Doctrina y Convenios e Historia de la Iglesia - Seminaries ...
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EL TIEMPO DE LOS GENTILES<br />
Por el presi<strong>de</strong>nte Ezra Taft Benson, en ese entonces Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l<br />
Quórum <strong>de</strong> los Doce. Pasajes seleccionados <strong>de</strong>“Prepare Yourself for<br />
the Great Day of the Lord”, New Era, mayo <strong>de</strong> 1982, págs. 47–49.<br />
“El Señor ha <strong>de</strong>signado estos días en los que vivimos como ‘el<br />
tiempo <strong>de</strong> los gentiles’… La expresión ‘el tiempo <strong>de</strong> los gentiles’<br />
hace referencia a ese período <strong>de</strong> tiempo que abarca <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el<br />
momento en que se restauró el Evangelio al mundo (1830) hasta<br />
el momento en que el Evangelio se predique <strong>de</strong> nuevo a los<br />
judíos, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> que los gentiles lo hayan rechazado. Así lo<br />
explica el Señor:<br />
“ ‘Y cuando llegue el tiempo <strong>de</strong> los gentiles, resp<strong>la</strong>n<strong>de</strong>cerá una<br />
luz entre los que se asientan en tinieb<strong>la</strong>s, y será <strong>la</strong> plenitud <strong>de</strong><br />
mi evangelio;<br />
“ ‘mas no lo reciben, porque no perciben <strong>la</strong> luz, y apartan <strong>de</strong> mí<br />
su corazón a causa <strong>de</strong> los preceptos <strong>de</strong> los hombres.<br />
“ ‘Y en esa generación serán cumplidos los tiempos <strong>de</strong> los<br />
gentiles’ (D. y C. 45:28–30; cursiva agregada).<br />
“Sabremos el momento en que el tiempo <strong>de</strong> los gentiles se<br />
acerca a su cumplimiento por estas señales:<br />
“ ‘Y en ese día se oirá <strong>de</strong> guerras y rumores <strong>de</strong> guerras, y toda<br />
<strong>la</strong> tierra estará en conmoción, y <strong>de</strong>smayará el corazón <strong>de</strong> los<br />
hombres y dirán que Cristo <strong>de</strong>mora su venida hasta el fin <strong>de</strong><br />
<strong>la</strong> tierra.<br />
“ ‘Y el amor <strong>de</strong> los hombres se enfriará, y abundará <strong>la</strong> iniquidad’<br />
(D. y C. 45:26–27).<br />
“ ‘Y otra vez, este Evangelio <strong>de</strong>l Reino será predicado en todo el<br />
mundo, por testimonio a todas <strong>la</strong>s naciones; y entonces vendrá<br />
el fin, o sea, <strong>la</strong> <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong> los inicuos’ (TJS—Mateo 1:31).<br />
“¿Acaso no estamos presenciando el cumplimiento <strong>de</strong> estas<br />
señales en nuestros días? El Evangelio se está extendiendo a<br />
todas <strong>la</strong>s naciones que permiten que los misioneros entren en<br />
sus fronteras. La <strong>Iglesia</strong> está prosperando y creciendo. Y aún<br />
así, con una incesante furia, y con <strong>la</strong> ansiedad <strong>de</strong> saber que le<br />
queda poco tiempo —-lo que es cierto—- Satanás, ese gran<br />
adversario <strong>de</strong> todos los hombres, está intentando <strong>de</strong>struir todo<br />
lo que es valioso para nosotros… Escuchamos constantemente<br />
<strong>de</strong> guerras y rumores <strong>de</strong> guerras. El ateísmo, el agnosticismo,<br />
<strong>la</strong> inmoralidad y <strong>la</strong> <strong>de</strong>shonestidad se exhiben a <strong>la</strong>s c<strong>la</strong>ras en<br />
nuestra sociedad. Nos hemos acostumbrado a oír hab<strong>la</strong>r <strong>de</strong>l<br />
abandono <strong>de</strong> niños, <strong>de</strong> <strong>la</strong> crueldad, <strong>de</strong>l divorcio y <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
infi<strong>de</strong>lidad, los que llevan a <strong>la</strong> <strong>de</strong>sintegración <strong>de</strong> <strong>la</strong> familia.<br />
Ciertamente vivimos en los tiempos <strong>de</strong> los que habló el<br />
Salvador, cuando ‘el amor <strong>de</strong> los hombres se enfriará,<br />
y abundará <strong>la</strong> iniquidad’.<br />
