11.05.2013 Views

Nuevo Testamento - iglesia bautista getsemani de montreal

Nuevo Testamento - iglesia bautista getsemani de montreal

Nuevo Testamento - iglesia bautista getsemani de montreal

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

10:13 Ahora vemos la solicitud <strong>de</strong>l Señor Jesús para con los niños pequeños. Los<br />

padres que traían sus niños para ser ben<strong>de</strong>cidos por el Maestro Pastor estaban siendo<br />

rechazados por los discípulos.<br />

10:14–16 El Señor, al ver esto, se indignó y explicó que el reino <strong>de</strong> Dios pertenece a<br />

los niños, y a los que tienen fe como la <strong>de</strong> un niño y su humildad. Los adultos tienen que<br />

volverse como niñitos para entrar en el reino.<br />

George MacDonald solía <strong>de</strong>cir que no creía en el cristianismo <strong>de</strong> nadie si nunca se veía<br />

a niños y a niñas jugando cerca <strong>de</strong> su puerta. Des<strong>de</strong> luego, estos versículos <strong>de</strong>berían hacer<br />

consciente al siervo <strong>de</strong>l Señor acerca <strong>de</strong> la importancia <strong>de</strong> alcanzar a los pequeños con la<br />

Palabra <strong>de</strong> Dios. Las mentes <strong>de</strong> los niños son <strong>de</strong> lo más plásticas y receptivas. W. Graham<br />

Scroggie dijo: «Mostraos en vuestro mejor aspecto y dad lo mejor <strong>de</strong> vosotros a los niños».<br />

I. El Joven Rico (10:17–31)<br />

10:17 Un hombre rico interceptó al Señor con una pregunta aparentemente sincera.<br />

Dirigiéndose a Jesús como «Maestro bueno», le preguntó qué <strong>de</strong>bía hacer para heredar<br />

la vida eterna.<br />

10:18 Jesús puso el énfasis en las palabras «Maestro bueno». No rechazó el título, sino<br />

que lo empleó para poner a prueba la fe <strong>de</strong> aquel hombre. Sólo Dios es bueno. ¿Estaba<br />

dispuesto el rico a confesar al Señor Jesús como Dios. Aparentemente, no.<br />

10:19–20 A continuación, el Salvador empleó la ley para producir el conocimiento <strong>de</strong>l<br />

pecado. Aquel hombre seguía bajo el engaño <strong>de</strong> que podría heredar el reino en base <strong>de</strong>l<br />

principio <strong>de</strong> hacer. En tal caso, que obe<strong>de</strong>ciese la ley, que le <strong>de</strong>cía lo que <strong>de</strong>bía hacer.<br />

Nuestro Señor citó los cinco mandamientos, que tratan primariamente <strong>de</strong> nuestras<br />

relaciones con nuestros semejantes. Estos cinco mandamientos vienen a <strong>de</strong>cir: «Amarás a<br />

tu prójimo como a ti mismo». El hombre profesó haberlos guardado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su juventud.<br />

10:21–22 Pero, ¿<strong>de</strong> veras amaba él a su prójimo como a sí mismo? Si así fuere, que lo<br />

<strong>de</strong>mostrase vendiendo todas sus propieda<strong>de</strong>s y dando el dinero a los pobres. ¡Ah, ésta era<br />

otra historia! Y se marchó apesadumbrado, porque tenía muchas posesiones.<br />

El Señor Jesús no estaba diciendo que este hombre podría haberse salvado vendiendo<br />

sus posesiones y dando lo conseguido a la caridad. Hay sólo un camino a la salvación, la fe<br />

en el Señor. Pero para llegar a la salvación, el hombre ha <strong>de</strong> reconocer que es pecador, que<br />

está bien lejos <strong>de</strong> satisfacer las santas <strong>de</strong>mandas <strong>de</strong> Dios. El Señor tomó al hombre <strong>de</strong><br />

vuelta a los Diez Mandamientos para producir convicción <strong>de</strong> pecado. La mala disposición<br />

<strong>de</strong>l rico para compartir sus posesiones <strong>de</strong>mostraba que no amaba a su próximo como a sí<br />

mismo. Debería haber dicho: «Señor, si esto es lo que se precisa, entonces soy pecador. No<br />

puedo salvarme a mí mismo por mis propios esfuerzos. Por ello, te pido que me salves por<br />

tu gracia». Pero amaba <strong>de</strong>masiado a su propiedad. Estaba mal dispuesto a abandonarla.<br />

Rehusó el quebrantamiento.<br />

Cuando Jesús mandó al hombre que lo vendiese todo, no estaba presentando esto como<br />

el camino <strong>de</strong> la salvación. Estaba <strong>de</strong>mostrando a aquel hombre que había quebrantado la<br />

ley <strong>de</strong> Dios y que por ello mismo necesitaba ser salvo. Si hubiese respondido a la<br />

instrucción <strong>de</strong>l Salvador, habría llegado a conocer el camino <strong>de</strong> la salvación.<br />

Pero aquí hay un problema. ¿Debemos nosotros los creyentes amar a nuestro prójimo<br />

como a nosotros mismos? ¿Nos dice Jesús a nosotros: «Ven<strong>de</strong> cuanto tienes y dalo a los<br />

pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme tomando tu cruz»? Cada uno ha <strong>de</strong>

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!