Doctrina y Convenios e Historia de la Iglesia - Seminaries ...

Algunos principios importantes
del Evangelio para tener en cuenta
• La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
es el reino de Dios sobre la tierra y existe para preparar al
mundo para la segunda venida de Jesucristo (véase D. y C.
65; véase también Daniel 2:44–45).
Otras fuentes de estudio
• Doctrina y Convenios, Manual para el alumno: Religión 324–325,
págs.131–132.
Sugerencias para la enseñanza
Doctrina y Convenios 65:1–5. La Iglesia de Jesucristo
de los Santos de los Últimos Días es el reino de Dios
sobre la tierra y existe para preparar al mundo para
la segunda venida de Jesucristo. (10–15 minutos.)
Ponga a la vista un mapa del mundo. Coloque sobre él una
lámina, fotografía o dibujo de una gran piedra redonda que
cubra una gran parte del mapa. Pida a los alumnos que lean
Daniel 2:44–45 y Doctrina y Convenios 65:1–2 para determinar
qué representa lo que ha puesto a la vista. Analicen cómo la
profecía de Daniel se está cumpliendo en la actualidad. Lean
la declaración del presidente Wilford Woodruff que se encuentra
en la Introducción de esta lección.
Escriba en la pizarra Reino de Dios y Reino de los cielos. Pida a
los alumnos que busquen esas frases en la Guía para el Estudio
de las Escrituras y escriban una breve definición de cada una
de ellas. Escoja a dos alumnos para que lean sus definiciones
y escríbalas en la pizarra debajo de la frase correspondiente.
Indique que en el encabezamiento de Doctrina y Convenios 65,
José Smith describió esa revelación como una oración. Lean
los versículos 3–6 con el fin de saber sobre qué debemos orar
en preparación para la Segunda Venida. Invite a los alumnos a
analizar en qué forma el reino de Dios (la Iglesia) nos ayuda a
prepararnos para el reino de los cielos (el reino milenario).
Comparta la siguiente declaración del presidente Gordon B.
Hinckley, en ese entonces Consejero de la Primera Presidencia:
“Debemos tener en cuenta que esta Iglesia no es un club
social. Éste es el reino de Dios sobre la tierra. Es La Iglesia
de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y su
propósito es llevar la salvación y la exaltación tanto a
los vivos como a los muertos” (“Rise to a Larger Vision
of the Work”, Ensign, mayo de 1990, pág. 97).
Comparta la siguiente declaración del presidente Hinckley:
“Cumplamos con nuestro deber de dar a conocer el
Evangelio a los que nos rodean, primero por medio de
nuestro ejemplo y después por el inspirado precepto.
“La piedra cortada del monte, no con mano, continuará
rodando hasta que haya llenado la tierra (véase Daniel
2). Les doy mi testimonio de esta verdad y de que cada
uno de nosotros puede ayudar, por medios adaptados a
nuestras circunstancias, si buscamos la guía e inspiración
de nuestro Padre Celestial. Es la obra de Dios la que
estamos realizando y, con Su bendición, tendremos
éxito” (véase “La obra que tenemos que realizar”,
Liahona, junio de 1988, pág. 7).
Invite a los alumnos a analizar algunas formas en las cuales
ellos pueden compartir el Evangelio con el fin de preparar la
tierra para la segunda venida de Jesucristo.
Introducción
Doctrina y Convenios 66
¿Cuán bien nos conoce el Padre Celestial? Si escuchamos Su
consejo, ¿nos ayudará Él a apartarnos de un problema grave?
¿Cuán dispuesto está Él a ayudarnos a darnos cuenta de
nuestras debilidades y a arrepentirnos? Las respuestas a esas
preguntas se pueden ilustrar por medio de los sucesos que
tuvieron lugar en la vida de William E. McLellin.
William E. McLellin se unió a la Iglesia en 1831 y en 1835 se
le escogió como uno de los primeros Doce Apóstoles. Poco
después de su bautismo, el Señor le advirtió: “…te encuentras
limpio, mas no del todo; arrepiéntete, pues” (D. y C. 66:3). Él
prestó servicio fielmente en la Iglesia, pero en ocasiones se
permitía criticar a la Primera Presidencia y buscar los honores
de los hombres. En 1835, perdió por cierto tiempo los derechos
de miembro y en 1838 fue excomulgado por descreimiento y
apostasía. Se unió a la turba que persiguió a los santos en Misuri
y cuando José Smith fue arrestado en Far West, McLellin estaba
con el grupo que saqueó la casa del Profeta.
En Doctrina y Convenios 66, se ve claramente que el Señor
conoce nuestras debilidades. Esta sección ofrece consejo que,
si lo seguimos, nos llevará a tener “una corona de vida eterna”
(vers. 12).
Algunos principios importantes
del Evangelio para tener en cuenta
Doctrina y Convenios 66
• El Señor revela el nuevo y sempiterno convenio (la plenitud
del Evangelio) en los postreros días con el fin de que los
hijos de los hombres puedan obtener la vida eterna (véase
D. y C. 66:2; véase también TJS, Génesis 17:11–12; Jeremías
32:36–40; D. y C. 45:9).
• El Señor conoce nuestras debilidades y nos mostrará aquellos
aspectos de nuestra vida de los que necesitamos arrepentirnos
(véase D. y C. 66:3–4, 9–10; véase también D. y C. 6:16).
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