Susan Elizabeth Phillips – Besar a un Ángel
Susan Elizabeth Phillips – Besar a un Ángel
Susan Elizabeth Phillips – Besar a un Ángel
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
CAPÍ ÍTULLO 20<br />
<strong>Besar</strong> a <strong>un</strong> <strong>Ángel</strong><br />
SUSAN ELIZABETH PHILLIPS<br />
Sheba estaba bajo las sombras del toldo, ocultando su sufrimiento, mientras observaba reírse a<br />
Alex y Daisy frente a su caravana. Él quitó <strong>un</strong>a paja del pelo a su esposa y luego le rozó la cara; <strong>un</strong><br />
gesto tan íntimo que fue como si le hubiera acariciado el pecho.<br />
La amargura se extendió por su cuerpo como <strong>un</strong>a vid corrupta, despojándola de todo lo demás.<br />
Habían pasado cuatro días desde que Heather había confesado la verdad y Sheba no podía<br />
soportar lo feliz que parecía la pareja. Sentía como si fuera a su costa, y Alex no merecía ser feliz.<br />
—Olvídalo, Sheba.<br />
Se giró y vio a Brady caminando hacia ella. Él llevaba pavoneándose como <strong>un</strong> gallito por el<br />
recinto del circo desde la noche que habían pasado j<strong>un</strong>tos. Sheba casi esperaba que se pusiera las<br />
manos bajo las axilas y cacarease. Era típico de Brady Pepper creer que porque se hubiera metido<br />
en su cama <strong>un</strong>a vez tenía derecho de entrometerse en su vida.<br />
—Déjame en paz.<br />
—No es eso lo que quieres que haga.<br />
Sheba odió la mirada de lástima que él le lanzó.<br />
—No sabes nada.<br />
—Déjalo, Sheba. Alex forma parte de tu pasado. Será mejor que lo olvides.<br />
—Suponía que dirías algo así. Eres todo <strong>un</strong> experto en olvidar, ¿no es cierto?<br />
—Si estás hablando de Heather...<br />
—Ya sabes que sí.<br />
Digirió la mirada hacia el camión de los elefantes donde Heather empujaba <strong>un</strong>a carretilla<br />
cargada de estiércol. Ahora era ella quien se encargaba de esa tarea, la misma que había realizado<br />
Daisy. Sheba lo consideraba <strong>un</strong> castigo apropiado, pero Brady no estaba satisfecho. Lo había<br />
arreglado todo para enviar a Heather con su cuñada Terry en cuanto ésta regresara de visitar a su<br />
madre en Wichita.<br />
—Heather es cosa mía. En lugar de preocuparte por ella, por qué no piensas en lo bien que lo<br />
pasamos j<strong>un</strong>tos la otra noche.<br />
—¿Bien? Pero ¡si casi nos matamos el <strong>un</strong>o al otro!<br />
—Sí. ¿No estuvo genial?<br />
Brady sonrió ampliamente ante el recuerdo y Sheba sintió <strong>un</strong> escalofrío traidor en su interior.<br />
Había estado bien: la excitación, la emoción de alcanzar el clímax j<strong>un</strong>to a alguien con tan mal genio<br />
y tan exigente como ella. Se moría por acostarse con él otra vez, así que se puso <strong>un</strong>a mano en la<br />
cadera y adelantó el labio inferior.<br />
—Preferiría que me abrieran en canal.<br />
—Pues nena, yo siempre tengo el taladro listo para el trabajo.<br />
Ella casi sonrió. Entonces vio que Alex se inclinaba para besar a Daisy en la p<strong>un</strong>ta de la nariz.<br />
Cómo lo odiaba. Cómo los odiaba a los dos. A ella n<strong>un</strong>ca la había mirado así.<br />
—Mantente alejado de mí, Brady. —Lo empujó al pasar por su lado y se alejó con paso airado.<br />
Escaneado por PACI <strong>–</strong> Corregido por Mara Adilén Página 204