La gestión ambientaL de carreteras en méxico - selome

planearán y regularán de manera conjunta y coordinada
el desarrollo de dichos centros con apego a
la ley federal en la materia, figura que se retoma a
nivel estatal para el caso de las conurbaciones municipales
interestatales, que los municipios, con el
concurso de los estados cuando así fuere necesario
y lo determinen las leyes, tendrán a su cargo los
servicios públicos, que los municipios de un mismo
estado, previo acuerdo entre sus ayuntamientos y
su sujeción a la ley, podrán coordinarse y asociarse
para la eficaz prestación de los servicios públicos,
y que los municipios percibirán las contribuciones,
incluyendo las tasas adicionales que establezcan
los estados sobre la propiedad inmobiliaria, de su
fraccionamiento, división, consolidación, traslación
y mejora, así como las que tengan como base
el cambio de valor de los inmuebles. (Artículo 115,
Fracción III, V y VI de la Constitución Política de los
Estados Unidos de México.)
Cabe señalar que además de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, la planeación
urbana en el país también se basa en lo que
dicta la Ley General de Asentamientos Humanos,
que dicta la obligación de sujetarse a la zonificación
que se establezca en los planes y gestionar las
autorizaciones y licencias previas al procedimiento
que se trate (Rébora Togno).
De acuerdo con lo señalado en los artículos constitucionales
antes enunciados, el suelo urbano se
deja como competencia de las autoridades municipales,
lo cual ha sido perjudicial para la planeación,
debido a que los planes urbanos obedecen a intereses
privados, partidistas o de un grupo de poder
en el periodo de gobierno municipal (tres años) y no
a los requerimientos reales de los asentamientos
humanos, sus habitantes y actividades económicas.
Otro problema al que se enfrenta la planeación
en México es que la generación de un plan urbano
depende de la voluntad política de las autoridades
, lo cual ha generado efectos sociales, ambientales,
económicos y espaciales negativos dentro de
un territorio no planificado; asimismo en el país
existen planes urbanos que siguen vigentes a más
de 20 años de haberse elaborado y que ya no son
congruentes con la realidad y demandas actuales;
154 La gestión ambiental de carreteras en México
por otro lado, es necesario señalar que las acciones
que se plantean en los planes se concentran
en la regularización de asentamientos humanos y
de tenencia de la tierra, y en otras acciones que no
son estratégicas ni resuelven problemas a mediano
o largo plazo, por el contrario en el caso de los
asentamientos humanos irregulares se regulariza
su establecimiento y/o crecimiento localizado la
mayoría de las veces en sitios no aptos para el crecimiento
urbano, es decir que la planeación urbana
solo ha probado su efectividad como instrumento
regulador del desarrollo urbano y no como instrumento
estratégico para el desarrollo.
Pese a todo lo anterior, en México existen casos
exitosos en materia de planeación urbana. Un
ejemplo reciente es el caso de Nuevo León 2030.
Visión Estratégica Integral de Desarrollo Urbano,
Vivienda y Ambiente, el cual se considera un logro
por el planteamiento y fundamentación desde la
sustentabilidad. Este instrumento cuenta con objetivos
concretos como:
> Crecer en calidad, evitando los impactos negativos
de un crecimiento solo cuantitativo;
Reciclar más y consumir menos, adoptando
formas menos prepotentes e irresponsables de
manejo de los recursos;
> Constituir círculos virtuosos entre todos los
aspectos de resguardo de los intereses públicos,
superando las divisiones entre sectores y
buscando articulaciones más armoniosas;
> Hacer ciudad y no sólo casas, garantizando
que la satisfacción de la demanda de vivienda
se integre con la oferta de servicios, equipamientos,
espacios recreativos y de convivencia
pública y fuentes de trabajo cercanos al lugar
de residencia;
> Vivir cerca, donde se pueda habitar en un sitio
que está a distancia dominantemente peatonal
de todos los servicios y equipamientos
necesarios;
> Mover personas antes que autos, teniendo en
cuenta que en un vehículo de transporte público
se mueven 30 o más personas, liberando así las
vías existentes de la presión de un crecimiento
automotor individual ilimitado;