18.12.2022 Views

La Seleccion - Kiera Cass

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

risitas de Lucy resonaron por todo el pasillo, y después se oyó a Anne haciéndola

callar.

—Menudo grupito de doncellas tienes —observó Maxon, entrando en la

habitación y escrutándola con la mirada.

—Se encargan de que siempre esté a punto —respondí, con una sonrisa.

—Es evidente que te tienen afecto. Eso es difícil de encontrar —dejó de

observar la habitación y me miró a la cara—. No me imaginaba así tu

habitación.

Levanté un brazo y lo dejé caer.

—En realidad no es mi habitación, ¿no? Te pertenece a ti; yo solo la ocupo.

Él hizo una mueca.

—Te habrán dicho que puedes hacer cambios, ¿no? Si quieres otra cama, o

que la pinten de otro color…

—Una capa de pintura no la haría mía —dije, encogiéndome de hombros—.

Las chicas como y o no viven en casas con suelos de mármol —bromeé.

Maxon sonrió.

—¿Cómo es tu habitación, en casa de tus padres?

—Hum… ¿Para qué has venido exactamente?

—¡Oh! Es que he tenido una idea.

—¿Sobre qué?

—Bueno —empezó, poniéndose a caminar por la habitación—, he pensado

que, y a que tú y y o no tenemos la típica relación que sí tengo con las otras

chicas, quizá deberíamos compartir… medios de comunicación alternativos —se

detuvo frente a mi espejo y miró las fotografías de mi familia—. Tu hermana es

idéntica a ti —observó, divertido.

Me acerqué.

—Nos lo dicen mucho. ¿Qué es eso de los medios de comunicación

alternativos?

Maxon acabó de repasar las fotos y se acercó al piano, al fondo de la

habitación.

—Dado que se supone que tienes que ay udarme, ser mi amiga y todo eso —

prosiguió, mirándome a los ojos—, quizá no deberíamos confiar en las notas de

siempre a través de las doncellas y en las invitaciones formales para vernos.

Estaba pensando en algo menos ceremonioso —cogió una de las partituras que

había encima del piano—. ¿Las has traído tú?

—No, esas estaban aquí. Si quiero tocar algo que me apetezca de verdad, me

lo sé de memoria.

—Impresionante —dijo, levantando las cejas, y retrocedió, acercándose a

mí, sin completar su explicación.

—¿Podrías dejar de curiosear y acabar de explicarme tu idea, por favor?

Maxon suspiró.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!