08.05.2013 Views

AL OTRO LADO DEL ESPEJO - José María Álvarez

AL OTRO LADO DEL ESPEJO - José María Álvarez

AL OTRO LADO DEL ESPEJO - José María Álvarez

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

SEGUNDO PRÓLOGO<br />

8<br />

<strong>AL</strong> <strong>OTRO</strong> <strong>LADO</strong> <strong>DEL</strong> <strong>ESPEJO</strong>. JOSÉ MARÍA ÁLVAREZ<br />

Longtemps, je me suis couché a muy altas horas. Como en<br />

tales desiertos uno acaba por leer casi todo, incluso a veces se<br />

topa con sus propias páginas. Así ha vuelto a mis manos –no<br />

sin cierta imposición de sus nuevos editores- el libro que ahora<br />

usted tiene en las suyas. Confieso no haberlo terminado. Pero<br />

el vicio de comenzar por el principio me ha dado a conocer el<br />

dictamen del prologuista sobre mi oposición a nuevas conversaciones.<br />

Debo explicarlo:<br />

Sin duda los acontecimientos y declaraciones que amojonan<br />

la vida de un escritor son pasto deslumbrador para investigadores<br />

y amables partidarios. Pero lo que a los primeros onnubila,<br />

a mi entender ha de vedárseles (como forma de evitar su sustento<br />

y provocar su extinción), y lo que a los segundos fascinaría<br />

es algo que cada vez me siento más incapacitado de proporcionárselo.<br />

Considerando además que si a los 44 años largos<br />

de mi edad he alcanzado la frontera del tedio y la más profunda<br />

desesperanza en cuanto a la suerte de cuanto amo –mitigada<br />

tan sólo por algunas lecturas, músicas, cuadros o películas,<br />

el vodka y el tabaco, el desprecio, ya muy contadas amistades<br />

y ese milagro que es una mujer –narrar mis andanzas desde<br />

1978 no creo que lleve a un desenlace estimulante. Creo que<br />

los poetas –y no dudo que en este extrañamiento nos acompañan<br />

otros no menos singulares destinos- estamos más acabados<br />

que Carracuca y cuando se nos exhibe en Universidades o firmas<br />

de libros o cualquier otro zoológico cada vez siento más<br />

intensamente que somos una patética figuración –como precisó<br />

Discépolo- de “disfrazaos... sin carnaval”; papel que, desde luego,<br />

día tras día represento peor. Hubiese, acaso, rectificado<br />

alguna opinión de las que conserva este libro –no se envejece en<br />

vano–, pero los que fui o el de ahora, todos los caracteres son

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!