Doctrina y Convenios e Historia de la Iglesia - Seminaries ...

El Periodo de Nueva York y Pensilvania
Sugerencias para la enseñanza
Doctrina y Convenios 25:1. Cuando aceptamos y vivimos
el Evangelio de Jesucristo, nos convertimos en Sus hijos.
(5–10 minutos.)
Pida a los alumnos a pensar en su propio padre o en alguna
persona que sea como un padre para ellos. Invite a algunos
de los alumnos a hablar sobre algunas características de sus
padres o de la persona que sientan como tal. Explique que
hay alguien más que puede ser un padre para ellos. Pídales
que lean Doctrina y Convenios 25:1 con el fin de ver quién
es esa persona. Con el fin de ayudarles, pregunte:
• ¿Quién habla en este versículo?
• ¿A quién le habla?
• ¿Cómo la llama Él?
• ¿De qué manera es Jesucristo como un padre para nosotros?
• Lean Mosíah 5:7. ¿En qué forma podemos convertirnos en
hijos e hijas del reino de Dios?
Comparta la siguiente declaración del élder Russell M. Nelson,
miembro del Quórum de los Doce:
“Cuando abrazamos el Evangelio y nos bautizamos,
nacemos de nuevo y tomamos sobre nosotros el nombre
de Jesucristo [véase D. y C. 20:37]. Somos adoptados
como Sus hijos e hijas y se nos reconoce como hermanos
y hermanas. Él es el Padre de nuestra nueva vida.
Llegamos a ser coherederos de las promesas que el
Señor hizo a Abraham, a Isaac, a Jacob y a la posteridad
de ellos (véase Gálatas 3:29; D. y C. 86:8–11)” (véase “Los
hijos del convenio”, Liahona, julio de 1995, pág. 38).
• ¿Por qué creen que le brindaron consuelo las bendiciones
prometidas que ella recibió?
Pida a los alumnos que lean de nuevo el versículo 16 y
determinen quiénes podrían beneficiarse con esa revelación.
Analicen por qué el consejo que recibió Emma podría influir
en nuestra vida. Someta también a discusión de clase por qué
las bendiciones que se le prometieron a ella podrían brindarnos
seguridad y consuelo al afrontar nuestras pruebas.
Nota: Doctrina y Convenios 25 tiene un significado especial para
las mujeres de la Iglesia, mientras que Doctrina y Convenios
121:41–46, sobre el ejercicio del sacerdocio, tiene un significado
especial para los hombres. Si lo desea, se podría comparar
y contrastar el consejo del Señor en esas dos revelaciones y
someter a discusión de clase los principios que son similares
en ambas.
Doctrina y Convenios 25. El Señor le ha dado a la mujer
dones y talentos especiales para bendecir a Sus hijos.
(25–30 minutos.)
Lea la siguiente declaración del presidente Gordon B. Hinckley,
en ese entonces Consejero de la Primera Presidencia, en una
conferencia general de las mujeres:
“Sentí el impulso de leer una vez más la sección 25 de
Doctrina y Convenios… Que yo sepa, ésta es la única
revelación dada específicamente a una mujer, y al fin de
ella el Señor dice: ‘esta es mi voz a todos’ (D. y C. 25:16).
Por lo tanto, el consejo que el Señor dio en esta ocasión
se aplica a cada una de ustedes” (véase “Si eres fiel”,
Liahona, enero de 1985, pág. 74).
Doctrina y Convenios 25. Cuando marido y mujer se
apoyan mutuamente en sus funciones y llamamientos
divinos, el Espíritu Santo los guía y finalmente podrán
recibir la exaltación. (20–25 minutos.)
Lea o resuma para los alumnos los antecedentes históricos
correspondientes a la sección 25 de Doctrina y Convenios,
Manual para el alumno: Religión 324–325, pág. 48. Concéntrese
en las pruebas de Emma Smith y la forma en que ella las
afrontó. Pregunte:
• ¿Por qué creen que algunas personas afrontan las pruebas
mejor que otras?
• ¿Qué les ayuda a ustedes a afrontar las pruebas?
• Escriba en la pizarra los títulos Consejo y Bendiciones.
Divida la clase en dos grupos. Pida a uno de los grupos
que lea la sección 25 y busquen el consejo que el Señor le
dio a Emma. Pida al otro grupo que lea la sección y busquen
las bendiciones que ella recibió. Anote lo que ellos hayan
encontrado debajo de los títulos correspondientes. Analicen
las preguntas siguientes:
• ¿De qué modo pudo haber influido en su vida el consejo
que Emma recibió?
Diga a los alumnos: Imagínense que un viajero que nunca
antes había estado en este país ni sabe nada de nuestro estilo
de vida viene de visita por primera vez. Llega tarde por la
noche y no tiene la oportunidad de observar casi nada antes
de llegar al hotel. Antes de dormir, decide ver un rato la
televisión o leer una revista nacional muy popular. Pregunte:
• Basándose sólo en las pocas horas de televisión que ha
visto, ¿cómo piensan que el viajero describiría la función
que cumple la mujer en nuestro país?
• ¿Piensan que la opinión del mundo sobre la función de la
mujer es diferente de lo que el Señor ha enseñado? Si es así,
¿en qué?
En el mundo, existe una gran confusión acerca de la función de
la mujer. El Señor le ha dado a la mujer dones y talentos para
bendecir a Sus hijos. Pida a los alumnos que repasen Doctrina
y Convenios 25:1–3 para saber cuáles fueron las razones por
las cuales el Señor llamó a Emma “una dama elegida”. Anote
las respuestas en la pizarra. (Entre ellas se deben incluir que
recibió el Evangelio, que era una hija de Dios, que se le prometió
una herencia si era fiel, que sus pecados le fueron perdonados.)
Pídales que lean Doctrina y Convenios 25:4–15 y se fijen en
qué forma vive una dama elegida. Con el fin de ayudarles
con sus respuestas, véase la lista que hay en el comentario
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