Estudios Sociales âla Caixaâ
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I. El problema del fracaso<br />
y el abandono escolar<br />
¿Desde cuándo preocupa el fracaso escolar? No preocupaba medio siglo atrás,<br />
cuando se consideraba natural que los niños y adolescentes fueran rechazados<br />
en masa por el sistema escolar. La escolarización primaria era un objetivo de<br />
carácter universal (para todos y en todas partes), pero a nadie le extrañaba que<br />
miles de alumnos dejaran de serlo para incorporarse a la actividad económica,<br />
particularmente si se trataba de las tareas domésticas, las mujeres, o del trabajo<br />
agrario e industrial, los hombres. Hasta la aprobación de la Ley General de<br />
Educación de 1970, para acceder al bachillerato elemental (10 a 14 años) era<br />
necesario superar un examen de ingreso, término que dejaba bien claro que el<br />
alumno estaba todavía fuera del sistema escolar o del sistema escolar propiamente<br />
dicho (la secundaria y la universidad). Porque no había un sistema sino<br />
dos: el formado por la escuela primaria y el aprendizaje del oficio, quizá con<br />
el paso añadido por alguna suerte de formación profesional, el único al que<br />
podían acceder los trabajadores y la mayoría de la población, y el constituido<br />
por el bachillerato y la enseñanza superior, encargado de surtir de cuadros a<br />
las burocracias públicas y privadas y a las profesiones. Esta dualidad no era,<br />
ni mucho menos, exclusiva del sistema español, pues se extendía por todas<br />
partes, y así se refleja en el dualismo de la terminología del mundo educativo:<br />
instrucción y enseñanza, maestros y profesores, alumnos y estudiantes.<br />
Por un lado, las escuelas primarias para todos, que, aunque no todos pasaran<br />
cumplidamente por ellas, podían considerarse como algo a su alcance, en el<br />
supuesto de que hubiera habido una oferta suficiente; por el otro, la secundaria<br />
académica y la superior, a la que sólo llegaban los privilegiados.<br />
Las reformas comprehensivas de la enseñanza cambiaron progresivamente esa<br />
situación, al acercar el tronco común hasta el término de la escolaridad obligatoria,<br />
generalmente a los 15 o los 16 años. Llegaron por la doble convicción<br />
EL PROBLEMA DEL FRACASO Y EL ABANDONO ESCOLAR 13