11.12.2022 Views

rompe-la-barrera-del-no-chris-voss

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—¿Qué te impide hacerlo ahora mismo? —pregunté.

—¿Cómo? —volvió a preguntar.

—¿Sabes qué? Reúnete conmigo en la puerta de la entrada ahora mismo.

Esto supuso un avance para nosotros, pero aún teníamos que sacar a Bobby de allí y

encontrar un modo de hacerle saber que yo le estaría esperando al otro lado de la puerta.

Le había dado mi palabra de que sería yo el encargado de aceptar su rendición y que él

saldría ileso, así que ahora teníamos que lograr que fuera así... y a menudo esta fase de

implementación puede ser la más complicada.

Nuestro equipo se dividió para organizar un plan. Yo me puse el chaleco antibalas.

Examinamos la escena y pensamos que podía colocarme detrás de uno de los camiones

que habíamos aparcado enfrente del banco, para que me cubriera en caso necesario.

Y entonces se produjo una de esas situaciones de locos donde una mano no sabe lo

que está haciendo la otra. Resultó que en la puerta del banco se había puesto una

barricada por fuera como precaución para que ninguno de los atracadores pudiera huir de

la escena. Esto lo sabíamos todos, por supuesto, pero cuando llegó la hora de que Bobby

se entregara y saliera por la puerta fue como si nuestros cerebros se hubieran echado a

dormir. A nadie del equipo de los SWAT se le ocurrió recordarle a nadie del equipo de

los negociadores este significativo detalle, así que durante unos minutos muy largos

Bobby no podía salir y yo tuve una horrible sensación en el estómago que me decía que

cualquier progreso que hubiéramos conseguido hacer con ese tipo no nos iba a servir

para nada.

Así que allí estábamos, haciendo lo posible por recuperar el terreno perdido.

Rápidamente, dos miembros del SWAT, con escudos antibalas y armados, se acercaron a

la entrada para retirar la barricada de la puerta, y en ese momento aún no sabían a lo que

se estaban enfrentando. Fue un momento muy tenso. Podía haber habido diez armas

apuntando a los SWAT, pero ellos se aproximaron a la puerta muy despacio. Eran

sólidos como rocas. Liberaron la puerta, se retiraron y, finalmente, pudimos proceder.

Bobby salió con las manos en alto. Le había dado unas instrucciones específicas sobre

lo que tenía que hacer cuando saliera por la puerta. Lo cachearon dos miembros del

SWAT. Bobby volvió la cabeza buscándome y dijo:

—¿Dónde está Chris? Quiero ver a Chris.

Finalmente, me lo trajeron y pudimos interrogarle en nuestro puesto de mando

improvisado. Entonces nos enteramos de que dentro, reteniendo a los rehenes, solo

46

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!