Doctrina y Convenios e Historia de la Iglesia - Seminaries ...

La Iglesia Mundial
Introducción
El élder Jeffrey R. Holland dijo lo siguiente acerca del presidente
Gordon B. Hinckley:
“Quizás no haya habido otro que haya llegado a la Presidencia
de la Iglesia tan bien preparado como él para cumplir esa
responsabilidad. A lo largo de los sesenta años en que ha
trabajado en la administración de la Iglesia, ha conocido
personalmente a cada uno de los ocho profetas que ésta ha
tenido en este período, desde Heber J. Grant hasta Howard W.
Hunter, y ellos le han enseñado y lo han capacitado en el
servicio. Como dice uno de sus compañeros: ‘En la historia de
la Iglesia, no ha habido otro hombre que haya viajado tan lejos
y tan extensamente llevando en la mente este solo propósito:
predicar el Evangelio, bendecir y elevar a los santos y promover
la redención de los muertos’ ” (“Presidente Gordon B. Hinckley:
Valiente y denodado”, Liahona, julio de 1995, pág. 22).
Algunos principios importantes
del Evangelio para tener en cuenta
• Debemos magnificar los llamamientos que recibimos del
Señor (véase “Presidente Gordon B. Hinckley”, Guía de
estudio para el alumno, pág. 231, párrafos 1–4; véase también
Jacob 1:18–19, D. y C. 4:2; 84:33).
• La visión del futuro del presidente Hinckley para la Iglesia
da razón para el optimismo a pesar de la creciente maldad
del mundo (véase “Presidente Gordon B. Hinckley”, Guía
de estudio para el alumno, págs. 231–232, párrafos 5, 12; véase
también 1 Nefi 22:16–22).
• La Iglesia construye más y más templos a fin de satisfacer
las necesidades de su creciente número de miembros (véase
“Presidente Gordon B. Hinckley”, Guía de estudio para el
alumno, pág. 232, párrafos 6–8; véase también
D. y C. 65:2).
• La manera en que vivimos refleja nuestra fe en Cristo. Al
seguir el consejo de nuestro profeta viviente, nuestra fe se
fortalece (véase “Presidente Gordon B. Hinckley”, Guía de
estudio para el alumno, págs. 232–233, párrafos 12–37; véase
también Romanos 12:1–2; D. y C. 20:26).
• Todo miembro de la Iglesia necesita un amigo, una
responsabilidad y ser nutrido por la palabra de Dios (véase
“Presidente Gordon B. Hinckley”, Guía de estudio para el
alumno, pág. 233, párrafos 22–24; véase también Moroni
6:3–9).
Otras fuentes de estudio
Presidente
Gordon B. Hinckley
• La historia de la Iglesia en la dispensación del cumplimiento de
los tiempos: Religión 341–343, capítulo 48 de la nueva edición.
Sugerencias para la enseñanza
“Presidente Gordon B. Hinckley”, Guía de estudio
para el alumno, pág. 231, párrafos 1–4. Debemos
magnificar los llamamientos que recibimos del Señor.
(10–15 minutos.)
Escriba en la pizarra las siguientes definiciones de la palabra
magnificar:
1. Hacer que algo crezca.
2. Hacer que algo parezca ser más grande de lo que es
o estar más cerca.
3. Alabar algo, o concederle mayor importancia o estima.
Someta a discusión de clase las siguientes preguntas:
• Dadas estas definiciones de magnificar, ¿qué podría significar
el magnificar nuestros llamamientos en la Iglesia?
• ¿Por qué creen que es importante magnificar nuestros
llamamientos o responsabilidades?
Pida a los alumnos que piensen en alguien que sea un buen
ejemplo por magnificar su llamamiento; permita que algunos
de ellos expliquen de qué manera lo magnifican las personas
en quienes pensaron.
Permita que los alumnos aprendan más acerca del presidente
Gordon B. Hinckley leyendo las partes “Su vida” y “Su
presidencia” de la sección “Presidente Gordon B. Hinckley”
de la guía de estudio para el alumno, págs. 230–231. Enumeren
algunos de los llamamientos y las responsabilidades que él ha
tenido en la vida; después lean la Introducción y los párrafos
1–4 de la sección “Presidente Gordon B. Hinckley” y pregúnteles:
• ¿Qué encontraron que testifique de la manera en que el
presidente Hinckley magnifica sus llamamientos?
• ¿Qué podemos aprender de su ejemplo?
“Presidente Gordon B. Hinckley”, Guía de estudio
para el alumno, págs. 231–232, párrafos 5, 12.
Debemos ser optimistas en cuanto al futuro a pesar
de la creciente maldad del mundo. (15–20 minutos.)
Muestre a la clase dos vasos medio llenos de agua y escriba en
la pizarra: ¿Están medio llenos o medio vacíos? Analicen las
siguientes preguntas:
• ¿Por qué el considerar que el vaso está medio lleno o medio
vacío se puede comparar al pesimismo o al optimismo?
• ¿Qué significa ser optimistas?
• ¿Por qué nos resulta agradable estar con personas optimistas?
Ponga a uno de los vasos una etiqueta que diga medio lleno y al
otro una que diga medio vacío. Pida a los alumnos que mediten
acerca de la situación del mundo actual. Escriba medio vacío en
la pizarra y escriba debajo una lista de las circunstancias del
mundo actual que podrían preocuparnos o hacernos perder la
esperanza. Escriba medio lleno y escriba debajo una lista de las
circunstancias que nos den motivo para estar felices o llenos
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