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Nuevo Testamento - iglesia bautista getsemani de montreal

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allegaos tesoros en el cielo, don<strong>de</strong> ni la polilla ni el orín corroen, y don<strong>de</strong> los ladrones no<br />

horadan ni hurtan. Porque don<strong>de</strong> está tu tesoro, allí estará también tu corazón» (Mt. 6:19–<br />

21).<br />

Santiago habla <strong>de</strong> la riqueza en cuatro formas: riquezas, ropas, oro y plata. En los<br />

tiempos <strong>de</strong> la Biblia, la riqueza se contaba a menudo en términos <strong>de</strong> grano, aceite, y otros<br />

productos: ropas, oro y plata. Quizá cuando Santiago dice: Vuestras riquezas se han<br />

podrido, se refiere a que el grano se había agusanado y a que el aceite se había vuelto<br />

rancio. El argumento es que esas cosas habían sido acumuladas hasta el punto en que se<br />

habían echado a per<strong>de</strong>r. Podrían haber sido empleadas para alimentar a los hambrientos;<br />

ahora no valen para nada. Vuestras ropas están comidas <strong>de</strong> polilla, dice. Esto no le<br />

suce<strong>de</strong> a las ropas que se usan <strong>de</strong> manera regular. Pero cuando el guardarropa está tan lleno<br />

<strong>de</strong> ropas que se usan <strong>de</strong> manera muy infrecuente, quedan sujetas al ataque <strong>de</strong> las polillas.<br />

Para Santiago, es moralmente malo acumular ropas <strong>de</strong> esta manera cuando a tantas<br />

personas en el mundo les hacen falta <strong>de</strong>sesperada.<br />

5:3 Vuestro oro y plata se han enmohecido; y su moho testificará contra vosotros,<br />

y <strong>de</strong>vorará vuestras carnes como fuego, prosigue luego. El oro y la plata no se oxidan,<br />

pero sí que se empañan y <strong>de</strong>coloran, y bajo <strong>de</strong>sfavorables condiciones <strong>de</strong> almacenamiento<br />

podrían llegar a ser objeto <strong>de</strong> corrosión. En lugar <strong>de</strong> hacer trabajar su dinero para alimentar<br />

a los hambrientos, vestir a los <strong>de</strong>snudos, proveer medicinas para los enfermos y exten<strong>de</strong>r el<br />

evangelio, los ricos estaban ahorrando su dinero para «días malos». No servía <strong>de</strong> beneficio<br />

para nadie, y finalmente se enmohecía.<br />

El moho, que es manifestación <strong>de</strong> falta <strong>de</strong> uso y <strong>de</strong> <strong>de</strong>caimiento, será un testimonio<br />

con<strong>de</strong>natorio contra los ricos. Si esto era cierto respecto <strong>de</strong> los ricos en tiempos <strong>de</strong><br />

Santiago, ¿cuánto más cierto no será <strong>de</strong> los creyentes en nuestro tiempo? ¿Cuál no será<br />

nuestra con<strong>de</strong>nación si hemos tenido los medios para esparcir el evangelio y hemos<br />

<strong>de</strong>scuidado emplearlos? ¿Si hemos acumulado cosas materiales cuando podrían haber sido<br />

usadas en la salvación <strong>de</strong> las almas? La expresión su moho … <strong>de</strong>vorará vuestras carnes<br />

como fuego significa que su negligencia al no emplear sus riquezas para el bien <strong>de</strong> los<br />

<strong>de</strong>más causaría en ellos el más agudo sufrimiento y remordimiento. Cuando sus ojos<br />

que<strong>de</strong>n finalmente abiertos a la crueldad <strong>de</strong> su egoísmo y <strong>de</strong> su codicia (joyas costosas,<br />

elegantes ropas, casas lujosas, autos ostentosos), será para ellos una experiencia can<strong>de</strong>nte,<br />

abrasadora.<br />

5:4 El segundo pecado que ataca Santiago es la adquisición <strong>de</strong> riquezas por no pagar los<br />

salarios justos. Los obreros que han cosechado las tierras se veían privados <strong>de</strong> su justo<br />

salario. Aunque los obreros pudiesen protestar, se veían imposibilitados <strong>de</strong> obtener lo que<br />

les pertenecía. No tenían a nadie en la tierra que abogase por su causa con éxito. Sin<br />

embargo, sus clamores habían sido oídos por el Señor <strong>de</strong> los ejércitos. Aquel que dirige<br />

los ejércitos <strong>de</strong> los cielos es fuerte para actuar en favor <strong>de</strong> las pisoteadas masas <strong>de</strong> la tierra.<br />

El Señor Dios Omnipotente las ayudará y vengará. Así, la Biblia con<strong>de</strong>na no sólo la<br />

acumulación <strong>de</strong> riquezas, sino también su adquisición por medios <strong>de</strong>shonestos. A<strong>de</strong>más <strong>de</strong>l<br />

pecado <strong>de</strong> pagar salarios ina<strong>de</strong>cuados, Santiago podría también haber mencionado la<br />

falsificación <strong>de</strong> las <strong>de</strong>claraciones tributarias, la falsificación <strong>de</strong> pesos y medidas, el soborno<br />

<strong>de</strong> inspectores locales u otros funcionarios, la falsa publicidad, y la falsificación <strong>de</strong> cuentas<br />

<strong>de</strong> gastos.<br />

5:5 Luego Santiago <strong>de</strong>nuncia la lujosa vida <strong>de</strong> los ricos. Joyas caras, elegantes vestidos,<br />

comidas suntuosas y hogares como palacios: ¿cómo podían malgastar su dinero en el yo<br />

cuando había multitu<strong>de</strong>s con necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>sesperadas? O para traerlo a nuestros propios

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