Doctrina y Convenios e Historia de la Iglesia - Seminaries ...

El período de Ohio y Misuri
para la edificación del reino del Señor; por ejemplo, para
apoyar la obra misional y para construir capillas, templos y
edificios para seminarios e institutos (véase D. y C. 119:1–2;
120; véase también D. y C. 97:10–14).
• El diezmo significa dar al Señor la décima parte del
interés anualmente (véase D. y C. 119:3–7; véase también
Alma 13:15).
Otras fuentes de estudio
• La historia de la Iglesia en la dispensación del cumplimiento de
los tiempos: Religión 341–343, págs. 216–217.
• Doctrina y Convenios, Manual para el alumno: Religión 324–325,
págs. 272–275.
Sugerencias para la enseñanza
Doctrina y Convenios 119:1–2; 120. La Primera
Presidencia, el Quórum de los Doce Apóstoles y el
Obispado Presidente administran los fondos de los
diezmos de la Iglesia. Los fondos de los diezmos se
utilizan para la edificación del reino del Señor.
(10–15 minutos.)
Muestre a los alumnos la lámina de una capilla o de un templo.
Después pregunte:
• ¿Cuánto creen que cuesta edificar una capilla? ¿y un templo?
• ¿Cuántas capillas creen que la Iglesia edifica al año?
• ¿Qué bendiciones reciben los miembros de la Iglesia
gracias a esos edificios?
Comparta la siguiente declaración del presidente Gordon B.
Hinckley:
“A medida que la Iglesia crece, se hace necesario que
tengamos lugar para acomodar a nuestra gente. Este año
terminaremos de construir o dedicaremos 600 edificios
nuevos. Ésa es una empresa tremenda” (“Larry King
Live”, Ensign, noviembre de 1998, pág. 108).
Lean Doctrina y Convenios 119:1–3; 120 y pregunte:
• ¿De dónde saca la Iglesia el dinero para construir esos
edificios?
• ¿Quién decide cómo utilizar los fondos de los diezmos?
• ¿Para qué se usa además el dinero de los diezmos?
Lean la siguiente declaración del élder Dallin H. Oaks:
“El Señor ha mandado por revelación que el gasto de
Sus diezmos sea dirigido por Sus siervos de la Primera
Presidencia, el Quórum de los Doce y el Obispado
Presidente (véase D. y C. 120). Esos fondos se emplean
para construir y mantener los templos y las casas de
adoración, para llevar la obra misional de la Iglesia a
todo el mundo, para traducir y publicar las Escrituras,
para proporcionar medios para redimir a los muertos,
para la instrucción religiosa y para respaldar otros fines
de la Iglesia seleccionados por los siervos del Señor
designados para ello” (“El diezmo”, Liahona, julio de
1994, págs. 40–41).
Pregunte: Además de que los templos se construyen con fondos
de los diezmos, ¿de qué otro modo se relaciona el diezmo
con la adoración en el templo? Comparta la siguiente cita del
presidente George F. Richards, que fue Presidente del Quórum
de los Doce:
“La ley del diezmo dentro de la Iglesia se considera algo
de tanta importancia, como una prueba de fe, que el
miembro que no crea en ella ni la practique como una
ley divina no se le considerará digno de recibir el
sacerdocio ni las bendiciones del templo” (en Conference
Report, octubre de 1945, págs. 26–27).
Explique que no pagamos diezmos sólo para construir templos
sino también para ser dignos de entrar en ellos. Aliente a los
alumnos a pagar siempre los diezmos fielmente.
Doctrina y Convenios 119:3–7. El diezmo significa
dar al Señor la décima parte del interés anualmente.
(25–30 minutos.)
Muestre a los alumnos diez cosas (por ejemplo, diez manzanas,
lápices o sillas). Quite una de las cosas y pregunte de qué
principio del Evangelio se trata la demostración. Lean Doctrina
y Convenios 119:1, 3–7 y pregunte:
• ¿A quién le pagan el diezmo? (Al Señor, por medio de Su
agente, el obispo.)
• ¿Qué se pierde finalmente si no se paga el diezmo?
• Lean Malaquías 3:8–10; Doctrina y Convenios 64:23. De
acuerdo con esos versículos, ¿qué bendiciones se reciben
al pagar el diezmo?
Comparta las siguientes declaraciones. El presidente
Gordon B. Hinckley, en ese entonces Consejero de la Primera
Presidencia, dijo:
“No digo que si pagan un diezmo íntegro verán realizarse
su sueño de tener una casa muy hermosa, un auto
último modelo y una casa en un balneario. No. El señor
abrirá las ventanas de los cielos conforme a lo que necesitemos
y no a lo que codiciemos. Si pagamos el diezmo pensando
en la recompensa material, lo hacemos fundados en una
razón equivocada. El propósito fundamental del diezmo
es proveer a la Iglesia los medios necesarios para llevar
a cabo la obra del Señor, mientras que las bendiciones que
214