La gestión ambientaL de carreteras en méxico - selome

ayuda a inferir sobre las zonas por donde se desplaza
la fauna de forma natural, así como determinar
los puntos negros (zonas con densidades altas de
fauna atropellada). Lo anterior nos ayuda a identificar
las rutas o corredores que un proyecto carretero
interrumpe, destacando que durante la construcción
de este proyecto no se identificaron o analizaron estas
zonas de suma importancia para la fauna.
> Registro de atropellos. Cuando una carretera
ya está en funcionamiento, se puede llevar a
cabo el registro de atropellos a lo largo de ésta
o en el tramo de interés, con el fin de identificar
los sitios críticos en los que existe un mayor número
de atropellos; de igual manera, se obtiene
información sobre las especies de fauna que
la carretera afecta mayormente. Una medida
efectiva para este método, es utilizar el índice
de atropello (Índices kilométricos de abundancia
“IKAs”). Los índices kilométricos de abundancia
o IKAs son una medida de frecuencia
que se utilizará en el análisis de resultados. Se
expresan mediante un valor numérico, obtenido
de dividir el número de atropellos localizados,
por el de kilómetros prospectados, así como
el IKA anual (nº de vertebrados atropellados/
kmxaño). El IKA es un valor muy variable en
función de tipo de carretera, método de prospección,
época del año y el factor de aleatoriedad
anteriormente descrito; un IKA para una
especie que aparezca muy ocasionalmente en
un tramo difícilmente se mantendrá constante
de año en año en ese tramo (valores bajos o no
significativos; PMVC, 2003).
Continuidad de corredores biológicos
Como ya se ha visto, uno de los principales y más
serios impactos que genera la construcción de
una carretera, es la interrupción de los corredores
biológicos por donde ésta cruza. Este impacto no
puede evitarse, pero sí puede establecer acciones
que contrarresten la discontinuidad de dichos corredores.
Una vez que se han identificado los corredores o
rutas de desplazamiento de fauna que pueden ser o
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se han afectado por la presencia de infraestructura
carretera, se considera la reforestación y conservación
de la superficie vegetal dentro del derecho de
vía, haciendo que la franja que separa los fragmentos
(DV de la carretera) sea más estrecha y lo único
que no cuente con vegetación que permita la movilización
de fauna mediana y pequeña, sea el ancho
de corona de la carretera y tres metros a cada lado
de ella. Con esta medida se busca que el efecto
barrera que representa la carretera para la fauna
sea menor, con la finalidad de que las distintas especies
animales puedan tener acceso hacia el otro
lado de la carretera con menor riesgo de atropello.
Una gran medida de mitigación que debe ser obligatoria
en todo proyecto carretero, es considerar
la construcción de pasos de fauna o pasos mixtos
(flujo hidrológico y de animales). Esto consiste en
ubicar y construir alcantarillas con las dimensiones
apropiadas (según el tipo de fauna presente para
cada zona, región, etcétera), o en su caso, realizar
algunas adecuaciones a las obras de drenaje cuando
se consideran para un proyecto, con la finalidad
de habilitarlos como pasos mixtos que permitan la
permeabilidad de la fauna hacia los hábitats que se
fragmentaron o se fragmentarán por la presencia
de la carretera; además debe considerarse la construcción
de pasos de fauna elevados ("overpasses"
en países como Estados Unidos), ubicados en sitios
estratégicos como resultan ser zonas de corredores
o áreas fragmentadas por la carretera, con la
finalidad de mantener la continuidad de las poblaciones
o especies (incluye la variabilidad genética).
Como medida adicional a la construcción de pasos
de fauna o pasos mixtos para evitar la reducción o
pérdida de la continuidad de los corredores biológicos,
se considera urgente atender la restauración
ecológica de terrenos dentro de las zonas críticas
a lo largo del derecho de vía que afecten zonas importantes
para el traslado de fauna, particularmente
cuando los proyectos carreteros crucen por áreas
naturales protegidas, parques estatales, municipales,
o zonas de grandes corredores a nivel regional,
todo esto con la meta de intentar mantener y conservar
la biodiversidad biológica en donde existen
o se pretende construir infraestructura carretera.