Doctrina y Convenios e Historia de la Iglesia - Seminaries ...

Doctrina y Convenios 130
Doctrina y Convenios 130:14–17. Dado que sólo Dios
conoce el momento exacto de la segunda venida de
Jesucristo, debemos prepararnos continuamente para
ella. (10–15 minutos.)
Pida a los alumnos que levanten la mano para indicar cuál de
las siguientes declaraciones expresa mejor su manera de sentir:
• “Ojalá supiera la fecha exacta de la Segunda Venida”.
• “No quiero saber cuándo tendrá lugar la Segunda Venida”.
Invite a algunos de los alumnos a compartir por qué votaron
de la forma en que lo hicieron. Lean Mateo 24:3 y Doctrina y
Convenios 130:14 y vean quiénes preguntaron al Señor cuándo
tendría lugar la Segunda Venida. Pregunte: ¿Qué respuesta
recibieron los discípulos de Cristo y el profeta José Smith?
(véase Mateo 24:36–39; D. y C. 130:15–17). Explique que para
que nos preparáramos, el Señor reveló señales que precederán
a la Segunda Venida (véase el comentario correspondiente a
D. y C. 130:14–17 en Doctrina y Convenios: Manual para el alumno,
Religión 324–325, págs. 302–303).
Diga a los alumnos: Imaginen que la gente naciera con un
aparato, que fuera como una protuberancia sobre uno de los
hombros y que mostrara la cantidad de minutos que le quedaba
por vivir.
• ¿Les gustaría tener un aparato así? ¿Por qué? ¿Por qué no?
• ¿Con qué frecuencia mirarían el suyo?
• ¿Les gustaría mirar alguna vez el de sus familiares o amigos?
• ¿Por qué podría influir en sus decisiones y en la forma en que
utilizaran su tiempo el tiempo que les quedara en el aparato?
• ¿Por qué podría influir en su capacidad para actuar con fe
en Jesucristo?
• ¿Por qué un aparato como ése podría compararse con el
saber cuándo será la Segunda Venida?
• ¿Por qué el conocimiento de la fecha exacta influiría en su
obediencia al Evangelio?
Lean Mateo 24:42–47 y pregunte:
• ¿Qué aconsejó el Señor a Sus discípulos que hicieran, al
saber que ellos no conocían el momento de Su venida?
(Estar siempre preparados.)
• ¿Por qué es también un buen consejo para nosotros?
• ¿Qué podemos hacer para estar mejor preparados para la
venida del Señor?
Doctrina y Convenios 130:18–19. (Dominio
de las Escrituras). El conocimiento que
obtenemos nos ayuda no sólo en esta vida sino también
después de la Resurrección. (15–20 minutos.)
S M T W TH F S
Coloque dos frascos transparentes donde todos puedan verlos.
Vierta un poco de agua en el primer frasco y diga a los alumnos
que representa la vida de una persona. Cuente un relato acerca
de esa persona e incluya los bienes materiales que esa persona
haya adquirido. Cada vez que mencione un bien, tire un
objeto que lo represente en el agua. (Puede utilizar un anillo
para representar joyas, llaves para representar un automóvil,
algunas monedas para representar un trabajo.) Diga a los
alumnos que esa persona murió inesperadamente. Coloque
un colador sobre el segundo frasco y pase el agua del primer
frasco al segundo a través del colador. Muestre a los alumnos
el colador lleno de los objetos “materiales” y pregunte:
• ¿En qué sentido el colador representa la muerte? (No
podemos llevarnos nuestros bienes materiales al morir.)
• Lean Doctrina y Convenios 130:18–19. De acuerdo con esos
versículos, ¿qué podemos llevarnos con nosotros al morir?
Repita la lección práctica contando la historia de otra persona.
Mencione los mismos bienes materiales y coloque los objetos
en el frasco; pero también mencione que esa persona oraba y
coloque una gota de colorante en el agua; que leía las Escrituras
diariamente y coloque otra gota de colorante. Diga que esa
persona también murió y pase el agua a través del colador al
otro frasco. Hable acerca de lo que la segunda persona pudo
llevar consigo después de la muerte que la primera no pudo.
Pregunte: Siguiendo la lección práctica, ¿por qué otras
experiencias terrenales podríamos agregar gotas de colorante?
(Las respuestas podrían incluir el prestar servicio misional,
casarse en el templo, cumplir con llamamientos de la Iglesia,
recibir ordenanzas como el bautismo, aprender el Evangelio.)
Comparta las siguientes citas. El élder Neal A. Maxwell,
miembro del Quórum de los Doce, dijo:
“Si reflexionamos en qué es lo que se levantará con
nosotros en la resurrección, está muy claro que nuestra
inteligencia se levantará con nosotros, lo que significa
más que nuestro cociente intelectual, ya que es también
nuestra capacidad para recibir y aplicar la verdad.
Nuestros talentos, atributos y habilidades se levantarán
con nosotros; y por cierto, también nuestra capacidad
para aprender, nuestro grado de autodisciplina y nuestra
capacidad para trabajar” (We Will Prove Them Herewith,
1982, pág. 12).
El presidente Spencer W. Kimball enseñó:
“Cada uno de ustedes tiene dentro todas las posibilidades
de crear un reino sobre el cual presidan como rey y dios.
Para gobernar un mundo así y a todos sus habitantes,
ustedes necesitan perfeccionarse y crecer en habilidad,
en poder y en dignidad. No se les ha enviado a esta tierra
para pasarla bien ni para satisfacer los impulsos, las
pasiones y los deseos. No se les ha enviado a esta tierra
para andar en el tiovivo, ni en aviones y automóviles
y tener lo que el mundo llama ‘diversión’.
“Se les ha mandado a este mundo con un propósito muy
serio. Se les ha enviado a la escuela… para empezar como
un bebé y crecer en sabiduría, juicio, conocimiento y
poder hasta alcanzar proporciones increíbles. Ésa es la
razón por la cual ustedes y yo no podemos quedarnos
satisfechos sólo con decir: ‘Me gusta eso o quiero aquello’.
Ésa es la razón por la cual durante nuestra niñez, nuestra
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