Doctrina y Convenios e Historia de la Iglesia - Seminaries ...

Período de Nauvoo
Otras fuentes de estudio
• Doctrina y Convenios, Manual para el alumno: Religión 324–325,
págs. 321–325.
Sugerencias para la enseñanza
Doctrina y Convenios 134. Creemos que los gobiernos
tienen el derecho de promulgar leyes para la paz y la
seguridad de sus ciudadanos pero no interferir con la
adoración justa. Es el deber de toda la gente obedecer
las leyes de la nación en la cual vive. (30–35 minutos.)
Invite a los alumnos a imaginar que han sido elegidos para
integrar un comité para formar un gobierno en una colonia
recientemente establecida. Pídales que trabajen en grupos
pequeños por diez minutos con el fin de analizar y escribir
respuestas para las preguntas siguientes:
• ¿Cómo definirían el objetivo de su gobierno?
• ¿Qué responsabilidades tendrá el gobierno de ustedes?
• ¿Qué responsabilidades tendrán los ciudadanos?
Pida a cada grupo que comparta lo que haya escrito. Lean
Doctrina y Convenios 134:1–9, 11 como clase. Pida a los
alumnos que se fijen en las respuestas que esta sección da a las
preguntas y compárenlas con las respuestas de cada grupo.
Lean el encabezamiento de Doctrina y Convenios 134
y pregunte:
• ¿Qué diferencia hay entre esta sección y las demás de
Doctrina y Convenios? (Es la declaración de una creencia
y no una revelación.)
• ¿Por qué es valioso para nosotros tener esta declaración?
Comparta la información que se encuentra en los antecedentes
históricos correspondientes a la sección 134 en Doctrina y
Convenios, Manual para el alumno: Religión 324–32 (págs. 321–322).
Someta a discusión de clase las siguientes preguntas:
• ¿Qué acontecimientos llevaron a que se escribiera esa
declaración?
• ¿Por qué sería importante que las demás personas
comprendieran los puntos de vista de la Iglesia en
cuanto al gobierno?
• ¿Por qué los Artículos de Fe números once y doce corroboran
esas enseñanzas sobre el gobierno?
• ¿De qué modos puede un gobierno seguir las enseñanzas
de Doctrina y Convenios 134?
• ¿Qué podemos hacer para demostrar que apoyamos
a nuestro gobierno y a sus líderes?
Doctrina y Convenios 134:4, 10. Las organizaciones
religiosas no tienen derecho a quitar a las personas
la vida ni tampoco quitarles sus bienes. Sólo pueden
negar a una persona el derecho ser miembro de su
organización o suspenderles sus derechos de miembro.
(10–15 minutos.)
Escriba o coloque un cartel con las siguientes reglas
hipotéticas en la pizarra:
• Cada vez que lleguen tarde a seminario, tendrán
que pagar una multa de $5 dólares.
• Si no sacan en seminario una calificación de
aprobación, no podrán participar en ninguna
actividad escolar fuera de los cursos de estudio.
• Cada día que dejen de leer las Escrituras, deben
entregar a su maestro algo de valor que posean
personalmente (de un valor hasta de $10 dólares).
Analice con los alumnos qué pensarían si esas reglas se pusieran
en práctica. Pregunte:
• ¿Piensan que esas reglas son justas? ¿Por qué? ¿Por qué no?
• ¿Por qué no estaría bien que el seminario o la Iglesia forzara
a la gente a actuar de cierta forma?
• ¿Qué disciplina debe poder ejercer una iglesia contra un
miembro que infrinja sus reglas?
Pida a los alumnos que lean Doctrina y Convenios 134:4, 10
con el fin de conocer la posición de la Iglesia acerca de esas
preguntas. Pregunte: ¿Por qué eso es mejor que dar a las
organizaciones religiosas poder sobre la vida o los bienes
de la gente?
Escriba en la pizarra: robar, mentir, adulterio, estafa. Pregunte:
• ¿Cuál creen que sea un castigo apropiado para que el
gobierno inflija en relación con cada uno de esos delitos?
• ¿Cuál piensan que sea un castigo apropiado para la Iglesia?
Introducción
Doctrina y Convenios 135
La sección 135, que escribió el élder John Taylor, en ese entonces
miembro del Quórum de los Doce, es un tributo inspirado que
él rindió al profeta José Smith. El élder Taylor dijo después:
“Vivimos en esta dispensación, la que está llena de
acontecimientos más grandes que los de cualquier otra de las
dispensaciones que ha habido sobre la tierra, ya que abarca
todo lo que jamás haya existido entre sus pueblos. Por tanto,
ésa es la razón por la cual consideramos a José Smith como
una persona tan grande e importante en la historia del mundo.
Pienso que él fue uno de los profetas más grandes que haya
vivido, con excepción de Jesús mismo” (en Journal of Discourses,
tomo XVIII, págs. 326–327).
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