Nuevo Testamento - iglesia bautista getsemani de montreal

Los que nieguen a Cristo también serán negados por Él. Aquí el pensamiento no es el
de una negación temporal del Salvador bajo presión, como en el caso de Pedro, sino una
negación permanente, habitual, de Él. Estas palabras describen al incrédulo, a uno que
nunca ha abrazado al Señor Jesús por la fe. Todos esos serán negados por el Señor en un
día venidero, por muy piadosa profesión que hayan hecho.
2:13 Este versículo describe también a los incrédulos. Dinsdale Young explica: «Dios
no puede ser inconsecuente consigo mismo. Sería inconsecuente con Su carácter tratar de la
misma manera a los fieles y a los infieles. Él es siempre fiel a la rectitud, seamos nosotros
lo que seamos».
Estas palabras no deberían ser interpretadas como enseñando que la fidelidad de Dios se
demostrará en mantener a los incrédulos. No es así. Si los hombres son incrédulos, Él ha de
mantenerse fiel a Su propio carácter y tratarlos de manera consecuente. Como dice Van
Oosterzee: «Él es tan fiel en Sus amenazas como en Sus promesas».
III. FIDELIDAD CONTRA APOSTASÍA (2:14–4:8)
A. Fidelidad al verdadero cristianismo (2:14–26)
2:14 Timoteo debe recordarles estas cosas, es decir, lo dicho en los versículos 11–13.
Pero, ¿a quién se refiere Pablo por el «les». Probablemente se refiere en un sentido general
a aquellos que estaban introduciendo doctrinas extrañas. Esto es evidente por la parte
restante del versículo, donde aquellos que evidentemente ocupaban el puesto de maestros o
predicadores son advertidos que no contiendan sobre palabras. Evidentemente, los había
en Éfeso que sacaban grandes consecuencias acerca del sentido técnico de ciertas palabras.
En lugar de edificar a los santos en la verdad de la palabra de Dios, sólo minaban la fe de
algunos que les oían.
Dinsdale Young advierte:
Es muy fácil convertirse en un chiflado teológico: con tanta facilidad nos quedamos
absortos en cuestiones que no son de suprema importancia. La vida es demasiado breve y
ocupada para malgastar la mente y el corazón en lo que no es formativo para el carácter.
Cuando hay un mundo que espera la evangelización, poco nos conviene estar siempre
paseándonos o lanzados a la carrera por desvíos doctrinales. Mantengámonos en la
carretera. Seamos fieles a las grandes verdades. Enfaticemos los puntos esenciales, no los
incidentales. No emulemos a las víctimas del pánico en los días de Samgar y de Jael, que
dejaban las carreteras desiertas y caminaban por los senderos vecinales.
2:15 Timoteo debería con diligencia presentarse a Dios aprobado. Sus esfuerzos
deberían concentrarse en llegar a ser un obrero que no tiene de qué avergonzarse. Esto
podría hacerlo trazando rectamente la palabra de verdad. Esta última expresión significa
manejar correctamente las Escrituras, «cavar la línea», o, como lo expresa Alford:
«conseguir rectamente tratar la verdad de una manera plena y sin adulteraciones».
2:16 Las profanas y vanas palabrerías son aquellas enseñanzas de carácter
irreverente, malvado e inútil. No son provechosas para el pueblo de Dios, y deberían
evitarse. Timoteo no recibe la instrucción de combatir estas enseñanzas, sino más bien que
las trate con desdén, ni siquiera dignificándolas con su atención.