ACTAS DEL CONGRESO CNLSE
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PONENCIAS Y COMUNICACIONES <strong>DEL</strong> <strong>CONGRESO</strong> <strong>CNLSE</strong> SOBRE ADQUISICIÓN,<br />
38 APRENDIZAJE Y EVALUACIÓN DE LA LENGUA DE SIGNOS ESPAÑOLA 2014<br />
comportamientos de las personas investigadas en situaciones de la vida real (Torrico Linares et al.,<br />
2002: 46). Por ello, Bronfenbrenner propuso el modelo ecológico basándose en que en el desarrollo<br />
humano siempre hay una acomodación entre la persona y sus ambientes, y además, la persona también<br />
se ve influenciada por las relaciones entre estos diferentes ambientes y por los contextos más<br />
amplios en los que están inmersos esos ambientes.<br />
Algunos expertos creen que el modelo de Bronfenbrenner se puede trasladar a diferentes campos<br />
(ibíd.), por lo que es interesante conocer este modelo y observar si también es posible trasladarlo al<br />
campo de la enseñanza y aprendizaje de las lenguas de signos. Por ejemplo, existen propuestas para<br />
adoptar este modelo en el tratamiento de pacientes oncológicos (Torrico Linares et al., 2002) o en la<br />
atención temprana de niños con discapacidad (García, 2001).<br />
El modelo de Bronfenbrenner es a menudo representado en un esquema similar al de la Figura 1. Y si<br />
intentamos trasladar este modelo al aprendizaje de la lengua de signos en niños sordos, por ejemplo,<br />
una forma de explicar cada uno de sus elementos podría ser la siguiente:<br />
••<br />
Microsistema: son las relaciones que el niño sordo tiene con sus entornos más inmediatos.<br />
La familia, la escuela y los amigos son los más importantes en la infancia. Por ejemplo, existen<br />
diversas investigaciones que observan las diferencias en el desarrollo de un niño sordo<br />
de madres y padres sordos respecto de los oyentes (ver, e.g., la revisión de Rodríguez Ortiz,<br />
2005: 30).<br />
••<br />
Mesosistema*: son las relaciones entre microsistemas. Por ejemplo, la relación que tienen<br />
las familias con la escuela bilingüe (lengua de signos y lengua oral): si existe una actitud colaborativa<br />
entre ambas partes cabe esperar que esto influya muy positivamente en el grado y<br />
calidad de la exposición del niño sordo a la lengua de signos.<br />
••<br />
Exosistema: son los entornos con los que el niño sordo no tiene contacto directo pero que<br />
pueden influir en su desarrollo. Por ejemplo, el lugar de trabajo de los padres: la reacción que<br />
puedan tener sus compañeros de trabajo cuando saben que su hijo es sordo pueden influir<br />
o incluso presionar, en cierto modo, en la aceptación de la sordera de su hijo y, por tanto, en<br />
una mayor o menor tendencia a invisibilizar su sordera mediante el rechazo a la lengua de<br />
signos.<br />
••<br />
Macrosistema: son los entornos sociales más amplios que pueden influir en los tres sistemas<br />
anteriores. Por ejemplo, la política social del país. Un niño sordo que vive en un país que tiene<br />
un elevado nivel de bienestar social, como los países nórdicos tendrá más oportunidades<br />
de acceder a la lengua de signos en distintos ámbitos cotidianos que uno que vive en un país<br />
en vías de desarrollo.<br />
Completando el esquema, estos sistemas se relacionan, a su vez, entre sí. Por ejemplo, las relaciones<br />
que puedan darse entre los centros escolares (exosistema) con los gobiernos (macrosistema) a través<br />
de los diferentes cauces institucionales.