2010_CEOCB_monografia Apaseo el grande.pdf - Inicio
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Patrimonio Cultural d<strong>el</strong> Municipio de <strong>Apaseo</strong> <strong>el</strong> Grande<br />
santo soldado quien con su espada expulso al demonio d<strong>el</strong> ci<strong>el</strong>o, como los otomíes expulsaron a<br />
los chichimecas d<strong>el</strong> Bajío.<br />
Es durante <strong>el</strong> siglo XVIII cuando durante una época de auge económico en <strong>Apaseo</strong><br />
consecuencia de la diversificación de la economía regional -en que probablemente participarían<br />
los istleños como arrieros-, proceso que incluía prósperos obrajes y haciendas ganaderas en la<br />
región, a la disponibilidad de dinero se unieron las agresivas intenciones expansionistas de las<br />
haciendas colindantes y por <strong>el</strong>lo los habitantes ñahños d<strong>el</strong> pueblo de San Migu<strong>el</strong> de Istla intentaron<br />
dejar un recuerdo permanente de su pasado.<br />
Pero <strong>el</strong> auge económico no explica la construcción de tal número de capillas –alguien<br />
ha contado hasta setenta y dos edificaciones que se pueden considerar como capillas, en muy<br />
diversos estado de conservación-. Una situación de crisis no puede explicar la febril actividad constructiva<br />
que expresa tal cantidad de capillas.<br />
Es necesario ampliar <strong>el</strong> análisis social a toda la región. Los arqueólogos mesoamericanos<br />
han creado la expresión “centro ceremonial” que se puede definir como <strong>el</strong> fenómeno social<br />
mesoamericano que ocurre, y cedo la palabra a Don Román Piña Chan:<br />
“Cuando varias aldeas comenzaron a reconocer a otra como núcleo integrador de una población<br />
mayor... en la cual se fueron concentrado los excedentes económicos, <strong>el</strong> control y <strong>el</strong> intercambio de productos<br />
de la región... En algunas regiones, de los centros ceremoniales se paso a las ciudades urbanas, a los pueblos y<br />
estados teocráticos por exc<strong>el</strong>encia, que se sostenían por una producción controlada de la tierra, por los tributos<br />
y mano de obra de las poblaciones vecinas, por cierta producción artesanal de tiempo completo y por <strong>el</strong><br />
comercio; a la vez que la r<strong>el</strong>igión se volvía un instrumento de dominio económico, social y político, proliferaron<br />
las deidades, sus imágenes y los cultos y fiestas sujetas a calendario. En ese momento prosperó la arquitectura<br />
civil, r<strong>el</strong>igiosa y funeraria, lo mismo que la escultura y la pintura mural, que se subordinarán a aqu<strong>el</strong>la;<br />
se enriquecieron la tecnología y las materias primas... y se comenzó a integrar la casta de los comerciantes<br />
que intensificaron <strong>el</strong> comercio local y foráneo, permitiendo <strong>el</strong> intercambio de productos, materias primas,<br />
estilos artísticos e ideas”. 636<br />
El hallazgo reciente de dos documentos referentes al pueblo de Istla en <strong>el</strong> Archivo de la<br />
Parroquia de <strong>Apaseo</strong> permite conocer al antiguo pueblo de Istla:<br />
El primer documento es la comprobación de la tradición que asocia c<strong>el</strong>ebraciones fúnebres<br />
con las capillas, ya que en 1778, un grupo familiar ñahño de la cuadrilla de Mayorazgo formado<br />
por Francisco de la Cruz y Antonio Mendoza y sus parent<strong>el</strong>as concurre al pueblo de Istla en<br />
336 Piña Chan, Román. Artículo “Arqueología” en Enciclopedia de México. Enciclopedia de México. México. 1977. Tomo 1. Pág. 376 a 392.<br />
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