11.12.2022 Views

rompe-la-barrera-del-no-chris-voss

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

la vida para probar con nosotros?». Como siempre, emplear un tono de voz que muestre

respeto y deferencia es fundamental.

Si no es para casos similares, conviene evitar el «por qué» como si fuera un hierro

candente. Ni tocarlo.

Contar con tan solo un par de palabras para abrir la conversación no parece un gran

arsenal, pero, créeme, el «qué» y el «cómo» pueden usarse para calibrar prácticamente

cualquier pregunta. «¿Crees que esto te gustaría?» se puede transformar en «¿Qué

opinión te merece esto?» o «¿Cómo lo ves?». Puedes incluso preguntar: «¿Qué es lo que

no ves de esto?», y probablemente saques algo de información útil del interlocutor.

Incluso una pregunta tan agresiva como «¿Por qué has hecho eso?» puede calibrarse y

convertirse en «¿Qué te impulsó a hacerlo?», restando emotividad y rebajando el nivel

acusatorio de la pregunta.

Conviene hacer preguntas calibradas desde el principio de la negociación y hacerlo a

menudo. Algunas de ellas pueden emplearse en el arranque de casi cualquier tipo de

negociación. «¿Cuál es el mayor obstáculo al que nos enfrentamos?» es una de ellas.

Hace que la otra parte te muestre algo sobre ella, algo crítico para toda negociación

porque toda negociación consiste en recabar información.

He aquí algunas preguntas calibradas que yo empleo en prácticamente cualquier

negociación, dependiendo de la situación:

• ¿En qué sentido esto es importante para ti?

¿Cómo puedo contribuir a hacer que esto sea mejor para ambos?

¿Cómo te gustaría que procediera?

¿Qué es lo que nos ha conducido hasta esta situación?

¿Cuál es el objetivo?/¿Qué estamos intentando conseguir aquí?

¿Cómo se supone que voy a hacer eso?

Lo que debe estar implícito en cualquier pregunta calibrada bien diseñada es que tú

quieres lo mismo que tu interlocutor pero necesitas de su inteligencia para resolver el

problema. Funciona especialmente bien con interlocutores muy agresivos o egocéntricos.

No solo estás pidiendo ayuda implícitamente (apelando a la buena voluntad de la otra

parte para que baje las defensas), sino también construyendo una situación en la que un

interlocutor que era previamente recalcitrante empieza a emplear sus recursos

166

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!