Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
raro.
Alguien a mi lado emitió un sonido de desaprobación. Oh. Me di cuenta de
que, si perdía, sería la primera de las chicas en disponer de un tiempo a solas con
el príncipe. Algo dentro de mí me decía que negociara, pero, si iba a ay udarle —
como le había prometido—, no podía poner trabas al primer intento de quedar a
solas.
—Es un buen negociador, señor, pero acepto.
—¿Justin? —El may ordomo con el que había hablado antes se acercó de
nuevo—. Prepare un paquete de tartaletas de fresa y envíeselo a la familia de la
señorita. Mande a alguien y ordénele que espere a que su hermana las pruebe, y
que nos informe de si realmente llora o no. Tengo una gran curiosidad.
Justin asintió y desapareció.
—Debería escribir una nota y aprovechar el envío para decirle a su familia
que está bien. De hecho, todas ustedes deberían hacerlo. Tras el desay uno,
escriban una carta a sus familias, y nos aseguraremos de que llegan hoy mismo.
Todas sonrieron y suspiraron, contentas de formar parte por fin de todo
aquello. Nos acabamos el desay uno y nos fuimos a escribir nuestras cartas. Anne
me trajo papel, y le escribí una breve nota a mi familia. Aunque las cosas habían
empezado de un modo algo raro, lo último que quería era que se preocuparan.
Intenté darle un tono desenfadado.
Queridos mamá, papá, May y Gerad:
¡Ya os echo tanto de menos! El príncipe quería que escribiéramos a casa y les
contáramos a nuestras familias cómo estamos. Yo estoy bien. El viaje en avión
daba un poco de miedo, pero a su modo también fue divertido. ¡El mundo se ve tan
pequeño desde allí arriba!
Me han dado un montón de vestidos preciosos y otras cosas, y tengo tres
doncellas encantadoras que me ayudan a vestirme, que me lo limpian todo y me
dicen dónde tengo que ir. Aun así, si en algún momento estoy completamente
perdida, siempre saben lo que me toca hacer y me ayudan a llegar a tiempo.
Casi todas las chicas son tímidas, pero creo que he hecho una amiga. ¿Os
acordáis de Marlee, de Kent? La conocí en el viaje a Ángeles. Es muy ocurrente y
amable. Si vuelvo pronto a casa, espero que ella llegue hasta el final.
He conocido al príncipe. También al rey y a la reina. En persona tienen un
aspecto aún más regio. Aún no he hablado con ellos, pero sí con el príncipe
Maxon. Es una persona sorprendentemente generosa…, creo.
Tengo que dejaros, pero os quiero y os echo de menos. Volveré a escribiros en
cuanto pueda.
Con cariño,
AMERICA