ACTAS DEL CONGRESO CNLSE
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PONENCIAS Y COMUNICACIONES <strong>DEL</strong> <strong>CONGRESO</strong> <strong>CNLSE</strong> SOBRE ADQUISICIÓN,<br />
APRENDIZAJE Y EVALUACIÓN DE LA LENGUA DE SIGNOS ESPAÑOLA 2014 71<br />
un carácter escrito común en la lengua oculta. En cambio, un par como wife/husband 4 (qi zi / zhang<br />
fu) tenía relación de significado pero no tenía ningún carácter escrito común en la lengua oculta. En<br />
los casos en los que los pares de palabras no tenían relación de significado se hizo la misma manipulación.<br />
Un par como train/ham 5 (huo che / huo tui) compartía un carácter en chino, mientras que<br />
otro como apple/table 6 (ping guo / zhuo zi) no tenía ningún parecido en la lengua oculta. En nuestro<br />
experimento hemos adaptado la tarea con las manipulaciones ocultas de Thierry y Wu (2007) a las<br />
lenguas que nos interesan: español oral, como lengua en la que realizar la tarea, y LSE, como lengua<br />
oculta manipulada.<br />
Las representaciones léxicas pueden estar activas en paralelo en ambas lenguas en personas bilingües.<br />
De este modo, los límites de los códigos se atraviesan permitiendo la activación de la otra<br />
lengua. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando las dos lenguas de un bilingüe no coinciden en su forma?<br />
Esto es lo que pasa cuando tenemos en cuenta lenguas que se articulan en diferentes modalidades,<br />
como en el caso de bilingües bimodales. Los bilingües bimodales oyentes son la población en la que<br />
se centra nuestro estudio.<br />
En el caso de bilingües bimodales oyentes, consideramos que la lengua oral es la dominante, puesto que<br />
es la que impera en el entorno y la que más se utiliza. La lengua de signos, al circunscribirse a ámbitos<br />
más concretos y estar menos expuesta en la vida pública, la entendemos como lengua no dominante,<br />
independientemente de que haya sido aprendida desde el nacimiento (como L1) o más tarde (como L2).<br />
Morford, Wilkinson, Villwock, Piñar, y Kroll (2011) comprobaron a través de un experimento conductual<br />
que la activación de la L1 al hacer una tarea en L2 también ocurría en el caso de bilingües bimodales<br />
sordos. En su estudio, basado en la misma tarea desarrollada por Thierry y Wu antes descrita,<br />
sordos nativos en lengua de signos americana (american sign language, ASL) leían pares de palabras<br />
en inglés. Los resultados mostraron activación paralela de las dos lenguas. Es decir, los signos se<br />
activaron al leer palabras en inglés. En concreto, palabras relacionadas por su significado y que se<br />
correspondían en ASL con signos parecidos, como bird/duck 7 , fueron juzgadas más rápidamente<br />
que los pares de palabras traducidas en ASL con signos muy diferentes. Por contra, pares de palabras<br />
que no se relacionaban por su significado pero que contaban con signos muy parecidos en sus<br />
traducciones a ASL, como blood/bread 8 , fueron juzgadas más lentamente que los pares de palabras<br />
con traducciones muy distintas a ASL. Así, por un lado, cuando hay relación semántica, el parecido<br />
fonológico en la lengua de signos produce un efecto facilitador. Por otro, cuando las palabras no están<br />
semánticamente relacionadas, la relación fonológica oculta en la lengua de signos provoca un efecto<br />
inhibidor. Esto ocurre porque las formas similares en la lengua implícita (la ASL) interfieren con la<br />
ausencia de relación semántica.<br />
4<br />
mujer/marido<br />
5<br />
tren/jamón<br />
6<br />
manzana/mesa<br />
7<br />
pájaro/pato<br />
8<br />
sangre/pan