08.05.2013 Views

AL OTRO LADO DEL ESPEJO - José María Álvarez

AL OTRO LADO DEL ESPEJO - José María Álvarez

AL OTRO LADO DEL ESPEJO - José María Álvarez

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

105<br />

<strong>AL</strong> <strong>OTRO</strong> <strong>LADO</strong> <strong>DEL</strong> <strong>ESPEJO</strong>. JOSÉ MARÍA ÁLVAREZ<br />

A mí me gustó mucho ya en el principio cuando vela las<br />

armas.<br />

Ah, es un momento sagrado. Y lo que antes le decía de por<br />

dónde iban las nostalgias cervantinas. ¿Recuerda las armas que<br />

vela?<br />

Sí, bueno, las armas de caballero.<br />

Sí, pero ¿a quién pertenecieron? A sus antepasados, eran las<br />

armas que ellos habían llevado probablemente con gloria. Es todo<br />

un símbolo que sean precisamente esas viejas armas las que limpia<br />

para «alzarse». Ya le digo que todo el QUIJOTE es un milagro.<br />

Y quizá el mayor milagro sea el mismo proceso de encantamiento<br />

de Sancho, porque uno de los aciertos, el lujo absoluto<br />

de DON QUIJOTE, no es ya que él no separe realidad e<br />

imaginación, sino que llega un momento en que tampoco Sancho<br />

lo hace con mucha seguridad. Pero sobre ese capítulo, la<br />

descripción que hace Don Quijote de los dos ejércitos es una<br />

de las páginas más bellas que se han escrito. También es adorable<br />

la historia en Sierra Morena y el discurso de Don Quijote<br />

sobre Dulcinea y el amor. Hay una cosa que recuerdo, sobre lo<br />

que decía del proceso de encantamiento de Sancho. Es algo<br />

memorable. Al final de la primera parte, cuando Sancho regresa<br />

a su casa y le cuenta a su mujer la serie de hazañas que han<br />

realizado su señor y él, y le dice que entre las muchas cosas<br />

vistas, ha «visitado castillos». ¡Castillos! No había estado en<br />

ningún. Pero también Sancho los había visto.<br />

Bueno, eso también puede ser una forma de contar.<br />

No, no, porque después, cuando van a partir de nuevo, Sancho<br />

le dice a su mujer que alimente bien al rucio porque van a<br />

ir hacia aventuras «maravillosas». No, hay ya algún momento<br />

en que Sancho empieza a hablar como Don Quijote. Y lo que<br />

desde luego no me cabe duda es que Sancho, el mundo que<br />

verdaderamente desea, es el de Don Quijote.<br />

Es una visión muy personal.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!