacia la cual apuntamos nuestr
- Page 84 and 85: en los programas que la computadora
- Page 86 and 87: el alivio obtenido en esas condicio
- Page 88 and 89: permanece “en curso” y cuya int
- Page 90 and 91: LA MUERTE QUE FORMA PARTE DE LA VID
- Page 92 and 93: denominamos dormir, y la desaparici
- Page 94 and 95: informaciones grabadas, ideas, pens
- Page 96 and 97: lo que sabemos acerca de su vida. E
- Page 98 and 99: forma que su contorno dibuja. A est
- Page 100 and 101: EL MALENTENDIDOSobre el hablar y el
- Page 102 and 103: Las palabras como representantesTal
- Page 104 and 105: es siempre interpretar, y que no ex
- Page 106 and 107:
fabrique con más fresas en Francia
- Page 108 and 109:
La importancia de lo sobrentendidoE
- Page 110 and 111:
Sobre los modos del decirEste tema
- Page 112 and 113:
malentendido. Ese desencuentro, sin
- Page 114 and 115:
EL CAMINO DE VUELTA A LA SALUDCuand
- Page 116 and 117:
lo caracteriza lo que, por ejemplo,
- Page 118 and 119:
Del mismo modo que una herida super
- Page 120 and 121:
ser necesario para modificar, aunqu
- Page 122 and 123:
avatares que nos depara el presente
- Page 124 and 125:
comienzo que desemboca en las vicis
- Page 126 and 127:
coincidiendo con esa limitación qu
- Page 128 and 129:
que vivimos en “el presente” de
- Page 130 and 131:
que funciona cada vez en condicione
- Page 132 and 133:
LA RECUPERACIÓN DE LAS GANASLas ga
- Page 134 and 135:
tendríamos que conformarnos con un
- Page 136 and 137:
Otra de las conclusiones surgidas d
- Page 138 and 139:
clemencia, nos sentimos finalmente
- Page 140 and 141:
angustia, y el trauma del haber rec
- Page 142 and 143:
uno el trabajo de digerir, para emp
- Page 144 and 145:
Cuando Almafuerte, en uno de sus si
- Page 146 and 147:
LA SOLEDAD, LA DECEPCIÓN Y LA ESPE
- Page 148 and 149:
valores surgen de las importancias,
- Page 150 and 151:
temperatura ambiente, de modo que t
- Page 152 and 153:
Recordemos que la palabra “person
- Page 154 and 155:
vuestras últimas ilusiones”, dad
- Page 156 and 157:
tanto en lo que somos sino en lo qu
- Page 158 and 159:
Llegamos así a la conclusión de q
- Page 160 and 161:
cual todos y cada uno de nuestros d
- Page 162 and 163:
solamente extraemos, para reforzar
- Page 164 and 165:
Una vez reconocida la función fund
- Page 166 and 167:
acompaña a la ruina o como el plac
- Page 168 and 169:
Comprobamos, una y otra vez, que no
- Page 170 and 171:
que la seguridad retorne bajo la fo
- Page 172:
10-Navegar es necesario, vivir noCo