La Seleccion - Kiera Cass

Recommendations

Info

también eran suyas.—Te odio, ¿sabes? —dije.—Lo sé, Mer. Lo sé.Mer. Cuando me tocaba así y me llamaba con aquel nombre, sentía como siestuviera en otro mundo. Pese a todo mi disgusto, Aspen me hacía sentir en casa.Seguimos así casi quince minutos, hasta que recordó que debía marcharse.—Tengo que volver. El guardia que hace las rondas esperará verme ahí fuera.—¿Qué?—Hay guardias que hacen rondas aleatoriamente. Puede que tenga veinteminutos, o quizás una hora. Si hacen una ronda corta, podría tener menos decinco minutos.—¡Pues date prisa! —le apremié, poniéndome en pie de un salto con él paraay udarle a alisarse el pelo.Agarró su bastón y los dos atravesamos la habitación a la carrera. Antes deabrir la puerta, tiró de mí para besarme de nuevo. Fue como una iny ección de luzdel sol corriendo por mis venas.—No puedo creerme que estés aquí —dije.Aspen sacudió la cabeza.—Créeme, y o fui el primer sorprendido.—Eso lo dudo —sonreí, y él también—. ¿Cómo acabaste en la guardia delpalacio?Se encogió de hombros.—Parece que tengo una predisposición natural. Mandan a todo el mundo a uncentro de entrenamiento en Whites. ¡America, estaba todo nevado! No los cuatrocopos que solemos ver nosotros. Allí dan instrucción y alimento a los nuevosguardias, y los ponen a prueba. También te inyectan cosas. No sé lo que es, perogané mucho volumen en poco tiempo. Ahora soy un buen luchador, y hasta másinteligente. Obtuve la mejor nota de nuestra clase.—Eso no me sorprende nada de nada —dije, sonriendo con orgullo.Volví a besarle. Aspen siempre había sido demasiado brillante como paravivir la vida de un Seis.Abrió la puerta y echó un vistazo al pasillo. No parecía que hubiera nadie.—Tengo mucho que contarte. Hemos de hablar —le susurré.—Lo sé. Y hablaremos. Llevará tiempo, pero volveré. Esta noche no. No sécuándo, pero pronto.Volvió a besarme, con tanta fuerza que casi me hizo daño.—Te he echado de menos —me susurró en la boca, y volvió a ocupar supuesto.Volví a la cama como en una nube. No podía creerme lo que acababa dehacer. Una parte de mí —una parte muy contrariada— tenía la convicción deque Maxon se lo merecía. Si quería proteger a Celeste y humillarme, desde luego
y o no formaría parte de la Selección mucho tiempo más. Si ella podía saltarse lasreglas, a mí no habría nada que pudiera detenerme. Problema resuelto.De pronto sentí la fatiga, y me dormí casi al instante.
Page 2 and 3:
Libro proporcionado por el equipoLe
Page 4 and 5:
Kiera CassLa SelecciónLa Selecció
Page 6 and 7:
Capítulo 1Cuando llegó la carta,
Page 8 and 9:
decíamos que no a ningún trabajo
Page 10 and 11:
objetivo mantenernos unidos y recor
Page 12 and 13:
aquello me ponía de los nervios.¿
Page 14 and 15:
Capítulo 2Entré a gatas en la cas
Page 16 and 17:
nadie más. Yo también quería nue
Page 18 and 19:
—Aspen, saldremos adelante. Somos
Page 20 and 21:
Me dejó cantar unos minutos hasta
Page 22 and 23:
Los ojos se me abrieron de golpe.
Page 24 and 25:
—Papá, si decidiera casarme con
Page 26 and 27:
sabía si sentirme aterrada o alivi
Page 28 and 29:
—Tararea —intervino Celia.—S
Page 30 and 31:
así que incluso los Ochos podían
Page 32 and 33:
conocer a esas señoritas encantado
Page 34 and 35:
Otra razón por la que todo el mund
Page 36 and 37:
—America, se supone que soy y o q
Page 38 and 39:
elegidas, todo volviera a ser como
Page 40 and 41:
creo que sonreía en secreto tras s
Page 42 and 43:
para hablar. El hombre colocó un m
Page 44 and 45:
» Su única relación romántica s
Page 46 and 47:
silvestres.—Hola, America —salu
Page 48 and 49:
—¿Lo correcto? Aspen, me hiciste
Page 50 and 51:
Capítulo 7La mañana siguiente me
Page 52 and 53:
que lo estaba pasando mal. Su expre
Page 54 and 55:
Capítulo 8Era la primera vez que i
Page 56 and 57:
hacíamos alguna pregunta directa,
Page 58 and 59:
abierto un camino con una alfombra
Page 60 and 61:
