Estudios Sociales âla Caixaâ
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una eventual separación de los sexos en esas edades –como, dicho sea de paso,<br />
los provocó también cuando algunos grupos feministas creyeron ver ahí la<br />
posibilidad de promover el logro académico de las mujeres– y, en cualquier<br />
caso, está suscitando interrogantes sobre la eventual existencia de factores y<br />
mecanismos en la institución, los procesos y los agentes escolares que perjudican<br />
a los alumnos varones (Hoff Sommers, 2000), cuestiones que chocan<br />
fácilmente con la barrera de la corrección política pero que no por ello pueden<br />
ser desdeñadas ni ignoradas.<br />
Merecería la pena investigar si hay algo en la escuela que perjudica a los estudiantes<br />
masculinos con independencia de sus habilidades cognitivas y de su<br />
trabajo académico. El hecho de que la superioridad académica femenina sea<br />
precisamente mayor cuanto más patriarcal es la cultura del grupo requiere una<br />
reflexión. Las mujeres superan a los hombres casi en cualquier parte, pero en<br />
España lo hicieron sensiblemente antes que en el Reino Unido, entre los alumnos<br />
de origen magrebí más que entre los españoles nativos (Colectivo Ioé, 2002)<br />
y entre los gitanos más intensamente que entre los payos (Fernández Enguita,<br />
2007b). Este acrecentamiento diferencial de la ventaja puede deberse a que, precisamente<br />
en las culturas más patriarcales, la mujer tiene más que ganar con la<br />
educación, o que la escuela es, en mayor medida, el único lugar que le ofrece<br />
la posibilidad de mejorar, pero también, pura y simplemente, a que la cultura<br />
escolar choca cada vez más abiertamente con los valores masculinos tradicionales.<br />
Esto sería coherente con el hecho de que todos los varones sean iguales,<br />
pero algunos más que otros; es decir, que todos salen perjudicados pero en<br />
especial los de entornos culturales más tradicionales, ya que, a fin de cuentas, la<br />
desaparición de muchas de las diferencias entre las articulaciones de los roles de<br />
género propias de las culturas mencionadas es una cuestión de tiempo: España<br />
es, en muchos aspectos, el pasado del Reino Unido, como los gitanos son el de<br />
los payos, etcétera. Responde también a la extensa e intensa feminización del<br />
profesorado y su presumible e innegable efecto sobre los métodos de enseñanza,<br />
aprendizaje, organización del aula, evaluación… y sobre el modelo del buen<br />
alumno que puede estar convirtiéndose, cada vez más, en la buena alumna.<br />
Es interesante hacer notar algunos fenómenos menores pero relevantes en la<br />
articulación de estas distintas fracturas sociales. Uno ya bien conocido es<br />
la superposición de etnia y clase, que significa que una parte de las desventajas<br />
de las minorías está simplemente asociada a su clase social, si bien hay<br />
LAS DIFICULTADES DE LA INSTITUCIÓN ESCOLAR EN SU EDAD TARDÍA 183