08.05.2013 Views

AL OTRO LADO DEL ESPEJO - José María Álvarez

AL OTRO LADO DEL ESPEJO - José María Álvarez

AL OTRO LADO DEL ESPEJO - José María Álvarez

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

7<br />

<strong>AL</strong> <strong>OTRO</strong> <strong>LADO</strong> <strong>DEL</strong> <strong>ESPEJO</strong>. JOSÉ MARÍA ÁLVAREZ<br />

defectos que por nuestras buenas cualidades. En cuanto a preferencias<br />

literarias o artísticas, poco difiero del retratado. Quizás<br />

echo de menos mi devoción por unos cuantos poetas menores,<br />

sombras de antologías venerables, por algunos pintores (entre<br />

otros, Tiziano, Vermer Van Delft, Rembrandt, Van Eyck...)<br />

que adoro; y la ausencia, me parece, de Kafka, de Chesterton,<br />

de Chopin2 y de la Callas. Junto a ellos, una más noble expresión<br />

de la memoria de quienes para mí han simbolizado altísimos<br />

modelos de vida, “l’esprit de finesse”, como el Príncipe<br />

de Lampedusa, Rubinstein, Maire von Thurn und Taxis-<br />

Hohenlohe, Orson Welles, Sir John Gielgud y mi abuela.<br />

Veo también que casi con unanimidad se me adjudica una<br />

leyenda amorosa desproporcionada, cuando yo siempre me he<br />

tenido por algo tímido, circunspecto, en resumen, radiantemente<br />

desolado. Por el contrario, creo que mi delicuescencia alcohólica<br />

se ha minimizado y evita su única justificación: el placer.<br />

Para terminar, tengo por exagerada mi conversión en “gran<br />

viajero”, ya que siendo actualmente imposible desplazarse como<br />

el buen gusto exige, presumiendo la deplorable compañía casi<br />

siempre y no entrando en mis intereses ninguno de los que definen<br />

al verdadero explorador, creo haberme limitado a conversar,<br />

beber, pasear o comprar libros, unas veces en Cartagena y<br />

otras en New York, Roma, Venezia o París. Y sobre todo porque<br />

ninguno de mis viajes me ha enriquecido más que aquellos en<br />

los que acompañé a Marco Polo, el regreso de Ulises, el navegar<br />

de la “Hispaniola”, o los luminosos horizontes de Shahrazad.<br />

<strong>José</strong> <strong>María</strong> <strong>Álvarez</strong><br />

Roma, Primavera de 1979<br />

1 Se trataba de la publicación en Editorial Planeta, donde el informe<br />

de Carlos Pujol dio al libro la más alta consideración.<br />

2 Su admiración por Chopin quedó reflejada en la III Conversación.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!