LINGUAE VASCONUM PRIMITIAE - Euskaltzaindia

IV.- COPLAS DE CASADOS
1 ¡Dios mío! Borra de mi mente a la mujer ajena.
Ella es cautiva y yo cautivo por ella.
3 La que me tiene a mí cautivo es cautiva de otro.
Mi destino ha querido que yo sea cautivo de dos.
De una lo seré encantado, mientras dure mi vida,
pero del otro jamás, a no ser por la fuerza.
7 El que se enamora de mujer ajena
tendrá más veces desdichas que contentos.
Los encuentros serán pocos y llenos de miedo,
pues la desgracia puede surgir cuando menos lo espera.
11 Es enorme locura amar a la mujer ajena.
Por una satisfacción recibirá mil sinsabores.
Puedo verla, no hablarla, ¡qué tortura la mía!
Yal acostarse con su marido, yo a tomar vientos.
15 No podré ir donde ella sino con grave riesgo
y entonces ella tal vez no dispone de tiempo.
Aunque disponga, tal vez tema y se retraiga al punto,
y cuando yo más la desee, la tenga otro en sus brazos.
19 Aunque llegue yo a depositar la semilla en su terreno
y sean míos así la paja como el grano,
no podré disponer de la una ni del otro;
cosecharé ingratitud por mi acción y perderé lo ganado;
mis derechos vendrán a parar a manos de otro.
¡Más adelante tal vez el hijo se case con la hija!
25 Nadie está dispuesto a compartir su amante.
No sé lo que ocurre a los demás, pero yo en esto peco.
¡Es tanto mi sentimiento de verla con su marido!
Ellos gozan, yo me consumo, y con ello muero de rabia.
29 No seré yo quien censure jamás a los celosos.
No querría que nadie tocara a quien yo amara.
Una vez estuve enamorado de mujer ajena
y, la verdad, casi desespero por celos de su marido.
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