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Untitled - Sidoc

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II PARTEsu sexualidad. De esta manera pueden terminar manifestando un rechazo corporal,autoinfligiéndose castigos o variar sus estándares de cuidado personal.Otros efectos de la violencia sexual se producen a nivel colectivo. El primerelemento que llama la atención es el cambio de roles que experimentanmujeres y varones en la familia y la comunidad. Frente a la ausencia del padre oel esposo, sea por su participación como combatiente o por haber sido asesinadoo apresado, la mujer sale de su rol y espacio destinados únicamente a la casa. Lascircunstancias le obligan ahora a ser la jefa de hogar, velar por el bienestar de lossuyos, así como mantener económicamente a la familia y a tomar decisiones queantes eran tomadas por el varón.Este cambio, sin embargo, la enfrenta nuevamente a las limitaciones existentesen el periodo anterior al conflicto, esto es, limitado o nulo acceso a tierras, créditos,propiedades y empleo formal. Ello aumenta el riesgo de que se encuentre enempleos informales en condiciones de desprotección, sea explotada sexualmente, oincluso recurra a actividades ilegales para sostenerse económicamente.Este cambio de roles también se produce a nivel comunitario. No solo las mujeresocupan más puestos de liderazgo, sino que también participan de actividades comunitariasque antes les estaban vedadas, por ser exclusivas de los varones.El segundo elemento tiene que ver con la frágil inclusión de las mujeresen sus comunidades luego de la violencia sexual. La violencia sexual sufridatiene una carga negativa en la comunidad y la familia de la víctima. A pesar delcontexto de conflicto armado y violencia generalizada, la comunidad y la familiaperciben la violencia sexual como una deshonra y hacen sentir a la mujer culpablede lo sucedido. Para evitar el rechazo comunitario, las víctimas preferirán callar laviolencia. Esta situación se vuelve mucho más tensa cuando la víctima ha tenido unhijo producto de la violación, porque el rechazo se extiende a su descendencia.Sin embargo, a pesar del estigma y el rechazo social, es interesante lo señaladopor el Informe nacional de El Salvador referente al rol de transmisión de la memoriahistórica de las mujeres, incluidas las experiencias de violencia. Los demás informesnacionales, aunque no la mencionan expresamente, se refieren a las mujeres comotrasmisoras de la etnia y la cultura, lo cual las hace blancos previsibles en un conflictoarmado que tiene un carácter racial o étnico. Las mujeres han sido históricamentevistas no solo como las reproductoras de las naciones, sino también como las trasmisorasde sus costumbres, saberes, cultura y otras visiones que diferencian a esacomunidad de otras. La Corte Interamericana de Derechos Humanos reconoció que,en el caso de Plan de Sánchez (Guatemala), la memoria y dignidad de la mujer comotrasmisora y procreadora del grupo quedó dañada a nivel cultural, social, familiar eindividual 17 .33917Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso Masacre de Plan de Sánchez v. Guatemala-Reparaciones.Sentencia del 19 de noviembre de 2004, p. 22.

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