08.05.2013 Views

AL OTRO LADO DEL ESPEJO - José María Álvarez

AL OTRO LADO DEL ESPEJO - José María Álvarez

AL OTRO LADO DEL ESPEJO - José María Álvarez

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

266<br />

<strong>AL</strong> <strong>OTRO</strong> <strong>LADO</strong> <strong>DEL</strong> <strong>ESPEJO</strong>. JOSÉ MARÍA ÁLVAREZ<br />

vuelos más altos y serenos que haya dado nunca un músico. Y<br />

qué decir del concierto de Mozart. Mozart ahí nos está contando<br />

todo. Le propongo a usted que dejemos de hablar y escuchemos<br />

a Mozart.<br />

Sería magnífico. Pero vamos a seguir con esta charla.<br />

Vamos a volver hacia su propia obra, y el momento en que<br />

se publica MUSEO DE CERA. ¿A qué cree usted que se debe<br />

la poca venta?<br />

Supongo que mis poemas no gustan. No sé. Por otra parte,<br />

recibo cartas de los lectores que me siguen, verdaderamente muy<br />

entusiasmados. Y además, ¿qué es eso de vender? Al lado de lo<br />

que vendió Melville o de los primeros libros de Borges, aún soy<br />

afortunado. Menos lo fue Michel Lévy con L’ÉDUCATION<br />

SENTIMENT<strong>AL</strong>E. Además, ¿usted cree que tiene algún interés<br />

ser conocido en España? En último caso uno puede sentir deseos<br />

de conseguirlo en Inglaterra, o en Francia, o en EE.UU.,<br />

pero aquí... Además, «I am going to sea. You may go home if<br />

you think proper»143 .<br />

De las cosas que <strong>José</strong> <strong>María</strong> Alvarez y yo hemos hecho juntos<br />

–que han sido muchas y, algunas, realmente impublicables–, creo<br />

que la más divertida ha sido siempre viajar. Si uno cuenta con<br />

unos nervios bien templados y la dosis adecuada de sentido<br />

del humor, Alvarez puede resultar un compañero de viaje verdaderamente<br />

estupendo. Hemos vagabundeado por Inglaterra,<br />

Hungría, Turquía, Egipto, Grecia, Sudán, Túnez y Kenia. Es el<br />

tipo de hombre que cuando uno se está duchando, golpea fuertemente<br />

la puerta del cuarto de baño hasta conseguir el permiso<br />

para franquearla, y a continuación es capaz de aferrarse a la<br />

cortina de plástico que protege al que se está duchando –e impide<br />

que lo ponga todo perdido– y tirar de ella y agitarla hasta<br />

que uno interrumpe el chorro de agua salutífera y pregunta qué<br />

es lo que ocurre.<br />

– Que si tienes un rotulador.<br />

143 Cita de Arthur Gordon Pym de Edgard Allan Poe.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!