“El rechazo <strong>de</strong>l testimonio <strong>de</strong> los siervos <strong>de</strong> Dios por <strong>la</strong>s<br />
naciones <strong>de</strong>l mundo traerá como consecuencia mayores<br />
ca<strong>la</strong>mida<strong>de</strong>s, por cuanto el Señor mismo <strong>de</strong>c<strong>la</strong>ró:<br />
“ ‘Porque <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> vuestro testimonio viene el testimonio<br />
<strong>de</strong> terremotos que causarán gemidos en el centro <strong>de</strong> <strong>la</strong> tierra,<br />
y los hombres caerán al suelo y no podrán permanecer en pie.<br />
“ ‘Y también viene el testimonio <strong>de</strong> <strong>la</strong> voz <strong>de</strong> truenos, y <strong>la</strong> voz<br />
<strong>de</strong> relámpagos, y <strong>la</strong> voz <strong>de</strong> tempesta<strong>de</strong>s, y <strong>la</strong> voz <strong>de</strong> <strong>la</strong>s o<strong>la</strong>s<br />
<strong>de</strong>l mar que se precipitan allen<strong>de</strong> sus límites.<br />
“ ‘Y todas <strong>la</strong>s cosas estarán en conmoción; y <strong>de</strong> cierto,<br />
<strong>de</strong>sfallecerá el corazón <strong>de</strong> los hombres, porque el temor<br />
vendrá sobre todo pueblo’ (D. y C. 88:89–91).<br />
“ ‘Y vivirán hombres en esa generación que no morirán hasta<br />
que vean una p<strong>la</strong>ga arrasadora, porque una enfermedad<br />
<strong>de</strong>so<strong>la</strong>dora cubrirá <strong>la</strong> tierra.<br />
“ ‘Pero mis discípulos estarán en lugares santos y no serán<br />
movidos; pero entre los inicuos, los hombres alzarán sus<br />
voces y mal<strong>de</strong>cirán a Dios, y morirán.<br />
“ ‘Y también habrá terremotos en diversos lugares, y muchas<br />
<strong>de</strong>vastaciones; sin embargo, los hombres endurecerán su<br />
corazón contra mí y levantarán <strong>la</strong> espada el uno contra el<br />
otro, y unos a otros se matarán’ (D. y C. 45:31–33).<br />
“El mundo presentará una escena <strong>de</strong> conflicto como nunca<br />
existió antes; y aún así, los hombres endurecerán el corazón<br />
ante <strong>la</strong>s reve<strong>la</strong>ciones <strong>de</strong>l cielo y se darán aún mayores señales<br />
para poner <strong>de</strong> manifiesto <strong>la</strong> cercana llegada <strong>de</strong>l gran día <strong>de</strong>l<br />
Señor.<br />
“ ‘Y verán señales y maravil<strong>la</strong>s, porque se manifestarán arriba<br />
en los cielos y abajo en <strong>la</strong> tierra.<br />
“ ‘Y verán sangre y fuego y vapores <strong>de</strong> humo.<br />
“ ‘Y antes que venga el día <strong>de</strong>l Señor, el sol se obscurecerá,<br />
y <strong>la</strong> luna se tornará en sangre, y <strong>la</strong>s estrel<strong>la</strong>s caerán <strong>de</strong>l cielo’<br />
(D. y C. 45:40–42).<br />
“Soy consciente <strong>de</strong> que éste es un tema <strong>de</strong>sagradable para<br />
<strong>de</strong>tenernos en él. No me agrada en absoluto tratarlo, ni<br />
tampoco espero con anhelo el día en que esas ca<strong>la</strong>mida<strong>de</strong>s<br />
caigan sobre <strong>la</strong> humanidad; pero estas pa<strong>la</strong>bras no son mías,<br />
sino que el Señor <strong>la</strong>s ha hab<strong>la</strong>do. Sabiendo lo que sabemos<br />
como siervos Suyos, ¿somos capaces <strong>de</strong> dudar en levantar una<br />
voz <strong>de</strong> amonestación a todos los que estén dispuestos a escuchar<br />
para que puedan prepararse para los días que están por venir?<br />
¡El mantener silencio ante tales ca<strong>la</strong>mida<strong>de</strong>s es un pecado!<br />
“Sin embargo, existe un aspecto positivo en esta imagen por lo<br />
<strong>de</strong>más sombría: <strong>la</strong> venida <strong>de</strong> nuestro Señor en toda Su gloria.<br />
Su venida será tanto gloriosa como terrible, según <strong>la</strong> condición<br />
espiritual <strong>de</strong> los que permanezcan”.<br />
APÉNDICE<br />
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