10.05.2013 Views

Susan Elizabeth Phillips – Besar a un Ángel

Susan Elizabeth Phillips – Besar a un Ángel

Susan Elizabeth Phillips – Besar a un Ángel

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—Quiero mi ropa.<br />

—Te desperté con tiempo de sobra para vestirte.<br />

—Lo digo en serio, Alex. Esto no es divertido. Estoy casi desnuda.<br />

—De eso ya me doy cuenta.<br />

<strong>Besar</strong> a <strong>un</strong> <strong>Ángel</strong><br />

SUSAN ELIZABETH PHILLIPS<br />

—¿Te excito? —preg<strong>un</strong>tó Daisy bruscamente a causa del sueño que tenía.<br />

—Sí.<br />

Eso sí que no se lo esperaba. Había pensado que él le respondería con su habitual desdén. Al<br />

recobrarse de la sorpresa, le lanzó <strong>un</strong>a mirada feroz.<br />

—Vaya... qué pena. Porque yo no siento ningún interés por ti. Por si no lo sabías, el cerebro es<br />

el órgano sexual más importante, y mi cerebro no está interesado en hacer nada contigo.<br />

—¿Tu cerebro?<br />

—Tengo cerebro, ¿sabes?<br />

—Jamás lo he dudado.<br />

—¿Cómo que no? No soy estúpida, Alex. Puede que mi educación no fuera demasiado<br />

convencional, pero te aseguro que fue muy completa.<br />

—Tu padre no está de acuerdo.<br />

—Lo sé. Le gusta decir a todo el m<strong>un</strong>do que soy <strong>un</strong>a inculta porque mi madre me sacaba del<br />

colegio cada dos por tres. Pero cada vez que Lani hacía <strong>un</strong> viaje interesante, me llevaba con ella si<br />

creía que podría ser beneficioso para mí. Alg<strong>un</strong>as veces pasaban meses antes de que regresara al<br />

colegio. A veces, ni siquiera volvía, pero ella se aseguraba de que siguiera estudiando.<br />

—¿De qué manera?<br />

—Siempre le pedía a quienquiera que fuera a visitarla o pasara algún tiempo con ella, que me<br />

enseñara algo de provecho.<br />

—Pensaba que tu madre sólo trataba con estrellas de rock.<br />

—Aprendí bastante sobre alucinógenos.<br />

—Me lo imagino.<br />

—Pero también estábamos con otro tipo de gente. Fue la princesa Margarita la que me enseñó<br />

todo lo que sé sobre la historia de la familia real británica.<br />

Él clavó los ojos en ella.<br />

—¿Hablas en serio?<br />

—Claro. Y no fue la única. Crecí rodeada de gente famosa. —Daisy no quería que Alex pensara<br />

que se estaba jactando, así que omitió mencionar la espectacular p<strong>un</strong>tuación que había obtenido<br />

en las pruebas de acceso a la <strong>un</strong>iversidad. —Te agradecería que dejaras de poner en duda mi<br />

inteligencia. Si en cualquier momento te apetece hablar de Platón, estoy dispuesta.<br />

—He leído a Platón —dijo él a la defensiva.<br />

—¿En griego?<br />

Tras eso, viajaron en absoluto silencio hasta que, finalmente, Daisy se quedó dormida. En<br />

sueños buscó <strong>un</strong>a posición más cómoda y acabó apoyándose en el hombro de Alex.<br />

Un mechón de su pelo se agitó con la brisa y acarició los labios de Alex. Él lo dejó jugar allí <strong>un</strong><br />

rato, rozándole la boca y la mandíbula. Ella olía a <strong>un</strong> perfume dulce y caro, como a esencia de<br />

flores silvestres en <strong>un</strong>a joyería.<br />

Escaneado por PACI <strong>–</strong> Corregido por Mara Adilén Página 56

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!