Susan Elizabeth Phillips – Besar a un Ángel
Susan Elizabeth Phillips – Besar a un Ángel
Susan Elizabeth Phillips – Besar a un Ángel
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
—Habría odiado a cualquiera que se hubiera casado conmigo.<br />
<strong>Besar</strong> a <strong>un</strong> <strong>Ángel</strong><br />
SUSAN ELIZABETH PHILLIPS<br />
—Tal vez. Pero no de la manera que me odia a mí. Al principio no era tan malo, pero ahora...<br />
—Era más fácil cuando te odiaba todo el m<strong>un</strong>do. —Le frotó el hombro. —Siento que te hayas<br />
visto envuelta en esta batalla que tiene Sheba con su orgullo. Siempre ha poseído talento, incluso<br />
de niña, y por ese motivo han sido demasiado indulgentes con ella. Su padre la hacía trabajar<br />
duro, pero también alimentó su ego, y Sheba creció pensando que era perfecta. No puede aceptar<br />
que tiene debilidades como todo el m<strong>un</strong>do, así que siempre les echa la culpa de todo a los demás.<br />
—Supongo que no es fácil enfrentarse a tus propios defectos.<br />
—Oh, no. No comiences a sentir pena por ella. No bajes la guardia, ¿me oyes?<br />
—Pero yo no le he hecho nada.<br />
—Te has casado conmigo.<br />
Daisy fr<strong>un</strong>ció el ceño.<br />
—¿Qué fue lo que sucedió entre vosotros?<br />
—Ella creía que estaba enamorada de mí. Pero no lo estaba, sólo amaba mi linaje, a<strong>un</strong>que<br />
todavía no se ha dado cuenta. Tuvimos <strong>un</strong>a escena muy desagradable y perdió los nervios.<br />
Cualquier otra mujer lo habría olvidado, pero Sheba no. Es demasiado arrogante para pensar que<br />
es culpa suya, por lo tanto la culpa es mía. Nuestro matrimonio fue <strong>un</strong> enorme golpe para su<br />
orgullo, pero mientras estuviste en desgracia, resultó llevadero para ella. No sé cómo reaccionará<br />
ahora.<br />
—Mal, supongo.<br />
—Sheba y yo nos conocemos bastante bien. Podía vivir con el pasado mientras me veía como<br />
<strong>un</strong> ser desgraciado, pero ahora no. Querrá castigarme por ser feliz y sólo tengo <strong>un</strong>a debilidad. —La<br />
miró.<br />
—¿Yo? ¿Yo soy tu debilidad?<br />
—Si te hace daño a ti, me lo hace a mí. Por eso quiero que tengas cuidado.<br />
—Me parece <strong>un</strong>a pérdida de tiempo malgastar toda esa energía intentando convencer a todo el<br />
m<strong>un</strong>do de que <strong>un</strong>o es mejor que nadie. No puedo comprenderlo.<br />
—Claro que no puedes. Te encanta señalar tus defectos a todo aquel que quiera escucharte.<br />
Daisy debió encontrar divertida la exasperación de Alex porque sonrió.<br />
—De cualquier manera acabarían descubriéndolos por sí solos en cuanto pasaran el tiempo<br />
suficiente conmigo. Sólo les evito el esfuerzo.<br />
—Lo único que descubrirían es que eres <strong>un</strong>a de las personas más decentes que conozco.<br />
Una expresión muy parecida a la culpa asomó en el rostro de Daisy, a<strong>un</strong>que Alex no podía<br />
imaginar de que se sentía culpable. De repente, la joven volvió a mostrar su preocupación.<br />
—¿Estás seguro de que a Heather no le pasará nada?<br />
—No he dicho eso. Te aseguro que Brady la castigará.<br />
—Dado que soy la persona agraviada, debería decidir yo el castigo.<br />
—Brady no lo verá de ese modo, y Sheba tampoco.<br />
—¡Sheba! ¡Qué hipócrita! Le encantaba creer que yo era <strong>un</strong>a ladrona. ¿Cómo puede castigar a<br />
Heather por concederle su más anhelado deseo?<br />
Escaneado por PACI <strong>–</strong> Corregido por Mara Adilén Página 202