entrar.—Lamentamos mucho apremiar
Page 62 and 63:
le trajera algo o que se apartara d
Page 64 and 65:
chica.Ella sonrió.—Muy bien, cre
Page 66 and 67:
ha visto nada de eso. Esta noche é
Page 68 and 69:
—Con la señorita Tames también
Page 70 and 71:
—Sí. Es solo que algunas de las
Page 72 and 73:
Asintieron, esperanzadas.—Entonce
Page 74 and 75:
mármol con mis pies descalzos. Hab
Page 76 and 77:
Para hacer las cosas más fáciles,
Page 78 and 79:
—Sí —respondí, soltando aire
Page 80 and 81:
maleducado preguntarles qué era lo
Page 82 and 83:
podáis comer frente a la familia r
Page 84 and 85:
importancia de lo que iba a decir.
Page 86 and 87:
sitios. Las demás, por favor, pasa
Page 88 and 89:
Capítulo 12Las cámaras dieron una
Page 90 and 91:
raro.Alguien a mi lado emitió un s
Page 92 and 93:
risa.Mamá estaba mandona. Incluso
Page 94 and 95:
creo que me han timado. ¡No me pue
Page 96 and 97:
aquel tiempo con el príncipe.Ya me
Page 98 and 99:
formación tras las puertas, que ce
Page 100 and 101:
—¿Tus doncellas? —preguntó é
Page 102 and 103:
quitarme comida del plato. Aquí la
Page 104 and 105:
así, creo que debe de haber algo.A
Page 106 and 107:
—Lo…, lo… siento… Lady… L
Page 108 and 109:
aquella chica hubiera tenido que pa
Page 110 and 111:
la chica que saldría seleccionada,
Page 112 and 113:
—Bueno. Lo que había pensado es
Page 114 and 115:
mismo tono.—De acuerdo —respond
Page 116 and 117:
antes de que Maxon respondiera, la
Page 118 and 119:
que… ¿de qué servía conservar
Page 120 and 121:
un tonto, porque no tengo su experi
Page 122 and 123:
Pero hay otras ocasiones en las que
Page 124 and 125:
familia estaba invitada. Él vino a
Page 126 and 127:
quieren que reduzca las opciones a
Page 128 and 129:
Había decidido volver a mi máxima
Page 130 and 131:
tendrá algo que te guste.Abrí la
Page 132 and 133:
—No. No estoy contrariada. Todo v
Page 134 and 135: Eché un vistazo por la sala. Unas
Page 136 and 137: Y ahí estábamos nosotras, en fila
Page 138 and 139: —En el oeste, señor, cerca de la
Page 140 and 141: Todas empezaron a mirar alrededor,
Page 142 and 143: Así que las chicas eliminadas iban
Page 144 and 145: ventana, y yo solté una risita al
Page 146 and 147: para que puedan hacerlo sus hijos o
Page 148 and 149: en la comida que en las palabras de
Page 150 and 151: gustan a usted —constató Mary.
Page 152 and 153: Oí que Silvia nos llamaba a todas
Page 154 and 155: tener claro si aquello era una buen
Page 156 and 157: engreído y superficial.Gavril se s
Page 158 and 159: añadió, con una sonrisa socarrona
Page 160 and 161: Me había elegido a mí para su pri
Page 162 and 163: Capítulo 19No le conté a nadie lo
Page 164 and 165: No obstante, esta vez se dirigió a
Page 166 and 167: educación pertinente o que los dep
Page 168 and 169: Suspiró—. No sé cómo lo hace.
Page 170 and 171: Capítulo 20La familia de la reina
Page 172 and 173: que tenía que ser su princesa, lo
Page 174 and 175: haber ido…—America, ¿conoces a
Page 176 and 177: Capítulo 21Al final decidí no ir
Page 178 and 179: —Sí. Y no podía tener una celeb
Page 180 and 181: hacia mí, vi por qué. Su precioso
Page 182 and 183: —Ya está bien —dijo Maxon, con
Page 186 and 187: Capítulo 23Cuando me desperté, po
Page 188 and 189: Se encogió de hombros.—En realid
Page 190 and 191: que lleguen. ¡Por favor!Sabía que
Page 192 and 193: Evidentemente, serían las primeras
Page 194 and 195: habían dormido al llegar y a se ha
Page 196 and 197: morirás —dijo May, entre llantos
Page 198 and 199: prestar atención a alguien a quien
Page 200 and 201: para asegurarse de que estaba prepa
Page 202 and 203: a mis doncellas.—La situación me
Page 204 and 205: asegurarme de que nunca más tengas
Page 206 and 207: AgradecimientosVale, por si acaso e
Page 208: KIERA CASS (EE UU, 1981). Nació y
show all

La Seleccion - Kiera Cass

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

Delete template?

Save as template?