Susan Elizabeth Phillips – Besar a un Ángel
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—¿Igual que si no vas a la <strong>un</strong>iversidad?<br />
—¿Perdón?<br />
—Los años pasarán igual, vayas o no a la <strong>un</strong>iversidad.<br />
—¿Me estás diciendo en serio que debería hacerlo?<br />
—No veo por qué no.<br />
<strong>Besar</strong> a <strong>un</strong> <strong>Ángel</strong><br />
SUSAN ELIZABETH PHILLIPS<br />
—Porque ya he metido la pata demasiadas veces en mi vida y no quiero hacerlo más. Sé que<br />
soy inteligente, pero he tenido <strong>un</strong>a educación muy poco convencional y no soy capaz de seguir<br />
<strong>un</strong>a rutina. No me imagino compartiendo clase con <strong>un</strong> puñado de jovencitos de dieciocho años de<br />
ojos brillantes recién salidos del instituto.<br />
—Quizás es hora de que empieces a verte con otros ojos. No olvides que eres la dama que<br />
domestica tigres. —Le dirigió <strong>un</strong>a misteriosa sonrisa que hizo que Daisy se preg<strong>un</strong>tase de qué tigre<br />
hablaba: de Sinj<strong>un</strong> o de sí mismo, pero Alex era demasiado arrogante para pensar que ella lo había<br />
domesticado.<br />
Miró hacia delante y divisó <strong>un</strong>a serie de flechas indicando la dirección.<br />
—Gira ahí delante.<br />
Encontrar las flechas que señalaban la ubicación del circo era tan natural para Alex como<br />
respirar. Daisy sospechó que ya las había visto, pero él asintió con la cabeza. La lluvia arreció y él<br />
aumentó la velocidad de los limpiaparabrisas.<br />
—Supongo que no seremos tan afort<strong>un</strong>ados como para instalarnos sobre el asfalto esta vez —<br />
dijo ella.<br />
—Me temo que no. Estaremos en <strong>un</strong> descampado.<br />
—Supongo que ahora sabré de primera mano por qué a los circos como el de los Hermanos<br />
Quest se les llama circos de barro. Sólo espero que la lluvia no moleste a los animales.<br />
—Estarán bien. Son los empleados los que sufrirán más.<br />
—Y tú. Tú estarás allí con ellos. Siempre lo estás.<br />
—Es mi trabajo.<br />
—Extraño trabajo para alguien que debería ser zar. —Lo miró de reojo. Si él pensaba que se<br />
había olvida do de ese tema, se equivocaba.<br />
—¿Ya estamos con eso otra vez?<br />
—Si me dices la verdad no volveré a mencionarlo n<strong>un</strong>ca más.<br />
—¿Me lo prometes?<br />
—Te lo prometo.<br />
—Está bien, pues —respiró hondo. —Es probable que sea verdad.<br />
—¿¡Qué!? —Daisy volvió la cabeza con tal rapidez que casi se partió el cuello.<br />
—Las pruebas dicen que tengo ascendencia Romanov y, por lo que Max ha podido averiguar,<br />
existen muchas probabilidades de que sea el bisnieto de Nicolás II.<br />
Ella se h<strong>un</strong>dió en el asiento.<br />
—No me lo creo.<br />
—Bueno. Entonces no hay nada más de lo que hablar.<br />
—¿Lo dices en serio?<br />
Escaneado por PACI <strong>–</strong> Corregido por Mara Adilén Página 176