10.05.2013 Views

Susan Elizabeth Phillips – Besar a un Ángel

Susan Elizabeth Phillips – Besar a un Ángel

Susan Elizabeth Phillips – Besar a un Ángel

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Brady se h<strong>un</strong>dió en la silla.<br />

<strong>Besar</strong> a <strong>un</strong> <strong>Ángel</strong><br />

SUSAN ELIZABETH PHILLIPS<br />

—Lo siento, cariño. Es que te haces mayor y eres muy guapa. Estoy preocupado por ti.<br />

Era lo más agradable que le había dicho en todo el verano, pero a ver qué decía cuando<br />

confesara lo que había hecho. Quizá debería habérselo dicho a Sheba primero; no era a Sheba a<br />

quien temía, sino a su padre. Las lágrimas hicieron que le picaran los ojos, pero parpadeó para<br />

ahuyentarlas porque los hombres odian las lágrimas. Matt y Rob decían que sólo lloraban las<br />

nenitas.<br />

—Es que hice algo... y ya no puedo callarlo por más tiempo.<br />

Él no dijo nada. Sólo la observó y esperó.<br />

—Es... es como si algo horrible estuviera creciendo en mi interior y no se detuviera.<br />

—Tal vez sea mejor que me lo cuentes.<br />

—Yo... —Tragó saliva. —El dinero... el dinero que todos pensasteis que había robado Daisy... —<br />

Las palabras salieron finalmente: —fui yo quien lo robó.<br />

Por <strong>un</strong> momento él no dijo nada, luego se levantó de <strong>un</strong> salto.<br />

—¿¿¡¡Qué!!??<br />

Heather levantó la mirada hacia su padre e incluso en la oscuridad de la noche pudo ver su<br />

expresión furiosa. Se le cayó el alma a los pies, pero se obligó a continuar.<br />

—Fui yo... Yo cogí el dinero y luego me colé en su caravana y lo escondí en su maleta para que<br />

todos pensaran que lo había robado ella.<br />

—¡No me lo puedo creer! —Brady comenzó a dar patadas a diestro y siniestro, golpeando la<br />

pata de la silla sobre la que estaba sentada ella y haciendo que se cayera. Antes de que tocase el<br />

suelo, él la agarró por el brazo y comenzó a sacudirla. —¿Por qué hiciste algo así? Maldita sea,<br />

¿por qué mentiste?<br />

Aterrada, Heather intentó zafarse de él, pero su padre no la soltó y la chica ya no pudo<br />

contener las lágrimas.<br />

—Quería... quería que Daisy tuviera problemas. Fue...<br />

—Eres rastrera.<br />

Volvió a sacudirla.<br />

—¿Sabe Alex algo de esto?<br />

—No.<br />

—Has consentido que todos piensen que Daisy es <strong>un</strong>a ladrona cuando fuiste tú. Me pones<br />

enfermo.<br />

Sin ningún miramiento, la arrastró por el recinto. A Heather le goteaba la nariz y estaba tan<br />

asustada que comenzaron a castañetearle los dientes. Había sabido que su padre se enfadaría con<br />

ella, pero no había imaginado hasta qué p<strong>un</strong>to.<br />

Rodearon la caravana de Sheba, y se dirigieron hacia la de Alex y Daisy, que estaba aparcada al<br />

lado. Con brusquedad, Brady levantó el puño y golpeó la puerta. Se encendieron las luces del<br />

interior y Alex abrió de inmediato.<br />

—¿Qué pasa, Brady?<br />

La cara de Daisy apareció por encima del hombro de Alex y, cuando vio a Heather, pareció<br />

preocupada.<br />

Escaneado por PACI <strong>–</strong> Corregido por Mara Adilén Página 195

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!