Doctrina y Convenios e Historia de la Iglesia - Seminaries ...

El período de Ohio y Misuri
• ¿Qué bendición deseaban los santos que, para tenerla,
valía la pena cualquier sacrificio? (“que el Hijo del Hombre
[tuviera] un lugar para manifestarse a su pueblo” [vers. 5]).
Pregunte a los alumnos por qué piensan que la sala de clases
está arreglada de esa forma (o señale el dibujo de la pizarra).
Explique que ese arreglo es similar al interior del Templo de
Kirtland. Diga a los alumnos: Imagínense que se encontraban
presentes en la dedicación del Templo de Kirtland.
• ¿A qué hora de la madrugada tuvieron que llegar para asistir
a la dedicación del primer templo de esta dispensación?
• ¿Qué era lo que más deseaban ver?
• ¿Cómo describirían lo que sintieron al ver a José Smith de
pie ante púlpito para dirigir el servicio dedicatorio?
Comparta algunos pormenores de la dedicación del manual
La historia de la Iglesia en la dispensación del cumplimiento de los
tiempos, págs. 184–187. Pida a los alumnos que lean Doctrina y
Convenios 109:35–37 y comparen ese pasaje con Hechos 2:1–6.
Pregunte:
• ¿Por qué cosas oró el Profeta?
• ¿Cómo se habrían sentido si hubiesen sido testigos del
cumplimiento de esa oración?
Pida a un alumno que lea lo que sucedió esa noche durante
una reunión. El profeta José Smith escribió:
“…se oyó un ruido como un viento fuerte que soplaba,
el cual llenó el templo, y toda la congregación se levantó
simultáneamente, impelida por un poder invisible;
muchos empezaron a hablar en lenguas y a profetizar;
otros vieron visiones gloriosas; y yo vi el templo lleno
de ángeles, cosa que declaré a la congregación. La gente
de la vecindad llegó corriendo (al escuchar un ruido
extraordinario en el interior y al ver una luz brillante
como una columna de fuego que descansaba sobre el
templo), y se asombraron de lo que estaba aconteciendo”
(La Casa del Señor, pág. 108).
Comparta la declaración del presidente Gordon B. Hinckley
que se encuentra en la Introducción de esta lección. Terminen
cantado o leyendo la letra del himno “El Espíritu de Dios”
(Himnos, Nº 2).
Doctrina y Convenios 109:5–9. Los templos se edifican
mediante el sacrificio de los santos, con el fin de
proporcionar a Jesucristo “un lugar para manifestarse
a su pueblo”. (10–15 minutos.)
Muestre la lámina de una casa o de un edificio de apartamentos,
o haga un dibujo en la pizarra. Pida a los alumnos que hablen
de las actividades que por lo general se realizan en una casa o
en un apartamento (por ejemplo, comidas, tareas, noches de
hogar, ver televisión). Muestre la lámina de un templo y pida
a los alumnos que hablen de algunas cosas que se efectúan en
el templo (por ejemplo, bautismos por los muertos, sellamientos
de padres, matrimonios por la eternidad). Pregunte:
• ¿Qué diferencia existe entre la Casa del Señor y el lugar en
dónde nosotros vivimos?
• ¿Qué podemos hacer para que el espíritu de nuestro hogar
sea más parecido al espíritu que reina en el templo?
Lean Doctrina y Convenios 109:5–9 y analicen las preguntas
siguientes:
• ¿De acuerdo con el versículo 5, ¿cuál es una de las razones
por las que edificamos templos?
• ¿Qué debemos hacer para establecer “una casa de Dios”?
(vers. 8; véanse los versículos 7–9).
• ¿Cuáles de esas actividades se pueden también hacer en
nuestra casa?
• ¿Por qué el poner en práctica los principios enumerados en
el versículo 8 hacen que el espíritu que reine en nuestro
hogar se parezca al espíritu que reina en el templo?
Comparta la siguiente declaración del élder Joseph B. Wirthlin:
“Es en el hogar donde se pueden curar la mayoría de
las enfermedades de la sociedad. El hacer que nuestros
hogares sean fortalezas de rectitud para protegernos del
mundo requiere de nosotros trabajo y diligencia…
“En el plan de salvación, todas las familias son
instrumentos preciosos en las manos del Señor para
ayudar a los hijos de Dios en su camino hacia un destino
celestial. La labor más importante que podemos hacer es
el modelar en rectitud un alma inmortal, y el hogar es el
lugar para lograrlo. Con el objeto de alcanzar esta tarea
eterna, debemos centrar nuestro hogar en el Evangelio.
Cuando abunde la paz y la armonía, siempre estará
presente el Espíritu Santo. Se pueden detener las
tormentas de la maldad a la entrada de nuestros
hogares…
“Las normas del Señor para la edificación de un templo
se aplican también para la edificación de la fortaleza
espiritual de los hogares: ‘Organizaos; preparad todo lo
que fuere necesario; y estableced una casa, sí, una casa
de oración, una casa de ayuno, una casa de fe, una casa
de instrucción, una casa de gloria, una casa de orden,
una casa de Dios’ (D. y C. 88:119). ¿Seguimos el consejo
del Señor? ¿Hacemos lo que nos pide? Haríamos bien
en edificar nuestros hogares de acuerdo con este plan
o estarán destinados a caer” (“Hogares y familias
espiritualmente fuertes”, Liahona, julio de 1993, pág.79).
Doctrina y Convenios 109:10–28, 38–46. Los templos
son lugares en los cuales los santos pueden sentir la
presencia y el poder del Señor, buscar sabiduría,
recibir la plenitud del Espíritu Santo y organizarse
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