Doctrina y Convenios e Historia de la Iglesia - Seminaries ...

El período de Ohio y Misuri
“Yo estaba arrodillado junto al presidente Tanner y creo
que él se dio cuenta de lo que me estaba pasando, porque
dirigiéndose al profeta dijo: ‘Presidente [Kimball], nos
gustaría que usted ofreciera la oración’. Entonces oí orar
a un profeta. Quisiera que lo entendieran …aprendí una
gran lección esa noche. Sentí el poder del Espíritu Santo,
como nunca lo había sentido —estoy seguro de que
pueden entenderlo— porque cuando un profeta habla
con Dios, es como una conversación entre amigos íntimos”
(véase “Vosotros los líderes de 1988”, Liahona,
noviembre de 1979, págs. 41–42).
Testifique que el acercarnos al Señor nos ayudará a mantenernos
limpios. Lean en voz alta el consejo del Señor que se encuentra
en los versículos 74–76, 86. Pregunte: ¿Por qué el Señor desea
que seamos limpios? Comparta la siguiente declaración del
presidente J. Reuben Clark Jr.:
“Muchas veces he dicho: ‘Me pregunto en qué situación
nos encontraríamos todos, y personalmente yo, si se nos
dijera que Dios está allá, en una montaña, y que puedo
ir a verlo si lo deseo’. Me pregunto si he vivido de forma
tal que puedo ir y presentarme ante el Ser que me conoce
mejor que nadie y que percibe mis pensamientos,
esperanzas y ambiciones más secretos. Mientras tanto
y hasta ese entonces, mis hermanos y hermanas, no
podemos pasar esa prueba porque no vivimos como
el Señor desea que lo hagamos” (en Conference Report,
octubre de 1935, pág. 91).
Invite a los alumnos a escribir en una hoja de papel las
respuestas a las preguntas siguientes:
• ¿Qué pueden hacer para tener un corazón más puro delante
del Señor?
• ¿Por qué es importante para ustedes permanecer limpios?
Doctrina y Convenios 88:77–85. Después de haber
recibido el Evangelio, debemos ser diligentes en
enseñarlo a los demás. (15–20 minutos.)
Entregue al primer alumno que llegue a la clase una nota con
el mensaje siguiente: “Advertencia: Todos los que crucen los
brazos por lo menos por un minuto durante el devocional de
hoy recibirán una recompensa”. Preste atención para ver si el
alumno comparte esa información con los demás. Después del
devocional, entregue una recompensa pequeña a cada uno de
los alumnos que haya seguido las instrucciones y después
pregunte al primer alumno: ¿Por qué (o por qué no) compartiste
la información de la recompensa con los demás?
Diga a los alumnos: Imagínense que se enteran de que un
desastre natural se aproxima a su ciudad o lugar de residencia?
• ¿Les advertirían a sus vecinos? ¿Por qué lo harían? o ¿por
qué no lo harían?
• ¿Tenemos nosotros la responsabilidad de hacerlo?
• ¿Con cuánta presteza quisiéramos que los demás nos
avisaran si nosotros no lo supiéramos?
Lean Doctrina y Convenios 88:81–82 y después pregunte:
• ¿Por qué se relaciona ese ejemplo con estos versículos?
• ¿Por qué desea el Señor que advirtamos a los demás?
• Lean los versículos 77–80. ¿Qué debemos hacer antes de
amonestar a nuestro prójimo?
• ¿A quiénes se refiere la palabra prójimo?
Comparta la siguiente declaración del élder Wilford Woodruff,
en ese entonces miembro del Quórum de los Doce:
“Viendo la condición en que se encuentra el mundo,
¿podemos tranquilamente cruzarnos de brazos y clamar:
‘todo está bien en Sión’, mientras el poder del sacerdocio
descansa sobre nosotros? ¿Nuestros vestidos estarán
limpios si no hemos levantado la voz delante de nuestros
semejantes y les hemos advertido de las cosas que están
a sus puertas? No, no podemos hacerlo. Desde que Dios
hizo el mundo, no ha habido un grupo de hombres que
tuviera una responsabilidad más grande de advertir a
esta generación, de levantar la voz clara y firme, día y
noche, siempre que se presente una oportunidad, y
declarar las palabras de Dios a esta generación. Se nos
ha exigido que lo hagamos. Ése es nuestro llamamiento.
Es nuestro deber. Es nuestro cometido” (en Journal of
Discourses, tomo XXI, pág. 122).
Pregunte: ¿Cuáles son algunas de las formas en que podemos
compartir el Evangelio con nuestros amigos y vecinos?
Doctrina y Convenios 88:87–116. El Salvador reinará
sobre la tierra durante el Milenio. Cristo y Sus discípulos
finalmente saldrán victoriosos sobre Satanás y sus
seguidores. (20–25 minutos.)
Pregunte a los alumnos si la mayoría de la gente está interesada
en la segunda venida de Jesucristo. Después pregunte: ¿Por
qué ese tema despierta tanto interés? Explíqueles que la sección
88 proporciona gran información sobre ese acontecimiento.
Escriba en la pizarra los siguientes encabezamientos: Antes de
Su venida, A Su venida y Después de Su venida. Pida a los alumnos
que repasen Doctrina y Convenios 88:87–116 y anote los
acontecimientos que se describen bajo el encabezamiento
correspondiente. La gráfica debe verse como la siguiente:
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