Susan Elizabeth Phillips – Besar a un Ángel
Susan Elizabeth Phillips – Besar a un Ángel
Susan Elizabeth Phillips – Besar a un Ángel
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
—¿Es ése tu nombre de verdad?<br />
<strong>Besar</strong> a <strong>un</strong> <strong>Ángel</strong><br />
SUSAN ELIZABETH PHILLIPS<br />
—Mi verdadero nombre es Theodosia, mi madre era <strong>un</strong> tanto melodramática, pero todos me<br />
llaman Daisy. ¿Cómo te llamas?<br />
Hubo <strong>un</strong> largo silencio.<br />
—Heather.<br />
—Qué bonito. Eres del circo, ¿no? Por supuesto que lo eres, o no estarías aquí, ¿verdad?<br />
—Soy <strong>un</strong>a de las acróbatas de Brady Pepper.<br />
—¡Eres artista! ¡Genial! N<strong>un</strong>ca he conocido a <strong>un</strong>a artista de circo.<br />
Heather la miró con el perfecto desdén que sólo los adolescentes parecen capaces de dominar.<br />
—¿Has crecido en el circo? —Al hacer la preg<strong>un</strong>ta, Daisy se dio cuenta de la inmoralidad que<br />
suponía pedir <strong>un</strong> cigarrillo a <strong>un</strong>a adolescente. —¿Cuántos años tienes?<br />
—Acabo de cumplir dieciséis. Llevo aquí algún tiempo. —Se puso el cigarrillo en la comisura de<br />
la boca, donde parecía vagamente obsceno. Entrecerrando los ojos por el humo, la chica comenzó<br />
a lanzar los aros hasta que hubo cinco en el aire. Al ver que fr<strong>un</strong>cía la frente con concentración,<br />
Daisy tuvo la impresión de que aquel ejercicio de malabarismo no era fácil para ella,<br />
especialmente cuando los ojos de la joven comenzaron a lagrimear por el humo.<br />
—¿Quién es Brady Pepper?<br />
—Mierda. —A Heather se le cayó <strong>un</strong>o de los aros y luego atrapó los cuatro restantes. —Brady<br />
Pepper es mi padre.<br />
—¿Actuáis los dos j<strong>un</strong>tos?<br />
Heather la miró como si estuviera chiflada.<br />
—¿Pero qué dices? ¿Cómo voy a actuar con mi padre si ni siquiera puedo mantener los cinco<br />
aros en el aire?<br />
Daisy se preg<strong>un</strong>tó si Heather era así de ruda con todo el m<strong>un</strong>do.<br />
—Brady actúa con mis hermanos, Matt y Rob. Yo sólo salgo para posar con estilo.<br />
—¿Posar con estilo?<br />
—Para captar la atención del público. ¿Es que no sabes nada?<br />
—No sobre el circo.<br />
—Tampoco debes saber mucho sobre los hombres. Te vi entrar antes en la caravana con Alex.<br />
¿Sabes lo que dice Sheba sobre las mujeres que se enrollan con Alex?<br />
Daisy estaba bastante segura de no querer escucharlo.<br />
—¿Quién es Sheba?<br />
—Sheba Quest. Es la dueña del circo desde que murió su marido. Y le dice a todas las mujeres<br />
que se acercan a Alex que algún día acabará asesinándolo.<br />
—¿Porqué?<br />
—Se odian mutuamente. —Tomó <strong>un</strong>a prof<strong>un</strong>da calada y tosió. Cuando se recuperó, miró a<br />
Daisy de reojo con <strong>un</strong>a intensidad aniquiladora que parecía ridícula en <strong>un</strong> hada. —Apuesto algo a<br />
que se deshace de ti después de que te haya follado <strong>un</strong> par de veces.<br />
Daisy había oído cosas peores en su infancia, pero aún se sentía desconcertada cuando esa<br />
palabra salía de labios de <strong>un</strong> adolescente. Ella n<strong>un</strong>ca decía palabrotas. Otra rareza como rebelión a<br />
su educación.<br />
Escaneado por PACI <strong>–</strong> Corregido por Mara Adilén Página 23