11.05.2013 Views

Nuevo Testamento - iglesia bautista getsemani de montreal

Nuevo Testamento - iglesia bautista getsemani de montreal

Nuevo Testamento - iglesia bautista getsemani de montreal

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

los dueños <strong>de</strong> su propio <strong>de</strong>stino. Toda jactancia semejante es mala, porque excluye a<br />

Dios.<br />

4:17 El pecado está, pues, en aquel que sabe hacer lo bueno y no lo hace. En este<br />

contexto, hacer lo bueno es incluir a Dios en cada aspecto <strong>de</strong> nuestras vidas, vivir cada<br />

momento en <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> Él. Si sabemos que <strong>de</strong>bemos hacer esto, y no lo hacemos,<br />

evi<strong>de</strong>ntemente estamos pecando. Claro, este principio es <strong>de</strong> más amplia aplicación. En<br />

todas las áreas <strong>de</strong> la vida, la oportunidad para hacer lo bueno nos hace responsables <strong>de</strong><br />

hacerlo. Si sabemos lo que es bueno, estamos en la obligación <strong>de</strong> vivir bajo esta luz. Dejar<br />

<strong>de</strong> hacer lo bueno es pecado contra Dios, contra nuestro prójimo, y contra nosotros<br />

mismos.<br />

En el capítulo 4, Santiago nos ha puesto a prueba tocante a la codicia y al conflicto, y<br />

tocante a planificar sin consultar con el Señor. Por ello, hagámonos las siguientes<br />

preguntas: ¿Estoy continuamente <strong>de</strong>seoso <strong>de</strong> conseguir más cosas, o estoy contento con lo<br />

que tengo? ¿Siento envidia <strong>de</strong> los que tienen más que yo? ¿Oro antes <strong>de</strong> comprar? Cuando<br />

Dios me habla, ¿me someto, o me resisto? ¿Hablo contra mis hermanos? ¿Hago planes sin<br />

consultar con el Señor?<br />

IX. LOS RICOS Y SU VENIDERO REMORDIMIENTO<br />

(5:1–6)<br />

En una <strong>de</strong> las secciones más escrutadoras y punzantes <strong>de</strong> su carta, Santiago ahora lanza<br />

una <strong>de</strong>nuncia contra los pecados <strong>de</strong> los ricos. Sus palabras caen como golpes <strong>de</strong> mazo,<br />

duras e implacables. De hecho, la <strong>de</strong>nuncia es tan fuerte que pocas veces se predica en base<br />

<strong>de</strong> estos versículos.<br />

Aquí vemos a Santiago en el papel <strong>de</strong> profeta <strong>de</strong> la justicia social. Clama en contra <strong>de</strong> la<br />

negligencia <strong>de</strong> los ricos <strong>de</strong> emplear su dinero para el alivio <strong>de</strong> la necesidad humana.<br />

Con<strong>de</strong>na a los que se han enriquecido explotando a sus obreros. Repren<strong>de</strong> el empleo <strong>de</strong> las<br />

riquezas para el capricho propio y para la vida lujosa. Finalmente, exhibe a los ricos como<br />

arrogantes opresores <strong>de</strong> los justos.<br />

5:1 Primero convoca a los ricos a llorar y a aullar a causa <strong>de</strong> las miserias que están a<br />

punto <strong>de</strong> sobrevenirles. Pronto se encontrarán con Dios. Luego se sentirán llenos <strong>de</strong><br />

vergüenza y <strong>de</strong> remordimiento. Verán que han sido mayordomos infieles. Se lamentarán<br />

por las oportunida<strong>de</strong>s que han perdido. Llorarán por su codicia y egoísmo. Se verán<br />

culpables <strong>de</strong> prácticas injustas contra sus empleados. Se darán cuenta <strong>de</strong> lo pecaminoso <strong>de</strong><br />

buscar la seguridad en las cosas materiales y no en el Señor. Y <strong>de</strong>rramarán amargas<br />

lágrimas por la manera en que se han gozado hasta el hartazgo. Santiago menciona cuatro<br />

pecados capitales <strong>de</strong> los ricos. El primero es la acumulación <strong>de</strong> riqueza.<br />

5:2 «Vuestros más ricos bienes se han echado a per<strong>de</strong>r», dice Santiago; «vuestro<br />

atiborrado guardarropa está comido por la polilla; vuestro oro y vuestra plata están<br />

empañados. Sí, su mismo empañamiento será evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> vuestra malvada acumulación y<br />

os encogeréis <strong>de</strong> todo ello como si estuviese al rojo vivo» (JBP).<br />

La Biblia no dice en ningún lugar que ser rico sea pecado. Una persona, por ejemplo,<br />

podría heredar una fortuna <strong>de</strong> la noche a la mañana, y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego no ha cometido ningún<br />

pecado al hacerse rico así. Pero la Biblia sí enseña que es malo acumular riquezas. El Señor<br />

Jesús prohibió <strong>de</strong> manera expresa la acumulación <strong>de</strong> riqueza. Dijo: «No alleguéis tesoros en<br />

la tierra, don<strong>de</strong> la polilla y el orín corroen, y don<strong>de</strong> los ladrones horadan y hurtan; sino

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!