13.07.2015 Views

Fundación Luis Chiozza

Fundación Luis Chiozza

Fundación Luis Chiozza

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

(como la que existe, por ejemplo, en el amor servil) en la cual se responde a la confianzasólo en función del miedo o de las ventajas que pueden obtenerse por el hecho de ser fiel.Se trata, a menudo, de una “devoción que mata”, porque suele esconder el odio o elpropósito de demandar y obtener compensaciones excesivas o prebendas que no puedenconseguirse por un camino mejor. Frecuentemente sucede que, ignorandotendenciosamente que el sufrimiento no es un mérito, cuanto mayor es el disgusto con quese realizan los actos que deberían complacer al consorte, mayor es la cifra con la cual secontabiliza el mérito, y ese mérito acumulado, como si fuera el millaje que una compañíaaérea acredita para otorgar un premio, se conserva cuidadosamente en la memoria a losefectos de pasar la factura en el momento oportuno.Sostener, como se hace a veces, que la fidelidad surge por obra de los recuerdos delpasado, es demasiado simple. Es cierto que el pasado convivido une fuertemente a laspersonas, otorgándole a los vínculos que provienen de una historia en común unsignificado difícilmente sustituible. Son ejemplos privilegiados los vínculos con losprogenitores, con los hermanos o con los amigos de la infancia o de la adolescencia. Esigualmente cierto, sin embargo, que una fuerte transferencia de significado de la familiaantecedente a la familia actual constituye una de las “leyes de la vida”. La experienciamuestra frecuentemente que con la mayoría de las personas con las cuales mantenemos unvínculo perdurable que proviene del pasado convivimos pocas horas, o días, en el año, yque algunas veces lo hacemos venciendo una cierta dificultad. Puede decirse entonces quela fidelidad no sólo se sostiene en el pasado, sino también en el cariño presente hacia lapersona que confía en nosotros y en la adhesión a los principios morales que forman partede un carácter honesto.Aunque la infidelidad puede consistir en un engaño, y el engaño puede ser una forma deinfidelidad, es posible distinguirlos, ya que una cualquiera de esas formas puede darse sinla otra. La infidelidad, ya lo hemos dicho, traiciona una confianza; el engaño miente.Reparemos en que a veces la fidelidad recurre al engaño para lograr el bien de alguien aquien se permanece fiel. Hay un engaño malévolo, que se hace para sacar una ventaja aexpensas de la persona engañada, y un engaño benévolo, que intenta evitar el sufrimientodel otro, muchas veces a costa del propio beneficio. Una vez, en mis primeros años dehospital, presencié cómo un hombre le contaba a su mujer, llorando y buscando consuelo,lo que el médico le acababa de informar: que habían encontrado, en ella, un cáncerinoperable. El ejemplo muestra lo que dijimos antes, que hay veces en las cuales decircosas verdaderas puede ser el producto de una actitud que busca el propio beneficio sinreparar en el sufrimiento o en el daño que se puede ocasionar alrededor.Las relaciones extraconyugalesLuego de considerar la diferencia entre lo que quiero y lo que amo, decíamos que tanto lainfidelidad como el engaño no son, inexorablemente, siempre malos. ¿Puede decirse lomismo de las relaciones genitales llamadas “extraconyugales”? La gran mayoría de lasrelaciones genitales extraconyugales que ocurren dentro de nuestra cultura son dañinas, yesto se comprende muy bien si reparamos en cuáles suelen ser los motivos quehabitualmente las animan. El motivo más frecuente para una relación genital extraconyugalconsiste en procurar “fuera del matrimonio” la satisfacción de un deseo o necesidad, queno siempre es genital, y que el cónyuge, real o supuestamente, no puede o no quiere19

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!